Cómo le ha ido a Bolivia con las expropiaciones
Esta semana Bolivia enfrenta el enojo de España,
luego de que el lunes el presidente Evo Morales anunciara la
expropiación de la empresa que administra los tres aeropuertos más
grandes del país: Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA (Sabsa), filial
de las españolas Abertis y Aena.
Se trata de la sexta compañía de capitales
españoles que Bolivia expropia en menos de un año y el gobierno del país
ibérico amenazó con "replantear el conjunto de las relaciones
bilaterales" como consecuencia de lo que consideró un "acto inamistoso".
España es, de hecho, el país que más
se ha visto afectado por la política de "nacionalización" que
implementó el presidente Morales el primero de mayo de 2006, pocos meses
después de asumir su primer gobierno.
Sin embargo no es el único. Desde que llegó al
poder, el mandatario –primer gobernante de origen indígena de esa
nación- ordenó la expropiación de empresas de Francia, Suiza, Italia,
Alemania, Reino Unido y Canadá. También Brasil, Perú y México perdieron
compañías a manos del Estado boliviano.
Las 20 empresas que han sido estatizadas hasta
el momento pertenecen a rubros que el gobierno considera estratégicos,
como hidrocarburos, telecomunicaciones, cemento, minería e
hidroeléctrica.
"Bolivia necesita socios y no dueños", repite el jefe de Estado, para justificar su plan de expropiaciones.
Según Morales, muchas empresas extranjeras obtienen enormes beneficios en el país pero invierten poco.
Es el caso de Sabsa, al que acusó de haber
generado utilidades por más del 2000% de lo que pagó por la empresa, a
pesar de lo cual en el período 2006-2011 habría ejecutado menos de US$6
millones de los casi US$27 millones que se habría comprometido a
invertir, señalamiento que la empresa rechaza.
Pero, ¿cuál ha sido la consecuencia de todas estas expropiaciones?
Costos
Más allá de los efectos diplomáticos, desde el
punto de vista económico la primera consecuencia de esta política de
nacionalizaciones ha sido el costo que le ha significado al país.
Morales,
quien ha sido criticado por enviar a militares a las empresas que
planea expropiar, dijo que "no es un tema de fuerza, sino simbólico".
Según un informe publicado en enero por la
Fundación Milenio, un centro de análisis económico privado de Bolivia,
el país deberá pagar más de US$1100 millones en indemnizaciones a las
empresas afectadas.
De las 20 empresas estatizadas por el gobierno,
siete ya fueron indemnizadas por la suma de US$615,7 millones, según
reportó el diario Los Tiempos en febrero. Entre estas están la brasileña
Petrobras (US$112 millones) y la italiana Entel (US$209 millones).
Se desconoce cuál es el monto exigido por la
petrolera Andina, de capitales españoles, y por dos mineras que
pertenecían a la empresa suiza Glencore.
Entretanto, nueve compañías esperan ser
indemnizadas por la vía de tribunales arbitrales o negociaciones
directas, entre ellas Aguas del Illimani, subsidiaria de la francesa
Suez, Air BP, de la británica British Petroleum, la minera Mallku Kota,
de la canadiense South American Silver (SAS) y dos de las empresas
expropiadas en diciembre pasado a la española Iberdrola.
Según el analista económico Herbert Müller, el
dinero que se invierte en pagarle a estas empresas le resta recursos al
Estado que podría invertir en el sector social.
Sin embargo, la crítica más fuerte de Müller tiene que ver con el impacto a mediano plazo que tienen estas expropiaciones.
"Esta política desincentivó la inversión privada, que se redujo al 7% del Producto Interno Bruto (PIB)", dijo a BBC Mundo.
Más de la mitad de la inversión privada proviene
del exterior y algunos analistas advierten que los últimos anuncios de
Morales podrían acrecentar esta caída.
En ese sentido, el informe de la Fundación
Milenio señala que "llama la atención que las últimas estatizaciones se
realizaron en empresas de procedencia española", ya que "desde el año
2009 (España) representa en promedio cerca al 25 por ciento de la
inversión extranjera directa de Bolivia".
Apoyo popular
No obstante, las medidas de Morales cuentan con
gran apoyo popular. En 2009 el mandatario fue reelecto por un arrasador
62% de los votos.
Las medidas de Morales cuentan con amplio respaldo popular: en 2009 fue reelegido por el 63% del electorado.
Muchos celebran que los recursos de Bolivia
vuelvan a estar en manos bolivianas y creen que el país tiene capacidad
de administrar su propia riqueza.
"Se ha hecho justicia para Bolivia, porque
durante muchos años hemos visto que esta empresa estaba engañando a los
bolivianos, por lo tanto hemos visto que el presidente ha tomado una
buena acción", opinó tras la expropiación de Sabsa el secretario general
del sindicato de trabajadores de esa empresa, Alfredo Chávez.
Chávez aseguró que los operarios podrán seguir adelante con la compañía y garantizar su funcionamiento.
Pero no todos son tan optimistas. El analista
económico Francisco Zaratti, quien a comienzos de febrero vaticinó en
entrevista con el diario Los Tiempos que el gobierno nacionalizaría
Sabsa, criticó los niveles de corrupción en las empresas estatizadas y
cuestionó el plan de Morales.
"(El gobierno) no nacionaliza metódicamente ni
coherentemente, sino en atención a momentos álgidos coyunturales de la
política interna o para satisfacer pedidos de movimientos sociales",
aseguró.
Por su parte, Müller advirtió que desde que el
Estado se hizo cargo, se redujo significativamente la exploración de
hidrocarburos en las empresas de gas y petróleo expropiadas, lo cual ha
disminuido las reservas del país.
- 4 de febrero, 2025
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