Vengo del futuro

El Universo, Guayaquil
Ni bien encendimos el televisor, nos enganchamos con el programa. Conducía José Hernández y recuerdo que participaba un entrevistado diferente. Habilidoso con la palabra. Carismático. Lanzaba dardos bien coreografiados. Flameaba retórica: “¿Libre mercado?, ¡eso es un sálvese quien pueda!”, haciendo el ademán de persignarse. Corría el año 2004.
Dieciséis años, cuatro elecciones presidenciales y tres crisis económicas después, vale preguntarnos: ¿estamos condenados a un perpetuo populismo carismático, despilfarro, ajuste antipático, rinse y repite?
¿Cuáles son los rasgos de un personaje así que nos pueden dar claves para evitar repetir el ciclo? ¿Su ideología? ¿Su personalidad? ¿Su gallada? ¿Lo que evita rebelarnos? ¿Un mix de estas y otras cosas?
Es parte de la naturaleza humana soñar con un mejor futuro. A nivel individual, son estos sueños de triunfar los que nos motivan a crearnos oportunidades para progresar. Sabemos que no hay atajos. Nadie nos va a regalar nada. Hay que trabajar duro.
A nivel colectivo, pareciera que soñamos recurrentemente con que nos salven. O al menos queremos consumir cuentos confortables. Queremos creer en atajos.
Y hasta hemos entregado plenos poderes para que pongan mano dura.
En todo caso, el poder es un amplificador. Amplifica lo que ya estaba ahí en la gente. Fortalezas o bajezas. El balance lo ponen el carácter, la experiencia y los valores de las personas.
De cara a un nuevo ciclo presidencial. ¿Cuál creemos que es el perfil que necesita y se merece el Ecuador? ¿Cómo podemos contribuir como sociedad para la construcción de una gobernabilidad de tal suerte que, independiente de quien presida, el país deje de regresar al pasado?
En la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) hemos trabajado en algunas propuestas, como por ejemplo, reglamentar los debates. Tradicionalmente, la CCG los ha organizado. Rehuir a debatir, aunque se puso de moda, es incompatible con la democracia.
La actividad comercial demanda certezas. Reglas claras, hemos dicho, no reglas raras. Para eso es clave conocer en detalle el nivel de compromiso con la libertad económica de todos los que buscan poder.
Por ejemplo: quiénes se comprometen claramente a: no subir impuestos, bajar impuestos, bajar aranceles; en esos casos, qué impuestos y aranceles específicamente, y a qué niveles. Igualmente, con eliminación de tramitología INENficiente: qué proteccionismo exactamente se va a eliminar o mantener.
Más de una década después de ese primer avistamiento del personaje histriónico, con Pablo Lucio Paredes escribiríamos un libro para analizar el gobierno que, habiendo despilfarrado las vacas gordas y echado la culpa a las vacas flacas, nos dejó en soletas.
Es imposible viajar hacia atrás para llevar esa evidencia y cambiar la historia, pero si creamos las condiciones de gobernabilidad –sin populismo ni improvisación– podemos mirar con optimismo hacia adelante. Y para saber eso, no tenemos que venir del futuro.
- 4 de febrero, 2025
- 4 de febrero, 2025
- 27 de enero, 2025
Artículo de blog relacionados
Crítica Digital Mi lucha, el libro autobiográfico en el que Adolf Hitler describió...
1 de octubre, 2009Por Gabriela Calderón de Burgos El Universo Algunos pensamos que la gran mayoría...
10 de mayo, 2013Siglo XXI Un banco “central” es aquél que el Estado crea para ejercer...
4 de octubre, 2008Infolatam Madrid – Argentina, Iraq, Guinea Ecuatorial, Venezuela, Irán, Camerún y República Dominicana...
27 de agosto, 2008