La hora de la libertad

El Universo, Guayaquil
—¿Qué hora es? —Treinta y ocho minutos pasadas las 10 p. m. Y por eso usted está clausurado por trabajar, después de la hora máxima. Pague la multa y cierre su tienda 15 días a machote. —Pero es injusto. —Así es la norma. ¿O cómo hablamos?
Los comerciantes –de todo tamaño– tenemos que hacer frente a infinitas trabas que nos entorpecen crecer y generar más empleo. Y aunque muchos de estos problemas son difíciles de resolver, hay algunos que sí tienen soluciones sencillas y rápidas.
Nos referimos al acuerdo ministerial que fija arbitraria y centralizadamente un mismo horario máximo de atención al público para las tiendas de barrio y minimercados de todo el país.
Sucede que las horas en que se generan las mayores ventas varían mucho de provincia a provincia y hasta dentro de una misma ciudad. ¿Por qué un minimercado que atiende en una autopista lejos de áreas residenciales no puede vender hasta la hora que satisfaga a su mercado?
Nadie conoce mejor a su clientela que cada emprendedor. La calle del comercio siempre sabe más que el escritorio de la burocracia.
Además, las sanciones que el reglamento prevé por exceder el horario de funcionamiento son desproporcionadas y susceptibles de ser herramientas de extorsión al comerciante.
Porque hay casos en que por atender treinta y ocho minutos luego de la hora máxima se imponen clausuras de 15 días. Suficiente para quebrar a un negocio pequeño.
El Gobierno debería enfocar los recursos de la Policía en acciones productivas, como perseguir a los delincuentes, en vez de perder el tiempo controlando los horarios de trabajo de los comerciantes.
Asimismo, pensemos que si se les permite a tiendas de barrio y minimercados abrir un par de horas más, ya sería un gran alivio para sus ventas. Por ejemplo, un minimarket que cierra sus puertas a las 10 p. m. puede dejar de vender hasta aproximadamente $12 000 al mes. En el caso de una pequeña tienda, se deja de vender entre $800 y $4000 mensuales.
Según el censo económico del INEC, existen casi 90 000 tiendas a nivel nacional. En un escenario conservador hablamos de que en Ecuador se deja de facturar $864 millones al año. Y ventas que no se realizan tampoco generan tributos.
También hay un impacto directo en el empleo, ya que los trabajadores que quieren trabajar y ganar más, no pueden hacerlo. ¿Por qué no hacer todo lo posible por liberar ese enorme potencial de generar trabajo y dinamismo económico?
Nuestra propuesta como Cámara de Comercio de Guayaquil y Federación Nacional de Cámaras de Comercio es clara: liberalizar los horarios de atención. Que los horarios de trabajo en 90 000 tiendas del Ecuador sean autónomos, libres, descentralizados. Que los comercios sean legalmente capaces de abrir hasta las 24 horas del día si así lo desean. El comercio debe ser impulsado, no castigado.
Liberalizar horarios de atención es más ventas, más trabajo y hasta más recaudación. Es un tema de principios: tu libertad para decidir hasta qué hora producir. —¿Qué hora es? —Es la hora de la libertad.
El autor es presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
- 4 de febrero, 2025
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- 27 de enero, 2025
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