Ecuador: Lasso representa la posibilidad de acabar con el ‘castrochavismo’ a lo Correa
La primera vuelta electoral de Ecuador, celebrada el 19 de febrero, no contó con una oposición unida y el candidato oficialista por el partido Alianza País, Lenín Moreno, logró 39.36 por ciento de votos válidos. No fueron suficientes para derrotar a sus adversarios y evitar una segunda vuelta comicial, que permitiría aglutinar voluntades en pro de un cambio en la estructura de poder de la nación meridional.
“Si algo positivo podemos rescatar del 19 de febrero, es que el pueblo ecuatoriano, de manera espontánea, salió a las calles a defender la democracia y la libertad, y eso llevó a construir un espíritu de unidad entre los diferentes movimientos políticos y sus líderes”, dijo a el Nuevo Herald el empresario Guillermo Lasso, candidato del Movimiento CREO. “Por lo tanto, el Ecuador, que en un 65 por ciento le dijo NO ‘al correísmo’, hoy se encuentra unido, y los líderes tienen la responsabilidad de mantener esa unidad”.
Lasso terminó con 28.09 por ciento del total escrutado en la primera justa en las urnas de votación. Hoy representa la posibilidad de una transformación política en un Ecuador golpeado por la caída de los precios del petróleo y escandalizado por denuncias de corrupción que involucran a la cúpula gubernamental de Rafael Correa.
La tensión por un latente cambio de conducción gubernamental en Ecuador se vive tras los comicios pasados, con un Consejo Nacional Electoral que retuvo por tres días los resultados electorales del 19-F, diversas denuncias sobre alteración del padrón electoral y la ruptura de la cadena de custodia de las actas electorales, hecho que fue denunciado el 22 de febrero por el Comandante General del Ejército, el general Luis Castro Ayala, quien, en respuesta, fue removido por Correa el 5 de marzo.
En comunicado posterior a su destitución, Castro Ayala exhortó a los soldados del Ejército a “continuar brindando la seguridad al proceso electoral, en el cual se respete la sagrada voluntad del pueblo ecuatoriano”.
Analistas se preguntan cómo la oposición logrará que se respeten los resultados de los venideros comicios, en un país en el que los poderes públicos reposan en aliados de Correa. El apego al camino electoral sigue siendo la estrategia de la oposición para provocar un giro político en la nación. El pasado 23 de febrero, Lasso envió una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, para exhortarlo a continuar atento a la situación electoral en su país. No será la única acción que tome para presionar a favor de la transparencia del resultado.
“El movimiento al que yo pertenezco llevó a cabo un buen proceso de control electoral que ha permitido conocer esas irregularidades. Ahora, en la segunda vuelta, con el apoyo de otros partidos políticos, como lo es el partido Social Cristiano, que tiene una experiencia inclusive más amplia que la nuestra en control electoral, pues obviamente reforzaremos el proceso”, señaló el candidato, veterano ejecutivo del sector bancario en Ecuador, en campaña bajo el eslogan de “El Cambio”.
El ‘castro chavismo’ por superar
Lo que está en pugna en la segunda cita comicial, a efectuarse el 2 de abril, es un modelo de gobierno que encontró con Correa similitudes con la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela de Hugo Chávez. “De ganar el cambio, como es lo probable, significa que Ecuador dejará aquel modelo de la dictadura de un partido político, el modelo venezolano, el modelo ‘castro-chavista’, para vivir en democracia y con libertad y eso no solamente tendrá implicaciones internas sino externas en las relaciones internacionales del Ecuador”.
El eje aliado de la revolución chavista continuaría cambiando, como ya lo hizo en Argentina y Brasil. “Nosotros exigiremos la aplicación del artículo 20 de la Carta Democrática para que en Venezuela se lleven a cabo elecciones libres y se retorne a la democracia, porque yo creo que a pocos latinoamericanos les queda duda de que lo que se vive en Venezuela es esa dictadura de una partido político, y no una democracia”, destacó el candidato presidencial.
Por esta postura ha ganado respaldo venezolano y cubano, por supuesto, no institucional. “En mi recorrido por el Ecuador me he encontrado con muchos venezolanos que expresan su respaldo. Me dicen: ‘Veníamos al Ecuador en busca de libertad y al final nos hemos encontrado con lo mismo que en Venezuela’. También con aquellos cubanos que igualmente vinieron al Ecuador en busca de libertad y me dicen que se han encontrado un proceso parecido al que inicialmente se vivió en Cuba. Pero lo más importante, he recibido respaldo político de dirigentes venezolanos, como es el caso de María Corina Machado y su movimiento político”.
Medidas de contraste
Entre las primeras medidas de Lasso contrarias con el modelo de Correa, quien ha llevado una conflictiva relación con los medios críticos e independientes de su país, estarían el restablecimiento de la libertad de expresión y el apego a la separación de poderes públicos.
Rafael Correa ha emprendido al menos diez por injurias, calumnias, daños a la moral, perjurios y falsos testimonios, encontrando sentencias en perjuicio de periodistas. El fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga, es pariente del primer mandatario.
“Fernando Villavicencio es uno de aquellos periodistas perseguidos por este gobierno, perseguidos por su trabajo de investigación periodística. Emilio Palacio, asilado en Miami, es otro periodista perseguido. En mi gobierno devolveremos la libertad a la prensa independiente y vamos a respaldar a todos aquellos periodistas que han sido perseguidos por emitir su opinión o desarrollar actividades de periodismo investigativo”, indicó el candidato.
“El cambio implica el fortalecimiento institucional del Ecuador. El fortalecimiento de la justicia, respetar la función fiscalizadora de la asamblea, derogar la Ley de Comunicación, a efectos de que pueda un periodismo libre e independiente desarrollar actividades de periodismo investigativo”, señaló.
Interrogado sobre cómo actuaría desde la presidencia de Ecuador, ante las denuncias de corrupción que involucran directamente al vicepresidente Jorge Glas, candidato a la reelección en el mismo cargo como parte de la fórmula de Lenín Moreno, Lasso señaló: “Glas, en mi opinión, es presuntamente responsable de los supuestos actos de corrupción que se conocen en los llamados sectores estratégicos, a cargo de su administración y control de cuando era ministro y luego como vicepresidente de la República. No puedo prejuzgar, quien tiene que juzgar es la justicia”.
“Lo que haré yo como presidente del Ecuador es proveer y facilitar el acceso a las fuentes de información. Y si con esas fuentes de información, una justicia independiente encuentra motivos para sanciones, pues que se apliquen esas sanciones. Pero yo no puedo prejuzgar. En democracia, en una vigencia de un pleno estado de derecho, es la justicia la que determina eso, no el presidente de la República”, señaló.
En las últimas horas, diversos medios han difundido sondeos de encuestadores que difieren en sus resultados. La firma Diagnóstico da como vencedor a Lenín Moreno en segunda vuelta, con una diferencia de 12.66 puntos por encima de Lasso, en un estudio difundido este jueves.
Por su parte, la encuestadora Cedatos difundió a finales de febrero un estudio que muestra a Lasso como primero en intención de voto, con el 52.1 por ciento.
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