Pakistán, un cerco que complica la política exterior de Obama
De todos los problemas a los que se enfrenta la administración Obama, ninguno es más espinoso que Pakistán; una potencia nuclear que tiene la guerra de Afganistán en su frontera occidental, una tensa confrontación con la India en su frontera oriental, y una letal insurgencia dentro del país compuesta de musulmanes militantes que quieren derrocar al gobierno proamericano.
En la encrucijada de estos tres conflictos se encuentra el ejército paquistaní y sus servicios de Inteligencia, conocidos como el ISI. La contundente presencia del ejército se resume en un chiste paquistaní: "Todos los países tienen ejército, pero aquí el ejército tiene un país.”
El desafío para Pakistán y sus vecinos quedaba plasmado de manera dramática en el ataque terrorista del 26 de noviembre en la metrópolis india de Mumbai. El asalto a dos hoteles de lujo, una estación de ferrocarril y un centro cultural judío arrojaba un balance de 165 muertos y 304 heridos, según el recuento oficial indio. Los asaltantes estaban profesionalmente entrenados y utilizaron sofisticados dispositivos de navegación GPS para encontrar sus blancos.
"Esto fue una conspiración lanzada desde Pakistán," argumenta un detallado informe preparado por el gobierno indio y distribuido entre los funcionarios de Washington y las demás capitales. Realiza una lectura fría, página tras página, de mensajes interceptados, registros de interrogatorio y pruebas forenses.El comandante estadounidense dice que se fía de Kiyani "en función de si hace o no… lo que dice que va a hacer.” Y dice que Kiyani ha cumplido.
Mullen observaba, por ejemplo, que Kiyani ha dado orden de que los efectivos paquistaníes combatan a los insurgentes Talibanes en la región de Bajaur, en la frontera occidental, donde habían sido reticentes a hacerlo con anterioridad. Kiyani también ha doblado el sueldo del Cuerpo de Fronteras, la fuerza policial que opera a lo largo de la frontera afgana. Y ha elegido a un carismático oficial Pashtún como nuevo comandante del Cuerpo.
"Todo eso… es muy positivo," dice Mullen. “Y la vigilancia de fronteras ha tenido lo que yo calificaría de increíble éxito en un período de tiempo muy corto.”
“En mi mundo ideal,” decía Mullen, la India y Pakistán trabajarían juntos para combatir a los terroristas y "proyectar una forma de solucionar el conflicto de Cachemira," una región del Himalaya reclamada por ambos países. Pero Cachemira, advierte, sería "un objetivo demasiado ambicioso ahora mismo.”
Mullen decía que él no discutirá Afganistán en detalle hasta que el Presidente Obama haya tomado decisiones sobre la estrategia a seguir allí. Aunque más tropas estadounidenses pueden ser necesarias a corto plazo, decía, la clave de una seguridad duradera será un mejor gobierno y el desarrollo económico.
"No tengo tropas suficientes en el ejército estadounidense para marcar la diferencia que es necesario marcar” en Afganistán, advierte Mullen. “Los afganos tienen que liderar esto. El afgano tiene que llevar la voz cantante.”
© 2009, Washington Post Writers Group
- 23 de julio, 2015
- 6 de septiembre, 2024
- 21 de abril, 2021
- 2 de septiembre, 2024
Artículo de blog relacionados
Instituto Juan de Mariana La amplitud de la base demográfica de las sociedades...
5 de mayo, 2011Por Danilo Arbilla ABC Color Qué lección la de Paraguay. Qué desautorización para...
29 de abril, 2013El Heraldo, Tegucigalpa Internet, la informática, está potenciando la transmisión de información que...
4 de diciembre, 2010- 21 de febrero, 2024