El mundo que nos toca vivir
Cuando leemos o escuchamos afirmar a diversas personas, muchas de ellas jóvenes, que el mundo está cada vez peor, lleno de pobreza, injusticia y miseria, en una visión pesimista de la actualidad, ello no puede causar mas que extrañeza, ya que, en realidad, estamos viviendo el mejor de los mundos conocidos hasta ahora, solo superado por el que vendrá en el futuro.
Claro, para muchos, y más si son jóvenes, no es posible concebir un mundo en que no existían computadoras, internet, e-mail, aire acondicionado ni nada de todas esas cosillas de las cuales gozamos y que nos han aliviado la vida en una forma extraordinaria. Puedo recordar que entre Eldorado (donde vivo) y Posadas (a 200 Km.), no existía una cinta asfáltica, y, cada vez que llovía, no sabíamos si íbamos a llegar a destino o quedarnos varados en alguna zanja, o que en aquellos tiempos una comunicación telefónica con el resto del país tardaba horas (líneas condicionales, … se acuerdan?), gracias a la estatal ENTEL.
Por otra parte, muchos de nosotros estarían varias veces muertos sin la moderna tecnología medicinal, como ser vacunas, antibióticos y demás instrumentos o medicamentos que ella nos provee. Hace menos de doscientos años cada mujer debía traer al mundo por lo menos 6 hijos en promedio para mantener la población estable, debido a la mortalidad infantil. Hoy eso ha cambiado drásticamente, para bien de los chicos y sus madres.
Claro que aún hay problemas en este planeta, algunos de ellos acuciantes y graves. Pero, si miramos el mapa del mundo, podremos determinar que las regiones con mayores problemas son precisamente las más pobres; En cambio, en los países ricos (desarrollados) esas miserias no existen o están reducidas a pequeños bolsones.
Cabe entonces preguntarse porqué algunas naciones son prósperas y otras no. En ambas categorías existen lugares con grandes recursos naturales, pero también otros donde éstos no existen. A pesar de ello, unos han progresado y otros no. Tampoco es cuestión de color de piel, raza o religión.
Entonces, ¿Cuál es ese denominador común, cuya presencia o ausencia determina la prosperidad de un pueblo? Simplemente se trata del sistema de organización económico – social adoptado. Donde se respeta la propiedad y la libertad económica en general, el gobierno interviene poco o nada en la economía, se progresa. Donde no existe propiedad privada de los medios de producción, o la misma se halla restringida por la acción de los gobiernos, cualesquiera sean los métodos usados, reina la pobreza y la miseria.
Debido a ello, nuestro mundo permaneció sumido en el atraso y estancamiento durante milenios; recién con el descubrimiento del sistema de organización social que garantizaba la propiedad y su uso y disponibilidad las cosas cambiaron y emprendimos el camino del progreso generalizado. Ese sistema, actualmente tan vilipendiado, pero que produjo la revolución industrial en el mundo, terminando con miles de años de oscurantismo, esclavitud y miseria es el capitalismo.
Se dice que el mismo está en crisis, y no le faltan enemigos (Como los Kirchner, Chavez, Fideles y otros similares), y es denigrado por la mayoría de los intelectuales, de los políticos, estudiantes, la prensa, etc. A pesar de ello, su marcha triunfal en el mundo es innegable. ¡Si hasta países comunistas como Vietnam o China lo han adoptado para sus economías!!
Se afirma por allí que “el mercado no tiene misericordia…”, lo que es cierto. Pero, ¿Por qué habría de tenerla? El mercado carece de moral, es simplemente el libre intercambio de bienes y servicios entre seres humanos, por lo que el resultado de esa acción humana refleja lo que somos. Por otra parte, dice que esclaviza a mas de la mitad de la población mundial. Pues bien, si el poder elegir como y donde vivir, que y cuanto producir y por ende consumir como contrapartida es esclavitud, bienvenida sea. ¿O acaso prefieren la “Libertad” de los campos de concentración de la Unión Soviética, de la Alemania Nazi, de Corea del Norte o de la Cuba de Fidel?
Indudablemente, ningún sistema político y económico nos puede dar felicidad, y en el caso del capitalismo, tampoco lo pretende; Lo que sucede es que un sistema de organización económica y social nos puede dar abundancia o escasez, nos puede dar libertad individual u opresión colectiva, y en tal sentido, es preferible la abundancia con libertad, es decir el capitalismo. La felicidad personal (la colectiva no existe) la encontraremos o no, eso depende de cada uno de nosotros individualmente.
Los problemas que existen y que siempre lo harán, se irán solucionando paulatinamente, gracias a ese gran descubrimiento humano: el capitalismo. Sería bueno que lo comprendieran todos los que tienen la responsabilidad de dirigir algún País y actuaran en consecuencia. En pocos años, la mayor parte de los problemas que aún afligen a la Humanidad habrán desaparecido.
- 23 de enero, 2009
- 25 de marzo, 2025
- 23 de marzo, 2025
- 25 de marzo, 2025
Artículo de blog relacionados
Infobae “Maduro es tratado como un apestado desde que comenzó su mandato”, aseguran para...
13 de octubre, 2019El País, Madrid Entrevista a Mario Vargas LLosa realizada por Juan Cruz. Peruano...
28 de marzo, 2011The Wall Street Journal Después de un largo período de auges y caídas,...
12 de septiembre, 2016Libertad Digital, Madrid Así se resume la economía española: desempleo que roza el...
26 de febrero, 2010