Reservas y liquidez

Es común manejar los términos de reservas internacionales, liquidez, devaluación, entre muchos otros. Es así como sabemos que las reservas internaciones, que están depositadas en el Banco Central de Venezuela, son el soporte fundamental del valor de nuestra moneda, el bolívar.

Por esto, es muy válida la preocupación de muchos venezolanos, cuando recibimos noticias referente al exceso de liquidez y al retiro de reservas del BCV por parte del Gobierno, para financiar, a través del Fonden, los nuevos proyectos de desarrollo.

Por supuesto, el respaldo a los bolívares en circulación ha venido cayendo. De un 100% de respaldo que teníamos en el período 2002-2005, llegamos a un respaldo del 67% a finales del 2006 y esta cifra podría caer a solo un 55% de respaldo para mediados del 2007, cuando el Ejecutivo culmine el retiro de unos 7.000-8.000 MM$ de las reservas anunciado en enero.

Este camino, aunque pudiese ser comprendido si las inversiones repercuten muy favorablemente en la economía y el bienestar nacional, se aleja de algunos de los objetivos económicos más importantes del país, como son el fortalecimiento del bolívar y la estabilidad definitiva del tipo de cambio.

Para evaluar la situación, hay que revisar nuestra historia económica. Este mismo esquema se llevó a su límite a finales de los años setenta y principio de los ochenta antes de que ocurriera el llamado "viernes negro", cuando perdimos el 4,30 Bs/$. En los tres años anteriores, de 1980 a 1982, se había llevado la relación liquidez/reservas a un nivel de 29%, aproximadamente, es decir los depósitos en el BCV sólo cubrían el 29% de los bolívares en circulación, en contraposición a un promedio de casi 65% en el período precedente de 1973 a 1979.

En conclusión, pareciera que aún la situación puede ser manejable, pero se debe tener mucho cuidado, ya que la velocidad de deterioro del soporte a nuestro signo monetario es muy alta, en un entorno de liquidez excesiva y gran incertidumbre.