Argentina: El control de los dólares, dolor de cabeza en un 2012 menos glamoroso
Los empresarios que hace mucho que lo frecuentan no recuerdan verlo tan activo y preocupado a Guillermo Moreno como en días recientes. En los últimos dos meses, el secretario de Comercio los llama cada semana con un único objetivo: que demoren los pagos al exterior.
Les pide que posterguen las transferencias afuera para el pago de proveedores o giro de utilidades.
La clave de la nueva etapa oficial es cuidar los dólares.
Moreno tiene en estos días dos objetivos que lo desvelan y que dibujan caras distintas de una misma moneda: equilibrar las cuentas externas y evitar la suba de los precios.
En otras palabras, que no se gasten dólares para importar y hacer pagos al exterior. Y que se exporte más sin necesidad de una devaluación del peso.
Por ahora, la estrategia es defensiva y concentrada en que no bajen más las reservas del Banco Central.
El marco de acción se complementa con el cepo al mercado cambiario que frena la compra de dólares y le permite al Banco Central recuperar parte de las reservas pedidas. Ayer, por caso, logró comprar US$ 278 millones.
Con dosis crecientes de arbitrariedad en las decisiones, el Gobierno va hilvanando su plan de sintonía fina para un 2012 que se presenta menos glamoroso.
Mientras Moreno busca que no suba el dólar para contener posibles subas de los alimentos, al Banco Central le vendría bien algún avance para recuperar reservas.
Los precios de las materias primas que la Argentina exporta están 20% arriba de hace un año pero a distancia del esplendor de los máximos de 2008.
La soja cotiza a US$ 420 la tonelada, lejos de los US$ 490 promedio del año y no se cree que la mayor producción del campo pueda compensar esa baja para mantener la entrada de dólares.
Los economistas comenzaron a limar los pronósticos del balance comercial para el año próximo.
El comercio exterior, dejará este año un superávit cercano a los US$ 11.000 millones. Creen que en el próximo, difícilmente se llegue a los US$ 8.000 millones.
Además, el Gobierno insistiría en usar reservas para pagar las deudas.
El Presupuesto aprobado ayer contempla el uso de US$ 5.700 millones del Central para ese fin.
Y con todo, el Gobierno tendría que buscar US$ 7.000 millones para cerrar las cuentas del año próximo.
Las tres vías para conseguir esos fondos son claras: o lo busca afuera, o lo ahorra o usa los dólares del Central.
Si hoy, en las condiciones que está, sale a buscar plata afuera, debería pagar tasas altísimas. Argentina paga tasas superiores al 12 por ciento anual en bonos en dólares. Por títulos de similar duración, Brasil paga un tercio: 4%.
El país creció y tiene una deuda baja con solidez financiera, pero no logra ganar el favor de los inversores que mantienen grados altos de desconfianza.
Para pagar menos debería terminar de normalizar la deuda con el Club de París y llegar a algún acuerdo con el FMI, posibilidad esta última que aparece alejada.
Para ahorrar, el Gobierno encaró un camino aún incierto de baja del gasto público que en el año crece a un ritmo de 35%. Alto, frente a una inflación que las provincias miden en 23% y a un dólar que sólo subió 7,5%.
Anunció la baja en etapas de los subsidios en las boletas de luz, gas y agua en Capital y GBA, con un arranque moderado.
Lo propuesto hasta ahora implicaría un ahorro de $ 5.000 millones sobre una masa de subsidios de 75.000 millones.
Ahorrar sólo 6,6% del total parece sólo destinado a intentar un cambio de expectativas.
Desde hace meses, los economistas que no están en el Gobierno sugieren una baja del ritmo de suba de algunas de las principales variables.
Creían que en el Gobierno habían “comprado” la idea de fijar una pauta de 18% para subir los sueldos en 2012.
Pero la pelea de la Presidenta con el jefe de la CGT estaría cambiando la visión en torno al nivel de moderación que el Gobierno pretende para los aumentos salariales del año próximo.
El problema es que si no se modera el gasto público, el Gobierno deberá recurrir a otras vías para conseguir dinero.
Acelerar el ritmo al que sube el dólar está por ahora descartado. Pero alguna decisión deberán tomar para aliviar las preocupaciones del secretario Moreno.
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