Riesgo país: la importancia de las instituciones

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El 28 de junio pasado el presidente Manuel Zelaya de Honduras fue arrestado y expulsado de su país, la culminación de meses de creciente conflicto político. Un hecho así suscita muchas preguntas, pero para quienes nos enfocamos en el riesgo país, sobresale una, ¿por qué no se pudieron resolver las diferencias políticas de la nación en el marco de las instituciones existentes?

Una mirada a los países de Latinoamérica indica, que aquellos con mayor calidad institucional a la larga les va mejor.

Hay muchas razones de porqué algunos Estados tienen mayor desarrollo económico que otros. Situación geográfica, historia, políticas macroeconómicas, todo esto influye. Pero cada vez más, la importancia de las instituciones crece como explicación de porqué a algunos les va tanto mejor. Las instituciones son las reglas, formales e informales, escritas o no, que gobiernan la interacción en sociedad. Los países con mayor éxito económico y paz política tienden a ser Estados, donde las reglas de juego son claras y donde la mayoría de la población las acepta y respeta.

Lamentablemente, parece ser más fácil determinar quiénes tienen institucionalidad alta que explicar porqué el resto no la posee.
En Latinoamérica, ¿quiénes demuestran mejores instituciones? ¿Y cómo medirlo? Veamos algunos ejemplos.

El caso de Chile es emblemático. Tres décadas atrás nadie pensaría que este país se terminaría convirtiendo en lo que es hoy. No había gran diferencia institucional entre Chile y Argentina. Hoy, Chile tiene estabilidad y Argentina parece ir de crisis en crisis. En Chile, las reglas se respetan y las leyes marcan límites. El Gobierno chileno ahorró durante las épocas de 'vacas gordas'.

Argentina, en cambio, llegó a tener una crisis nacional en el sector del campo, con los precios agrícolas más altos de la historia reciente.

Brasil y Lula presentan otro ejemplo. Al acercarse Lula a la Presidencia, cundían dudas de cómo manejaría el país.

¿Volveríamos a los días de crisis continuas? La respuesta no se hizo esperar. Lula demostró que en Brasil existía un acuerdo básico sobre las políticas económicas, que no cambiaba con un nuevo gobierno. Esto es una señal de instituciones que funcionan. El resultado fue que la confianza en Brasil saltó hacia arriba.

El tema de las instituciones no está desconectado de la historia y la cultura. El Caribe de habla inglesa incluye países muy ricos, como Barbados o Bahamas, y algunos muchos más pobres, como las islas de San Vicente. Pero casi todos se caracterizan por un fuerte respeto a la ley, a tal punto que la Corte de última instancia para la mayoría de estos países se encuentra en Inglaterra, y los intentos de cambiar hacia algo más autóctono encuentran resistencia de una población que valora la estabilidad de las cortes inglesas.

En años recientes, varios países han aprobado leyes permitiendo la reelección presidencial, previamente prohibida. El presidente Uribe, de Colombia, parece ser el próximo que busca seguir ese camino. ¿Esto es señal de instituciones débiles? No necesariamente. Muchos países con instituciones fuertes han cambiado las reglas que gobiernan la elección de sus líderes. En la medida en que estos cambios se realicen respetando las leyes vigentes es meramente parte de la política interna de un país. Pero cuando se va más allá de eso, y los cambios están dirigidos a debilitar a la oposición y limitar el contralor del Ejecutivo, entonces esto lleva a serios problemas de confianza en el gobierno en cuestión. Estas dudas, hoy impactan a países como Venezuela.

Aunque todavía hay grandes diferencias en Latinoamérica en temas de institucionalidad, la historia reciente demuestra que la mayoría de los países, aun cuando sea lentamente, va mejorando su posición. Si esto continúa, seguramente la percepción de riesgo país continuará mejorando.

El autor es Analista de riesgo país para Moody's Investors Service, New York