Más alineados que nunca

Por Alvaro Alba
Diario Las Americas

La Decimocuarta Cumbre de Países No Alineados está en sus últimas reuniones y despedidas en el aeropuerto. El encuentro en La Habana es una muestra que la mentalidad de la Guerra Fría no ha cesado en muchos países del Tercer Mundo. Aquella organización que se cohesionó en Belgrado, Yugoslavia, en 1961, inspirados por los principios de una reunión inicial en Bandung, Indonesia en 1956 ha ido perdiendo vigencia y queda la pompa de las reuniones y las agendas personales de las figuras que ahora pretenden monopolizar la organización.

A Cuba han acudido como es habitual en estos tipos de eventos, cientos de representantes de las naciones de todos los continentes para después seguir a Nueva York y participar en la Asamblea General de la ONU, de ahí que no nos asombre la cantidad de dignatarios presentes en la capital cubana. Lo primero que resalta a la vista es que todos los países de África están presentes en el Movimiento de Países No Alineados (NOAL) sin embargo la membresía y participación no han ayudado a resolver los problemas urgentes que afronta el continente, como tampoco ha llevado estabilidad y paz entre las naciones africanas. Todos los estados africanos pertenecen además a la Unidad Africana que acaba de anunciar el retiro de sus tropas de las zonas de conflicto en Sudán, por falta de recursos y voluntad política.

Con mucha pompa recibieron a Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe, uno de los mandatarios que aparece en cuanta lista de violadores de derechos humanos, enemigos de la prensa o la libertad de expresión. También se vio en La Habana al mandatario argelino Abdelaziz Bouteflika, cuyo nombre en la década de los sesenta Fidel Castro se negó a pronunciar y se mofó del mismo. La lista de los asistentes incluye a muchos que no pueden ser catalogados de otra manera que de dictadores. Naciones como Irán, Uzbekistán, Libia, Turkmenistán, Siria, Corea del Norte o Bielorrusia, única nación europea en el grupo no presentan unas credenciales capaces de pasar un elemental examen de democracia.
Las tres ex repúblicas soviéticas que se apuntaron en los NOAL son tres naciones donde el autoritarismo, nepotismo y la represión están a la orden del día. Cada año son enviados al banquillo de los acusados en la conferencia de derechos humanos en Ginebra de la ONU. Ya de 1979 a 1983 Cuba presidió los No Alineados en una de sus más críticas etapas y de nada valió la dirección cubana, ni la insistente diplomática de viajes y encuentros clandestinos que hacía entonces el canciller Isidoro Malmierca a instancias de Castro.

Entonces Irak e Irán estaban enfrascados en cruentos combates e inclusive la cumbre posterior a la realizada en La Habana debió ser en Bagdad, pero el conflicto bélico lo impidió y esta hubo de realizarse con un año de atraso en Nueva Delhi. No faltan en La Habana los que hablan de la inspiración martiana en el NOAL, los que buscan la permanencia de esta entidad como instrumento ahora contra Estados Unidos en la arena internacional. Los NOAL hasta que en 1973 Castro defendió a capa y espada las relaciones con la URSS fue una organización distanciada de Washington y Moscú, entonces aceptaron la retórica de Castro y la injerencia de la URSS era ayuda solidaria, cooperación internacional. Cuba se ha encargado que se ve mantuviera así en los últimos años. Desde 1992 a la fecha las cumbres han sido mero encuentro sin base para desarrollar las cooperaciones, limar las asperezas. Como siempre el cubano tiene que esperar que venga alguien de afuera para que arreglen las calles, pinten las fachadas de los edificios, llenen los huecos de las calles y funcione un poco el tendido eléctrico de la urbe. Así es cada año y será por largo tiempo. La ironía radica en que presentan la pintada de mil cien edificios como un éxito.

Cuando hace tres años, en febrero del 2003 en Kuala Lumpur, Indonesia se escogió Cuba como sede Fidel Castro no contaba que el tiempo le haría esta trastada, y Hugo Chávez no recibiría la antorcha antiimperialista para presentarla como su herencia mundial. Los NOAL han pasado a ser una organización que en vez de velar por el desarrollo de sus estados miembros (no incluyo a todos los países, pues hay excepciones como Chile, Colombia, Panamá, etc.) se dedican a la retórica contra Estados Unidos para justificar las violaciones a la democracia en sus naciones. Es una organización que pasó su hora, que los objetivos para los que fue creada se tergiversaron con el tiempo y se olvidaron al final, por lo que la vemos ahora más alineada que nunca.