Los jefes demócratas del Congreso, ante su hora más difícil

WASHINGTON.- Son horas difíciles para las espadas legislativas de Barack Obama. Las elecciones de medio término de pasado mañana supondrán una difícil prueba para la administración demócrata y para los destinos de Nancy Pelosi como titular de la Cámara de Representantes, así como de Harry Reid, en el Senado, que penden de un hilo. 

"Habrá que estar muy atento a los resultados de Nevada, donde se juega el destino de Reid en el Senado", dijo Jane Fischer, del centro de análisis estadístico de la Universidad de Dakota del Norte. "En California, el escenario es distinto. Los sondeos son favorables a los demócratas, pero eso no impide que el liderazgo de Pelosi esté en duda", añadió, en diálogo con LA NACION.

Reid se mantiene en ajustada puja por la reelección en el Senado, que le disputa la republicana Sharron Angle. La contienda se libra en un estado donde la economía se está hundiendo, con índices de desempleo por encima del promedio nacional.

Lo curioso es que los votantes parecen manifestar una visión desfavorable tanto para Reid como para Angle. Pero aun así, la republicana le lleva varios puntos de distancia.

A Reid no lo ayudó mucho presentarse como un salvador de proporciones épicas, cuando declaró: "Si no fuera por mí, estaríamos en una depresión mundial´´. Eso, en referencia a su gestión en el Senado para la aprobación de los proyectos de impulso económico que avaló Obama, cuyo efecto real los votantes ponen en duda.

Angle tampoco pareció acertar mucho al referirse al seguro de desempleo, cuyos beneficios extendió Obama como "algo bastante turbio". Aunque peor le fue con el criticado "ustedes me parecen un poco asiáticos", que soltó, con desparpajo, a estudiantes hispanos, en un acto proselitista cuya intención era congraciarse y limar desconfianzas con la comunidad hispana.

De acuerdo con una encuesta conocida ayer, Angle supera a Reid por 49 a 45 puntos. Pasado mañana se renovarán 37 de las 100 bancas del Senado.

En California

Totalmente distinto es el panorama a la hora de medir el futuro de Pelosi. Las encuestas son favorables a los demócratas en California, donde tiene su base la titular de la Cámara baja. De hecho, los demócratas acarician ya una buena elección en uno de los estados más poblados del país. Vienen con buenas encuestas tanto en el nivel de la gobernación (que ocupa hasta hoy Arnold Schwarzenegger) como en el Congreso. "A diferencia de Reid, la suerte de Pelosi no depende tanto de la elección en el distrito como sí del retroceso que podrían tener los demócratas en la Cámara", dijo Fischer.

Hoy, el partido de Obama tiene 257 de las 435 bancas, mientras que los republicanos cuentan con 178 y necesitan por lo menos 39 más para poner en jaque a Pelosi. Pero, a diferencia del Senado, aquí los sondeos pronostican un retroceso importante de los demócratas e identifican al menos 90 bancas en situación difícil, a merced del avance republicano.

Aunque, en verdad, el reinado de Pelosi tiene como tribulación adicional el hecho de que entre sus propios correligionarios hay resistencia a renovarle la presidencia. "Yo no pienso hacerlo", anticipó el demócrata por Alabama, Bobby Bright.

La popularidad de Pelosi se encuentra en el nivel más bajo: apenas uno de cada tres norteamericanos avala su gestión.