Incautaciones hechas por el Departamento de Seguridad Nacional DHS
Por Mike Shelton
Bajo el Sol
¿Es una de esas personas que piensan que mientras usted sepa que no está haciendo nada malo, no tiene nada de qué preocuparse? Si lo es, entonces la siguiente información no le molestará. Pero nos turbarán al resto de nosotros.
Un creciente número de viajeros internacionales se han quejado de computadoras portátiles (laptops), teléfonos celulares y otros aparatos digitales que desaparecen y van a parar siendo confiscados por el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS), bajo la agencia para Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos y la de Cumplimiento de las Leyes de Inmigración y Aduana de Estados Unidos.
Basándose en un reciente informe, como parte de nuestra política de registro fronterizo estas agencias tienen el derecho a incautar cualquier equipo electrónico a cualquier persona, incluyendo ciudadanos estadounidenses, sin sospecha razonable, sin causa establecida, sin notificación. Ellos pueden tomar la computadora portátil de un viajero y mantenerla incautada indefinidamente. Quizás la devuelvan a su propietario legitimo. Quizás no lo hagan.
DHS dice que las políticas han estado en vigencia ya por algo de tiempo y son razonables para prevenir el terrorismo. Las políticas indican que los oficiales pueden “detener” las computadoras “por un tiempo razonable” para “revisar y analizar información”. Esto puede ocurrir “ausente de la sospecha individualizada”.
Las políticas cubren “cualquier aparato capaz de almacenar información de forma digital o análoga,” incluyendo discos duros, flash drives, teléfonos celulares, iPods,localizadores electrónicos y cintas de video y sonido. También aplican a “todos los papeles y otra documentación escrita,” incluyendo libros, panfletos y “material escrito” tradicionalmente conocido como “basura de bolsillo”.
En abril, el Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos en San Francisco, sostuvo el poder del gobierno a conducir registros en la computadora portátil de un viajero internacional sin la sospecha de haber hecho algo malo.
Los viajeros por negocios y grupos sin fines de lucro se han quejado de que les han incautado su propiedad y se las han devuelto meses más tarde, si es que así ha sido. Ellos dicen que estos registros son invasivos, y violan los derechos de propiedad del individuo.
Yo no sé lo que usted piensa, pero esta política me hace tenerle miedo a algo más que a los terroristas.
De hecho, a pesar de las referencias en la superficie respecto a combatir el terrorismo, otros crímenes están incluidos en la mezcla.
El documento de la política declara que el poder examinar documentos y aparatos electrónicos es crucial para “detectar información concerniente al terrorismo, contrabando de narcóticos… contrabando incluyendo pornografía infantil, y otras leyes de control de importaciones o exportaciones”.
Según yo recuerdo, el Secretario de DHS, Michael Chertoff y cada uno de los demás miembros del Gobierno Federal, hacen el juramento de defender la Constitución de Estados Unidos.
Nosotros tenemos a la Constitución en tan alta estima que pondremos en libertad a los asesinos cuyos derechos han sido quebrantados por el sistema judicial.
Aún así, ¿tendremos que confiar en la palabra de aquellos en posición de autoridad que pueden estar en el proceso de violar la Constitución para proteger las leyes de importación y exportación? ¿Vale la pena invalidar el derecho del público en general a su privacidad para atrapar un contrabandista de narcóticos?
Esta es una manifiesta subversión de la provisión de la Cuarta Enmienda en contra de registros e incautaciones sin una orden correspondiente. Cuando los agentes de la Patrulla Fronteriza o de Aduanas, bajo la autoridad de DHS pueden incautar su propiedad sin causa, eso viola la Constitución. Uno no necesita ser un experto en el estudio de la Constitución para entender esto.
El Departamento de Seguridad Nacional es antes que toda una burocracia.
El impulso normal de una burocracia es buscar la expansión de su tamaño y alcance. Como burócratas supremamente confiados en su misión, y capaces de redefinir y expandir sus poderes, encontrarán la forma de expandir la lista de cosas “que se pueden registrar” como ya lo han hecho.
Primero, buscando terroristas, después buscando traficantes de drogas y de pornografía infantil.
Y después, alguien que esté quebrantando nuestras leyes de importaciones y exportaciones. El próximo año, seguramente encontrarán justificaciones para expandir dicha lista. Muy pocos desafiaran abiertamente su autoridad. Aún menos, perseguirán que sea revocada y revertida.
Tal coraje está en muy escaso abastecimiento.
Este tipo de política, hecha en nombre de mantenernos seguros, nos está transportando desde los neo-conservadores a los neo-fascistas.
Cuando digo neo-fascismo, piensen en la Segunda Guerra Mundial, la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. Hasta en el Irak de Saddam. Piensen en oficiales uniformados con el poder de hacer cualquier cosa a cualquier persona en el nombre del Gobierno.
La única “Constitución” por la que ellos se guiaron fueron las órdenes de su Alto Comando. Significó vivir sin libertades civiles.
Ellos estaban a la merced de cualquiera que golpeara a su puerta.
Preferiría ver nuestro país unificado después de otro ataque terrorista, más determinado que nunca a borrarlos del mapa, que destazarlos como un pavo de Navidad, trozo a trozo, desde dentro, nuestros derechos devorados por criaturas vestidas con trajes cuyos valores no tienen ninguna semblanza con aquello que asociaríamos con Estados Unidos.
Sólo podemos esperar que las pocas voces en el Congreso, notablemente la del senador Russ Feingold quien está batallando con esto, y el próximo Presidente puedan controlar a DHS.
Me pregunto, sin embargo, si ya sea Barack Obama o John McCain son lo suficientemente fuertes para poner de lado las protestas de la burocracia y escuchar las voces del pueblo y los espíritus de los Padres Fundadores.
Mike Shelton es un residente de Yuma y columnista invitado de The Sun.
- 23 de junio, 2013
- 21 de abril, 2021
- 31 de agosto, 2024
- 15 de agosto, 2022
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