Seminario “Los desafíos de América Latina”: En busca de una receta no populista para la región

Por Jorge Sosa
El Cronista Comercial

Rosario. Argentina – Una inusual autocrítica sobre por qué las ideas de centro y centroderecha -“iberales” fue un término muy usado, en el sentido más internacional de la palabra- encuentran hoy escasa convocatoria en Latinoamérica, la búsqueda de una receta contra el populismo -una marca registrada ya para Hugo Chávez- y algunas referencias a la Argentina, es lo que pudo escucharse hoy en Rosario, en un seminario que convocó a varios ex presidentes de la región y al ex mandatario español José María Aznar.

Tampoco faltaron los incidentes. Poco después de las 16:00 uno de los micros que trasladaba por la ciudad a participantes del encuentro, entre ellos el escritor Mario Vagas Llosa, fue atacado por grupos de manifestantes con banderas del grupo ‘Tupac‘ carteles contra Aznar y el estadounidense Roger Noriega y banderas también de Venezuela y Cuba. Luego de lo cual arrojaron proyectiles. Un policía resultó herido.

Organizado por la fundación Libertad, en su 20ª aniversario, el evento tuvo esta mañana como panel más destacado el que reunió a los ex presidentes Vicente Fox (México), Francisco Flores (El Salvador), Osvaldo Hurtado (Ecuador), Jorge Quiroga (Bolivia) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay), coordinado por el escritor Mario Vargas Llosa.

Fox diagnosticó que el problema más grave para Latinoamérica sigue siendo la pobreza y las dificultades para la educación. Aconsejó forjar una ‘clase media, aunque sea modesta, propietaria y con oportunidades‘. También habló de la necesidad de desarrollar la infraestructura con una inversión conjunta público-privada (pidió tomar como ejemplo el modelo británico de obra pública), y defendió la lucha contra los grupos terroristas como las FARC, acusando a Chávez de estar ‘en ese enredo‘.

El salvadoreño Flores habló de la Argentina cuando reconoció haber prestado especial atención al cacerolazo de esta semana. Después de presentar un debate filosófico acerca de si el individuo debe estar al servicio de la construcción de un proyecto político, de una utopía, a al revés -como él pregona- el hombre debe ser el fin último de proceso, dijo que desde su punto de vista el cacerolazo ocurrido tras el discurso de Cristina Kirchner, fue ‘una manifestación espontánea contra la insensibilidad, el tono de respuesta, y las fuerza de choque‘ de los piqueteros K.

Flores destacó que cuando lo único que importa es ‘el proyecto‘, la ‘construcción política‘ hay voces disidentes que se terminan coartando, sacrificando en pos de ese objetivo. Al hablar del futuro de la democracia en la región, llamó a no permitir que ‘por medio de los votos se terminen construyendo dictaduras‘.

La cercanía geográfica se hizo sentir en el discurso del uruguayo Lacalle, quien al hablar de la institucionalidad sostuvo que el derecho a protestar vale tanto como el derecho a circular (‘aunque pueda no sonar simpático ante lo que está pasando en la Argentina‘, reconoció). ‘A circular por los puentes inclusive‘, remarcó enseguida en la relación a la protesta de Gualeguaychú.

El cierre estuvo a cargo del ex presidente del gobierno español, el conservador José María Aznar, quien opinó que América latina necesita “más estabilidad” y consideró que el camino para lograrlo es tener “más economía de mercado, más libertad y que el estado de derecho funcione”.

En cambio, no estará finalmente Mauricio Macri: se disculpó aduciendo que debía quedarse en la Capital atento a las protestas callejeras.