El interés nacional vs la soberania de los consumidores, la incertidumbre e inflacion
El presente artículo discute las implicancias en torno a la relación entre lo que los estados han llamado el interés nacional, la soberanía del consumidor, la incertidumbre económica y la inflación dentro del actual contexto de guerras comerciales que se libran en el marco de las disputas geopolíticas y geoeconómicas entre China, los Estados Unidos y el resto de los aliados de este último. Para estos efectos analizaremos someramente como el concepto político del interés nacional ha sido manejado en gran parte para justificar las citadas beligerancias comerciales, más aún, cuando la utilización de este concepto abstracto y multi funcional ha respondido a las luchas de poder internacionales entre una potencia emergente como China y los Estados Unidos, como poder global que trata de preservar su posición en los principales escenarios internacionales.
Antecedentes históricos y orígenes del concepto de interés nacional
Es en Tucídides, donde documentalmente se encuentra el término interés nacional más remoto dentro de la historia, al respecto éste afirmaba, “que una identidad de interés es el más seguro de los lazos entre Estados o individuos” Thucydides: History of Peloponnesian War, Penguin Classic, 1974. Siguiendo con este orden de ideas el citado autor visualizaba al interés nacional como un conjunto de intereses superiores-esenciales vitales para la supervivencia de una sociedad.
Nicolás Maquiavelo, fue otro de los precursores no menos relevante e influyente, sobre la conceptualización de lo que hoy en día se entiende como interés nacional y cuyas reflexiones fueron más allá del siglo XVI, en él que fueron formuladas. Al respecto Maquiavelo sostuvo que la supervivencia, del Estado tenía que ser la principal preocupación y tarea de los gobernantes, convirtiéndose en un fin en sí mismo y señalando que para lograr de esta meta los medios eran menos importantes que el fin. Colocando así a la “razón de Estado”, como un bien decoroso y la unidad de organización política, como un imperativo moral que no puede ser juzgado de acuerdo con los criterios usados para evaluar la conducta individual de los hombres.
De igual forma es relevante destacar que para Maquiavelo el papel del Estado se apunta como esencial, no sólo de cara al futuro concepto de interés nacional, sino como un actor más en la política internacional y en la organización y gobierno de la sociedad internacional.
Es importante de cara al actual escenario internacional subrayar esta visión del papel del Estado en la escena internacional, pues ha sido la misma razón de Estado una de las principales justificaciones utilizadas en la delineación de las actuales políticas comerciales que llevan a cabo las naciones inmersas en las guerras comerciales en curso en especial China y los Estados Unidos. Y en las cuales los consumidores y agentes económicos han tenido un rol prácticamente inexistente como actores no estatales frente a la preponderancia de sus respectivos Estados.
Otro pensador que contribuyó de forma clara al concepto de interés nacional fue el filósofo Jean-Jacques Rousseau, a través de su concepto de la “voluntad general”, el cual se sustentó sobre la asunción de que una comunidad política en la que existen intereses dispares puede hablar a través de una voz común. Rousseau sostuvo que: “Sólo la voluntad general puede dirigir los poderes del Estado de tal forma que el propósito para el que ha sido instituido, que no es otro que el bien común, pueda ser alcanzado” Rousseau, Jean Jaques: “Social contract”, en Barker, E. (ed.): Social contract: Essays by Locke, Hume and Rousseau, Oxford University Press, 1960.
A diferencia de la concepción de Maquiavelo antes expuesta y la cual le da una preponderancia al Estado como el principal actor en la ejecución del interés nacional, la de Rousseau, hace hincapié al concepto de voluntad general como el motor de los poderes del estado en función del interés nacional como expresión del bien común de una sociedad.
La idea del bien común manejada por Rousseau era contraria a los intereses individuales en especial a los interese llamados por él partisanos, al respecto este sostuvo que “Cuando los intereses individuales se hacen sentir o bien determinados y reducidos grupos influencian la acción del Estado, entonces el interés común sufrirá un cambio a peor” Ibídem, pp. 269-270.
En las ideas de Rousseau al identificar la nación con el pueblo, se comienza a apreciar la concepción de “soberanía”, al que posteriormente se le sumó el adjetivo “popular”, como consecuencia de la Revolución Francesa. Con ésta, tal y como muchos historiadores señalan, se ingresó en la Era Moderna en la cual el Estado se generalizó y como secuela de ello, la idea de interés nacional nació.
La concepción de interés nacional y las teorías políticas contemporáneas
El realismo político
Los enfoques del realismo y del neorrealismo político han sido las principales corrientes que han desarrollado el concepto de interés nacional contemporáneo. Para Hans Morgenthau uno de los principales exponentes del realismo, el interés nacional es la brújula que debe guiar a los gobernantes y fuente de legitimidad de la política exterior de los Estados. Por ende, para Morgenthau el interés nacional de una nación sólo puede definirse en términos de supervivencia y poder.
El realismo político sostiene que, la política exterior y la diplomacia de las naciones deben tener como objetivo principal la: promoción, defensa y consecución de los intereses nacionales de estas, en un escenario de anarquía, en el cual los Estados dependen sólo de ellos, para garantizar su seguridad.
Este enfoque excluye en primer orden la preocupación por otros asuntos de la sociedad internacional. Y en segundo, aleja la acción de los Estados de ideales internacionalistas y procesos de integración supranacionales. Por ende, los Estados deben actuar de forma autónoma sin dejarse influenciar por estructuras ajenas al propio Estado, siendo éste el único garante de su protección, seguridad y supervivencia. Concepción esta que tienen ciertas semejanzas con el actual escenario de guerras comerciales.
El neorrealismo
A diferencia del realismo para el neorrealismo, cuyo principal referente es Kenneth Wall, el interés nacional es un factor de gran relevancia (no el único), que deriva del sistema internacional el cual se convierte en la lucha por la supervivencia de los Estados, en un hábitat de operaciones anárquico, donde no hay jurisdicción supranacional que regule de forma efectiva las relaciones entre los Estados. Para Waltz, la necesidad de seguridad es lo que con lleva a los Estados a la acumulación del poder, dando así una explicación más elaborada del factor poder en las relaciones internacionales.
Estas dos concepciones contemporáneas de lo que se ha entendido como el interés nacional son las que más se acercan y explican la realidad y el leitmotiv de los factores e intereses que han desatado las guerras comerciales con trasfondos geopolíticos y geoeconómicos en la actualidad a escala global en menor y mayor grado.
La soberanía del consumidor
Conceptos
La concepción de soberanía del consumidor ha sido utilizada para hacer referencia al rol que juegan las preferencias de los consumidores en la asignación de los recursos de una economía. Primariamente se le atribuye a William Hutt en dos de sus publicaciones Hutt, W. (1940). The economist and the public. A study of competition and opinion. Londres: Transaction Publishers, y Hutt, W. (1940), y The concept of consumers’ sovereignty. The Economic Journal, 50. No obstante, sus antecedentes se remontan a Adam Smith en su clásica obra La Riqueza de las Naciones quien aseveraba que “el consumo es el único fin y propósito de toda la producción y [que] el bienestar del productor debería ser considerado solo en la medida en que sea necesario para atender el del consumidor”. Smith, A. (1776). An inquiry about the nature and causes of the wealth of nations, p. 512).
La concepción de la soberanía del consumidor planteada por Hutt, sigue los lineamientos de Adam Smith en lo referente al rol de la producción, pues Hutt la producción es un medio para alcanzar un fin, y en tal sentido, la actividad de producción se encuentra subordinada a la disciplina de mercado dictada por la competencia y las preferencias de los consumidores, que son los que en última instancia definen la participación y estructura de la oferta de bienes y servicios a través de sus decisiones soberanas.
El concepto de soberanía del consumidor en la escuela austriaca
Para la Escuela Austriaca de Economía, la soberanía del consumidor se sustenta en la idea de que los consumidores, a través de sus decisiones de compra en un mercado libre, son los que determinan qué y cuánto se produce. Uno de los basamentos más relevantes de este concepto es el de la teoría del valor subjetivo, aportación de Ludwig von Mises la cual afirma que el valor de un bien o servicio no es intrínseco en sí mismo, sino que depende de la utilidad y la apreciación que cada individuo le otorga al mismo. Pudiendo cambiar este valor según las condiciones: como la escasez, las necesidades del momento, las preferencias o gustos de los individuos, en función de la utilidad que los bienes proporcionan individualmente a cada persona, las cuales guían sus decisiones de compra.
Siguiendo con este orden de ideas, Mises estableció una analogía en cuanto a el concepto de soberanía del consumidor respecto a lo que se entiende por democracia y mercado, al afirmar que, al igual que en el caso de un elector que escoge a sus gobernantes en un proceso electoral, el consumidor a partir de sus decisiones de consumo define qué empresa o qué servicio prevalecerá en el mercado, al afirmar que los consumidores son los verdaderos “gobernantes” de sus decisiones de compra, las cuales terminan guiando la producción de bienes y servicios en una economía.
Otro exponente de la Escuela Austriaca de Economía Friedrich von Hayek quien fue discípulo de Mises y Premio Nobel de Economía (1974), sostuvo que la “soberanía” es el resultado de un orden espontáneo y es fundamental para una sociedad libre, ya que la libertad individual se expresa a través de la elección de consumo, influyendo está en la asignación de recursos productivos, la cual debe de producirse en un estado libre de cualquier coerción, en el cual las personas no deberían de estar están sujetas a dominación alguna o a la dependencia arbitraria de la voluntad de otro u otros. De tal forma que la capacidad de los consumidores de elegir qué comprar, y de los productores de elegir qué vender, es lo que los hace efectivamente libres.
Una noción similar de la libertad de los consumidores es esbozada por otros autores de la escuela austriaca como Nozick (1974) y Waldfogel, 2005), los cuales en el caso específico del concepto de soberanía del consumidor, han destacado el valor intrínseco que otorgan los consumidores a su independencia en la adopción de sus decisiones de consumo.
Es importante resaltar que la significación del concepto de libertad empleada principalmente por la corriente de pensamiento libertaria en especial la Escuela Austriaca, asocia la soberanía del consumidor con la no intervención del Estado en las decisiones que adoptan los consumidores en los mercados sean a escala nacional o internacional.
Las guerras comerciales y sus secuelas
Las guerras comerciales y sus consiguiente políticas proteccionistas por parte de los gobiernos han tenido resultados poco alentadores en la humanidad en especial en la historia contemporanea del mundo. Las actuales guerras comerciales, con sus acuerdos parciales que han terminado imponiendo nuevos esquemas arancelarios ha generando consecuencias en las estructura de costos de los agentes económicos, como en las expectativas de inflación para los mismo y los consumidores en general, entre otras variables socioeconómicas que se han visto perjudicadas por estos escenarios comerciales.
En el reciente estudio llevado a cabo por la Reserva del Banco Federal de Richmond y el Banco de la Reserva Federal de Atlanta., como de la Universidad de Duke y CFO Survey, Titulado CFOs Report Increased Optimism as Uncertainty Fades, ofrece un importante indicativo sobre las expectativas de los decisores financieros de los EEUU, sobre algunos de los topicos arriba mencionados, en especial en el referente a las tarifas comerciales, la incertidumbre económica y la inflación entre otras variables socioeconómicas, como lo podemos observar en el siguiente gráfico.
(Gráfico 1)

Se puede observar en el (Gráfico 1), que la política comercial y los aranceles siguieron siendo la principal preocupación de los directores financieros por tercer trimestre, a pesar de haber sufrido una reducción respecto al anterior, no obstante, sigue siento el factor que más ha preocupado a los CFO. De igual forma las preocupaciones sobre la política monetaria y la inflación aumentaron, ocupando el segundo y tercer lugar.
El no que respecta a la incertidumbre se observa una disminución, del 19 % en el segundo trimestre al 11 % en la encuesta del tercer trimestre. La combinación de estos resultados es coherente con indicadores de incertidumbre en la política comercial, que han disminuido a pesar de seguir siendo la principal preocupación de los encuestados. Es probable que la firma de algunos acuerdos comerciales entre los EE. UU. y algunos de sus socios comerciales hayan reducido los niveles de incertidumbre parcialmente sobre algunos escenarios del comercio internacional.
Los demás aspectos socioeconómicas medidos en esta encuesta, son variables que presentan un nivel de sensibilidad menor a la política comercial y sujetas a otros factores internos de la economía estadounidense.
Conclusiones
Lo paradójico de estas políticas de guerras comerciales que se libran en nombre del interés nacional como sinónimo de la defensa de las grandes mayorías y de la soberanía nacional de los Estados-naciones, terminan lesionando desde la óptica de la Escuela Austriaca la soberanía de los consumidores, la incertidumbre económica y la inflación, elementos estos que representa y afectan los intereses de las grandes mayorías, sean de los consumidores como de los productores en cualquier nación a escala global. La evidencia empírica referida en el (Gráfico 1) es un claro ejemplo que corroboran esta situación en los EE. UU., pero que a su vez sirve como un referente a escala mundial.
Bibliografía
Hayek, F. (1944). The road to serfdom. Nueva York: Routledge Press.
Hayek, F. (1960). The Constitution of liberty. Chicago: The University of Chicago Press.
Hutt, W. (1940). The economist and the public. A study of competition and opinion. Londres: Transaction Publishers.
Hutt, W. (1940). The concept of consumers’ sovereignty. The Economic Journal, 50.
Gonzalo Ruiz-Díaz, (2018) Soberanía del consumidor y libertad de elección en países en desarrollo* Revista de Economía Institucional, vol. 20, núm. 38, pp. 71-95 Universidad Externado de Colombia.
Smith, A. (1776). An inquiry about the nature and causes of the wealth of nations,
The CFO Survey (2025) CFOs Report Increased Optimism as Uncertainty Fades: Duke University, Federal Reserve Bank of Richmond, and Federal Reserve Bank of Atlanta. https://www.richmondfed.org/research/national_economy/cfo_survey/data_and_results/2025/20250924_data_and_results.
El autor es abogado y politólogo mención Relaciones Internacionales de la (UCV) cuenta con postgrados en: Negociaciones Económicas Internacionales del Instituto de altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, y es MBA y Máster en Finanzas de la Universidad de Chile.
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