Conceder amnistía a los indocumentados impulsaría la economía de EE.UU.
Conceder amnistía a trabajadores indocumentados impulsaría la economía de Estados Unidos más que tratar de deportarlos, según una nueva investigación que pone de relieve la tensión entre los planes de los republicanos para combatir la inmigración ilegal y reactivar el crecimiento.
El estudio, llevado a cabo por dos economistas de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés), estima la contribución económica de los más de siete millones de trabajadores indocumentados en 3% del Producto Interno Bruto del sector privado, o US$5 billones durante una década.
La economía del sector privado de California se contraería en casi 7% si los trabajadores no autorizados, que constituyen 10% de su fuerza laboral, fueran expulsados, según la investigación.
“De perderlos, sería un golpe significativo, del orden de la Gran Recesión”, afirmó Ryan Edwards, uno de los autores, quien resaltó la diversidad de las características y las contribuciones de los trabajadores indocumentados. “Es un error pensar que tienen bajos niveles de educación y que trabajan principalmente en la agricultura. El impacto se sentiría a lo largo de una amplia gama de industrias, incluyendo finanzas y TI (tecnología de la información), donde a veces tienen remuneraciones similares a los nativos”.
Los trabajadores no autorizados ganaron un promedio de US$580 por semana en todas las industrias, casi 40% menos que los trabajadores nacidos en EE.UU. En los sectores de finanzas e informática, sin embargo, en los que constituían 2% del empleo, ganaron casi lo mismo, alrededor de US$1.300 por semana.
La producción de los sectores agropecuario, hotelero y de la construcción, cuyas fuerzas laborales tienen entre 10% y 18% de trabajadores sin papeles, caería en hasta 10%, sugiere el estudio.
Durante la campaña electoral, el presidente electo Donald Trump adoptó una dura postura contra los trabajadores indocumentados, prometiendo ayudar a expulsar a “al menos 11 millones de personas en este país que llegaron ilegalmente” (una cifra que incluye dependientes y gente que no trabaja). Sin embargo, aún no hay claridad sobre las políticas exactas que adoptará su gobierno. Trump ha dicho en varias ocasiones que se enfocaría en aquellos que cometen delitos.
El estudio halló que 55% de los aproximadamente 7,1 millones de trabajadores no autorizados provenían de México, 13% o 900.000 de Asia y la mayoría del resto de Centroamérica y Sudamérica. Si bien su contribución total a la economía fue de 3%, la cifra es menor a su participación de 5% en el empleo. Esto se debe en parte a que son menos calificados —menos de 10 años de educación en lugar de casi 14 años para los trabajadores nacidos en EE.UU.— y también debido a su estatus de indocumentados.
“Si enfrentas el riesgo de ser deportado, inviertes en menos destrezas, y los empleadores tendrán más poder de mercado sobre ti dado que tienes menos capacidad de elegir trabajos”, señaló Edwards. El estudio, que usó una serie de encuestas especiales de la Oficina del Censo de EE.UU. realizadas entre 2011 y 2013 para deducir las características de los trabajadores no autorizados, halló que los trabajadores extranjeros con papeles eran alrededor de 25% más productivos que los indocumentados, según sus ingresos, incluso cuando tenían los mismos niveles de educación y experiencia.
Otorgar amnistía a los trabajadores no autorizados incrementaría la productividad en 20%, una cifra equivalente a 0,6% del PIB, según el estudio. “Eso es dinero de verdad que estamos dejando en la mesa”, aseveró Edwards, reconociendo que tal medida crearía incentivos para otros inmigrantes que llegan a EE.UU. de forma ilegal en busca de trabajo.
En 1986, el presidente Ronald Reagan firmó una legislación que concedió amnistía a trabajadores indocumentados que habían llegado antes de 1982 y trabajaron de forma ininterrumpida en EE.UU. durante cinco años. Un estudio halló que aumentó los salarios de aquellos que aprovecharon la medida en 15% entre 1986 y 1992.
Investigaciones anteriores han demostrado que el arribo de trabajadores poco calificados puede dar lugar a sueldos más bajos para los inmigrantes que llegaron en oleadas previas y estadounidenses que no terminaron el colegio secundario. Edwards dijo que un éxodo de trabajadores inmigrantes podría ejercer una presión alcista sobre los salarios de los demás trabajadores.
“La gran pregunta es hasta qué punto la gente ingresaría a la fuerza laboral [si los indocumentados se fueran]”, señaló.
- 23 de julio, 2015
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