El juicio contra «El Nacional» de Caracas: ¡Hugo retráctate!
“Puede ser un héroe tanto el que triunfa como el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate”. – Tomás Carlyle
Muchas veces me he puesto a analizar qué es libertad de expresión. Analizando a fondo el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, vemos que reza: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y de recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Esta libertad supone que todas las personas tienen derecho de pronunciarse sin ser importunados a causa de sus ponencias. La libertad de expresión es la autonomía de indagar, recoger informaciones y publicarlas sin condición de límites a través de cualquier forma de expresión. Ahora bien hay una condición de ética imperante en los medios de comunicación social que es que cuando la noticia es errada e incierta, el medio que la pública tiene el sagrado deber de retractarse de esa información.
Todo este caso, sucedió en este, el país del coyote (personaje de comic al cual le acontecen las situaciones más inverosímiles) cuando el pasado lunes finalizó el juicio contra el diario El Nacional tras una denuncia interpuesta por Saúl Ameliach Orta contra dicho medio y su editor Miguel Henrique Otero por “difamación e injuria agravada”, tras la publicación en el periódico de señalamientos que relacionaban a Ameliach con el ex empresario acusado de narcotráfico Walid Makled.
Se puso a derecho el Editor del Diario El Nacional Dr. Miguel H. Otero ante el Tribunal 26 de Juicio para poner fin al proceso, luego de que el mismo Otero se retractara de las acusaciones hechas en el diario contra el funcionario, basadas en una entrevista hecha a Makled por el periodista Casto Ocando el 3 de abril de 2011, donde en ningún momento se nombró al director de Pequiven, empresa estatal con la que Makled realizó negocios.
Asimismo, dijo Otero que el periódico reconoció que el presidente de Pequiven fue el primero en denunciar ante la Fiscalía General de la República a Makled por una deuda que no había pagado a la empresa. En ese Juicio se demostró, con argumentos del mismo editor Dr. Miguel H. Otero, que no fue su intención, ni la del diario, perjudicar el honor, la reputación, ni la trayectoria profesional de Saúl Ameliach.
Al gobierno no le gusta que le digan la verdad, cada vez que sale alguien a decírsela apela a algún ridículo que se le ría y lo descalifique. Vimos no hace mucho como una foto publicada en el diario El Nacional, en la que se presentaba el estado de la morgue de Bello Monte en diciembre de 2009, generó que dicho periódico fuese censurado.
Pero este juicio contra un diario como El Nacional, que reconoce sus errores, es absurdo y llevado a cabo solo con la firme intensión de amedrentar a la prensa imparcial y contraria a las políticas de este gobierno, careciendo y adoleciendo de argumentación seria. Solo se lo tramita para alimentar el ego de burócratas parásitos de un liderazgo que se encuentra en sus postrimerías.
La actitud gallarda del editor del diario el Nacional es una demostración de ética pura. Eso es profesionalismo. En todos los 69 años de vida activa de este medio de comunicación, un buen porcentaje de sus noticias han sido ajustadas a los hechos. Todas las miles de reseñas sobre corrupción y demás actos delincuenciales del moribundo régimen comunista, son y han sido ciertas. Solo ésta ha sido distinta ya que el medio público una noticia que manifestó un periodista extranjero a través de una vía distinta, por lo cual El Nacional solo se hizo eco de esa misma información correspondiente a Ameliach.
El Nacional se retracta no porque la información no sea veraz, sino porque sabiendo que en este gobierno la justicia es atropellada y la mentira es premiada, prefiere retractarse y actuar de manera ética, ya que debió publicar la información como expresada por el periodista y no como noticia.
Según se me informa de este caso, algunos de los trabajadores de Pequiven, no es secreto el hecho de que han salido camiones con urea a destinos que nadie conoce ¿Tendrá que ver con Makled? ¿O con otros personajes nefastos de la droga? ¿Se acuerdan de aquella salida intempestiva de Ameliach de Pequiven cuando lo implicaron con el narcotráfico? ¿Chávez lo saco más raudo y veloz que un tiro de cañón? El Nacional se retracta porque, repito, la información salió como noticia y su editor entiende que esto no fue ético. Así como no es ético el control absoluto de la urea que tenía y tiene Pequiven para quién sabe qué. Toda Venezuela sabe y le consta que aquí es absolutamente verdad que el manejo de la urea es exclusivamente del Estado, por tanto no puede haber transparencia en la distribución de un producto altamente utilizado para la fabricación de drogas, cuando este recae en las manos de un solo hombre.
Todos los venezolanos nos sentimos orgullosos de un diario como El Nacional, que se retracta de una información mal dada. Esto sí es un medio informativo, esperamos sentirnos también orgullosos cuando el Diario Vea, La Hojilla, CATIA TV, VTV, Telesur desmientan la serie de mentiras, montajes, y ollas que han articulado contra varios representantes de la oposición. Esperamos sentirnos orgullosos cuando Escarra salga pidiendo disculpas o tragándose sus palabras de que Leopoldo López es ladrón; sentirnos orgullosos de vivir en un país en el que su presidente Chávez salga a retractarse de su desgraciada verborrea.
Pero despertemos eso nunca sucederá porque los que obran con mala intención y con total alevosía siempre callan. El chavismo está moderando su actitud, eso es cierto. He oído por ahí que ahora reconocen por descarte el gran aporte de El Nacional en cuanto a la información veraz.
Muchos se preguntan por qué no dejan hablar a Walid Makled, que es quien debería aclarar esto y no Miguel Otero. Solo falta un año para salir de esto, allí se sabrán todos los negocios turbios con Makled.
Un gobierno que no es tolerante de lo que le dicen, de quienes señalan sus errores, es incompresible. Ellos hablan de ser bolivarianos y son lo peor recordando frases de Simón quien dijo: “El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores”.
Sé que no van a parar. Un gobierno de antivalores no va hacer nada por corregirse. Solo buscan tapar las verdades que obtienen los medios escritos. Mandando a sus menguados como el Ameliach, mientras el presidente Chávez no se retracta de todas las críticas que le hace a los medios de comunicación como hoy lo hace El Nacional.
¡Hasta la próxima semana, Dios los bendiga!
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