Libertad de prensa

El País, Montevideo

En Ecuador, un juez provisorio condenó a un periodista del diario de Guayaquil "El Universo", Emilio Palacio, y a tres miembros de la junta administrativa del periódico, a tres años de prisión por el delito de injurias calumniosas contra una autoridad, a pagar a la parte actora, como indemnización, cuarenta millones de dólares, y a desembolsar los honorarios profesionales de los abogados del demandante que ascienden a dos millones de dólares. El demandante fue el presidente de aquel país, Rafael Correa. La columna que condujo a la demanda apareció en "El Universo", el domingo 6 de febrero, con el título de "NO a las mentiras". El tema eran versiones de que el gobierno consideraba perdonar a los policías que habían tomado parte en el motín del 30 se septiembre del año pasado. Es un texto vehemente donde el columnista no demuestra un léxico muy variado: en apenas 594 palabras repite nueve veces el término "dictador" para aludir a Correa.

El presidente eligió iniciar una demanda penal contra el columnista y "El Universo" que fue presentada el 21 de marzo. En ella pidió una indemnización por ochenta millones de dólares y la condena a tres años de cárcel para el columnista, el director del diario y sus dos subdirectores. El periodista renunció al diario, para protegerlo, y la propuesta de los defensores de "El Universal" de publicar una rectificación en los términos que la parte demandante propusiera, fue rechazada."El Universo" ha destacado la ejemplar celeridad con que se llevó adelante el juicio: en un período de apenas 33 horas el juez provisorio habría tomado posesión del cargo, sustanciado la audiencia de juzgamiento, estudiado un expediente de más de 5.000 páginas, escrito una sentencia de 165 carillas y notificado a las partes.

Es justo reconocer que el juez no accedió a todo lo solicitado por el demandante: fijó la indemnización en solamente cuarenta millones de dólares. El abogado del presidente ya habría anunciado que apelaría esa parte de la sentencia. El presidente Correa, por su parte, declaró a la prensa que no le interesaba "un centavo, peor de una persona como Emilio Palacio o los señores Pérez (los propietarios de "El Universo")" y que el dinero será destinado a fines adecuados que no serían de su beneficio.

Sin embargo, un caso de esta naturaleza supera ampliamente los límites de una demanda normal, entre particulares, para entrar en el más delicado terreno político.

Pedir una indemnización tan elevada y exigir la prisión del periodista y los directores de un diario se parece demasiado a un intento de utilizar un instrumento legítimo para conseguir un fin ilegítimo: sacar de circulación a un medio de prensa opositor y enviar una clara advertencia a los demás. Tiene razón la Relatoría Especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuando afirma que la sentencia "es contraria a los estándares regionales en materia de libertad de expresión, y genera un notable efecto intimidatorio y de autocensura que afecta no sólo a las personas condenadas, sino a toda la sociedad ecuatoriana". Y se trata de un pésimo antecedente regional.

"Existen muchas formas de atentar contra la libertad de prensa".