Calentamiento, ¿global o político?
Ciudad de Panamá. – ¿Cómo hemos de separar la magia de la ciencia en una época en la que se hace cada vez más difícil diferenciar entre las dos? Peor aún cuando grupos políticos o ideológicos adoptan temas ambientales como caballos de Troya, para adelantar sus particulares agendas. Me parece que la única forma es estudiando un poco los temas para separar la broza del arroz.
¿Cómo sabemos que estamos ante una embestida política e ideológica? Más que nada porque a diferencia de los temas ideológicos, la ciencia se nutre del intercambio, mientras que el discurso ideológico se mofa de opiniones contrarias.
Los temas ambientales han sido el blanco de grupos que adelantan curiosas agendas y los oímos decir con aplomo que el calentamiento definitivamente es antropogénico; es decir, causado por el hombre. Ningún grupo puede erigirse en oráculo santificado en esos temas y quien así procede deja claro su torcido sesgo. Debemos estar claros que los errores cometidos en asuntos de tal magnitud pueden tener consecuencias tan o más desastrosas que los mismos fenómenos que predican evitar.
El gran problema es que desde el instante en que abordamos el tema en modalidad de política ideológica, se pierde toda esperanza de lograr una discusión razonable y lo único que buscan las partes es ganar territorio como en un frente de combate. La lógica y la evidencia pierden importancia: se usa cuando conviene y se descarta cuando no; de manera que lo que debería ser una discusión vital se convierte en un pugilato peligroso y sin sentido.
Los grupos más expertos en esto son los socialistas de extrema, quienes se especializan en hacerse oír sin importarles cuanta idea loca lanzan a los cuatro vientos. Por supuesto que el auditorio queda confundido y sale ganando quien logra provocar las emociones más fuertes. Estos tipos encuentran buena acogida en muchos medios, ya que son creadores de espectáculos que atraen audiencia, tal como en los circos romanos; lo triste es que a la larga embrutecen a la población.
No es tan difícil diferenciar entre un fanático y quien no lo es; unos parecen ministros de una de esas curiosas sectas religiosas, mientras que otros hablan sin alarde de pasiones, y ello no hace buen circo.
Lo cierto es que los riesgos de un supuesto calentamiento o un “cambio climático” son muy complejos y difíciles de prever, además que no ocurrirán de un día para otro, lo cual hace muy difícil decidir qué, cómo y cuánto debemos hacer; particularmente si tomamos en cuenta los costos y, peor aún, de equivocarse.
Finalmente, la evolución científica y tecnológica actual dificulta visualizar el embrollo, ya que a diario se logran adelantos que cambiarán por completo el panorama tal como hoy lo vemos. En todo caso, no debemos politizar algo delicado y científico, particularmente cuando está en juego nuestro futuro.
El autor es analista panameño.
- 12 de julio, 2025
- 15 de agosto, 2022
- 15 de diciembre, 2010
Artículo de blog relacionados
ABC Digital La revolución islámica de 1979 en Irán derrocó a un régimen...
6 de junio, 2010Por Bernardo Maldonado-Kohen JorgeAsísDigital Los paraguas del hartazgo Vaya un reconocimiento hacia los...
19 de febrero, 2015Prensa Libre El Índice de Confianza de la Actividad Económica (ICAE) cae estrepitosamente....
9 de octubre, 2012The Wall Street Journal En un mundo donde el capital es escaso, las...
27 de enero, 2009