Puro humo
No hope. Esta contundente expresión inglesa, tan escuchada en el cine norteamericano, sintetiza mi estado de ánimo de cara a los próximos años bajo el gobierno kirchnerista. La frase significa que no hay margen para la esperanza. Que ha caído la noche y nada va a cambiar, por más que la Sra. Presidente use dos veces por día la cadena nacional de radio y televisión para hacer anuncios y agitar promesas que el paso de los días, o de las horas, demostrarán indefectiblemente que son mentirosas o bien intencionadas pero vanas.
Ninguna de las medidas económicas que anunció el gobierno en las últimas semanas (obra pública por $73.000 millones, préstamos por $13.000 millones, blanqueo y ahora la eliminación de la tablita de Machinea) serán capaces de atenuar el impacto recesivo de la caída de los precios internacionales de nuestros productos de exportación y de la fuga de capitales promovida por la expropiación de ahorros de las AFJP, el blanqueo y la expropiación de Aerolíneas Argentinas y Austral. La prima de riesgo-argentino ronda 19 puntos porcentuales, el mayor nivel desde diciembre de 2002. No olviden este dato jamás.
¿De dónde van a salir los fondos para la obra pública cuando hay serias dudas sobre la capacidad de servir la deuda pública en 2009? ¿Cómo harán para aumentar el volumen total de préstamos cuando la gente saca la plata de los bancos y los préstamos que el gobierno ofrece provienen del recorte del crédito a otras actividades (la plata no estaba inactiva)? ¿Por qué persuasiva razón los evasores o corruptos que desviaron fondos del circuito legal los blanquearían ahora, poniéndose en la mira telescópica de un gobierno con menos principios que ellos? ¿Por qué motivo la reversión del impuestazo de De la Rúa debería reactivar la economía? No puede disputarse que cuando los trabajadores en relación de dependencia se encuentren con un sueldo neto más elevado consumirán más. Tampoco puede negarse que cuando caiga la recaudación por esa razón subirá el riesgo de default y aumentará la fuga de capitales. Creo que el impacto recesivo de la fuga de capitales será mayor que el expansivo del aumento inducido del consumo.
Revertir la recesión es tarea imposible, incluso para un gobierno serio y competente. Lo que un buen gobierno puede hacer en estas circunstancias es atenuar la recesión. Para ello debe respetar el derecho de propiedad. Debe evitar la arbitrariedad a toda costa; o sea, no debe devaluar el peso un centavo más, no debe obligar a los bancos a comprar letras y bonos públicos, debe renegociar contratos a largo plazo con las empresas de servicios públicos y restablecer márgenes normales de rentabilidad, debe renegociar las deudas todavía en default y debe poner en marcha un proceso de apertura al comercio y la inversión extranjera, que es una forma más de decir que acá se respeta el derecho de propiedad.
La recesión no se evitará pero de esa manera podría atenuarse hacia fines de 2009. Y, por cierto, quedaríamos en un buen puesto de largada cuando la economía mundial se normalice.
- 12 de julio, 2025
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