El control de precios todo lo destruye
Por Vladimir Chelminski
El Universal
DESDE EL PRIMER GOBIERNO de Caldera en 1969, la mayor parte del tiempo la vida de los venezolanos ha sido perturbada por controles de precios sobre bienes y servicios. En los excepcionales períodos en que no fue así, siempre estuvo presente la amenaza de que serían controlados. Por eso, ni por tiempos breves tuvimos los beneficios de una economía de mercado. Se argumentó que el Gobierno tenía la obligación de velar por los intereses generales de la nación, y no por los corporativos o de minorías. De lo que no se dieron cuenta los líderes de la IV y de la V República, que con tanto afán los aplicaron, es que precisamente entre los intereses generales de la sociedad, ninguno más importante que un sistema de precios libres (regula dos por la competencia). Ingenuamente creyeron que si se controla un precio, este no sube y ya ¡no pasa más nada!
LA TRAGEDIA es que no es así. Los precios controlados puede ser que en el corto plazo se mantengan más bajos que si no hubiese regulación. Pero un gobierno debe pensar más en el largo plazo que en el corto, y no debe dejar de advertir las consecuencias negativas del control, como por ejemplo: freno en las inversiones privadas, en la contratación de personal, en los aumentos de salarios, en la calidad de los productos y servicios. Mientras tanto, desaparecen empresas, dejan de nacer otras, disminuye la competencia y los mercados se van trasladando a la calle. También aparecen nuevos ricos sin justificación (abono fértil para la corrupción) y a mucha gente se la obliga a trabajar a pérdida, lo que equivale a una moderna forma de esclavitud. Quizá lo más grave es que, si inversiones va a haber, ellas solo se darán en actividades tan superfluas que el Gobierno les deja flexibilidad en sus precios, pero no se darán en las actividades que más necesita la sociedad. Cada una de estas repercusiones es fatal, y a la larga ayudan a que los precios terminen subiendo mucho más de lo que lo harían sin controles. En los países con libertad de precios (solamente regulados por la competencia) algunos precios suben y otros bajan, pero los promedios o índices suelen ser estables. Esos países donde imperan los intercambios libres, cada día nos dejan más atrás en lo que a desarrollo económico se refiere. Hasta los gobiernos comunistas de China y Vietnam se han dado cuenta de la necesidad de liberar precios. Haberlo hecho ha sido causa principal del espectacular milagro que están viendo.
MUY MAL VAMOS a terminar si en lugar de copiar o aprender en materia de precios de los países que se han desarrollado, o que han comenzado a hacerlo, como los dos nombrados, vamos a tomar lecciones de un caballero tan desinformado como Heinz Dieterich de la Universidad Metropolitana de México, quien no contento con los controles que tan to retraso han traído aquí y donde quiera que se han aplicado, nos propone eliminar la misma noción del precio (El Universal 30-7-06. Víc tor Salmerón). Creo que si alguna sociedad la eliminó, o nunca llegó a descubrirla, no vivió para contar su retraso. De lo que estoy seguro es de que ningún país llegó a desarrollar se con controles sobre sus actividades más importantes, y menos sin precios.
- 23 de junio, 2013
- 17 de diciembre, 2017
- 15 de agosto, 2022
- 12 de marzo, 2024
Artículo de blog relacionados
El Nuevo Herald Estas últimas semanas ha estado inquieta la parte colombiana de...
18 de febrero, 2010Libertad Digital, Madrid Se ha estrenado una nueva aventura de la saga de...
7 de agosto, 2011Clarín La plaza cambiaria local cada vez se agranda más. Aunque el Gobierno...
10 de mayo, 2013La seguridad jurídica se convirtió en un tema de intenso debate en los...
22 de diciembre, 2009