La Reserva Federal informó el 15 de marzo que la producción industrial creció un 0,1 por ciento en febrero. Antes de que los políticos empiecen a celebrar, deberían darse cuenta de que el merito le corresponde al clima invernal—que impulsó la producción minera y de servicios públicos al aumentar la demanda de energía—y no a su “estímulo”. En efecto, mientras que la producción industrial total aumentó ligeramente en febrero, la industria manufacturera cayó un 0,2 por ciento. Esto quiere decir que la fuerza de la recuperación continua siendo deslucida. Considérese el ingreso personal. De acuerdo con el Departamento de Comercio, el ingreso personal se redujo en 42 estados el año pasado. Subió apenas en seis estados y el Distrito de Columbia, donde los pagos del gobierno fueron la fuerza motriz.
El anexo estadístico del Informe 2010 del Consejo de Asesores Económicos del Presidente proporciona una apreciación adicional. En 2008, la renta personal—que incluye sueldos, salarios, alquileres, intereses, dividendos y los ingresos de los propietarios de comercios, más los pagos en concepto de transferencias del gobierno—fue un estimado de $ 12,2 billones de dólares (trillones en inglés).
Este ingreso es el que disponen los individuos para adquirir bienes de consumo, pagar impuestos y ahorrar. El ingreso personal es superior al producto interno bruto (PIB) como una medida que nos dice algo acerca de los cambios en el bienestar económico de las personas según el flujo y reflujo de la economía.
En el cuarto trimestre de 2007, al cual la Oficina Nacional de Investigación Económica ha identificado como el pico de la anterior expansión de los negocios, el ingreso personal se encontraba avanzando a una tasa anual del 12,1 billones de dólares (trillones en inglés).
El ingreso personal alcanzó su pico varios meses más tarde, en el segundo trimestre de 2008, cuando estaba apenas por debajo de los 12,3 billones de dólares a una tasa anualizada. Después de tres trimestres de descenso, alcanzó un punto mínimo en el primer trimestre de 2009 en los 11,95 billones de dólares, una disminución del 2,8 por ciento. Luego se incrementó durante los tres últimos trimestres del año pasado, retornando al 99,3 por ciento de su anterior pico trimestral—dentro de una corta distancia de lo que algunos podrían considerar una recuperación completa.
Pero un examen más detenido de los datos cuenta una historia menos convincente.
Por ejemplo, los sueldos y salarios privados alcanzaron su máximo en el tercer trimestre de 2008 en 5,4 billones de dólares y luego cayeron durante los tres trimestres siguientes $ 5,1 billones. Desde entonces, este componente del ingreso personal ha recuperado sólo una pequeña fracción de su pérdida anterior, terminando 2009 a una tasa anual de 5,2 billones de dólares: un 4,4 por ciento por debajo del máximo trimestral anterior.
Sin un cambio en el empleo privado, parecen existir pocas perspectivas para un retorno a la elevada tasa anterior de los pagos de sueldos y salarios privados.
Varios componentes más pequeños del ingreso personal también siguen estando sustancialmente por debajo de sus niveles del cuarto trimestre de 2007. Los ingresos de los propietarios de negocios—es decir, los ingresos de empresas no corporativas—se encontraban aún un 3,3 por ciento abajo en el cuarto trimestre de 2009, y los ingresos por intereses y dividendos se redujeron en casi un 14 por ciento.
El ingreso de la renta personal fue la excepción al patrón, aumentando de manera constante tras el primer trimestre de 2007 y finalizando un 137 por ciento más alto en el cuarto trimestre de 2009. Esta rareza probablemente refleja las turbulencias en el mercado inmobiliario, con mucha gente pasando de una vivienda ocupada por el propietario a una vivienda alquilada. Aunque esto puede ser una buena noticia para algunos propietarios, no es una buena señal para la economía en general.
Otra señal preocupante es el aumento en el flujo de los pagos en concepto de transferencias del gobierno a los individuos. En el cuarto trimestre de 2007, estos pagos de transferencia se movían a un ritmo anual de $ 1.7 billones de dólares; en el cuarto trimestre de 2009, habían sobrepasado los 2,1 billones de dólares, un incremento del 24 por ciento en tan sólo dos años.
En 2007, las transferencias totales del gobierno a los particulares ascendieron al 14,2 por ciento del ingreso personal; a finales de 2009, constituyeron el 17,5 por ciento. Esta dependencia precipitadamente creciente en los subsidios no sugiere una recuperación saludable. En verdad, anuncia la exacerbación de lo que ya era un problema serio para la política económica de los EE.UU..
Los datos sobre los ingresos personales muestran que la recuperación ha sido más débil y menos sostenible de lo que muchos observadores la han considerado. No todas las fuentes del ingreso personal han sido creadas iguales, y en las actuales circunstancias, ni siquiera el aumento de los ingresos personales por alquiler ofrece razones para el optimismo.
Hasta ahora, la recuperación no sólo ha sido “sin empleos”, sino hueca, como una piñata sin caramelos en su interior.
Traducido por Gabriel Gasave
Una recuperación hueca
La Reserva Federal informó el 15 de marzo que la producción industrial creció un 0,1 por ciento en febrero. Antes de que los políticos empiecen a celebrar, deberían darse cuenta de que el merito le corresponde al clima invernal—que impulsó la producción minera y de servicios públicos al aumentar la demanda de energía—y no a su “estímulo”. En efecto, mientras que la producción industrial total aumentó ligeramente en febrero, la industria manufacturera cayó un 0,2 por ciento. Esto quiere decir que la fuerza de la recuperación continua siendo deslucida. Considérese el ingreso personal. De acuerdo con el Departamento de Comercio, el ingreso personal se redujo en 42 estados el año pasado. Subió apenas en seis estados y el Distrito de Columbia, donde los pagos del gobierno fueron la fuerza motriz.
El anexo estadístico del Informe 2010 del Consejo de Asesores Económicos del Presidente proporciona una apreciación adicional. En 2008, la renta personal—que incluye sueldos, salarios, alquileres, intereses, dividendos y los ingresos de los propietarios de comercios, más los pagos en concepto de transferencias del gobierno—fue un estimado de $ 12,2 billones de dólares (trillones en inglés).
Este ingreso es el que disponen los individuos para adquirir bienes de consumo, pagar impuestos y ahorrar. El ingreso personal es superior al producto interno bruto (PIB) como una medida que nos dice algo acerca de los cambios en el bienestar económico de las personas según el flujo y reflujo de la economía.
En el cuarto trimestre de 2007, al cual la Oficina Nacional de Investigación Económica ha identificado como el pico de la anterior expansión de los negocios, el ingreso personal se encontraba avanzando a una tasa anual del 12,1 billones de dólares (trillones en inglés).
El ingreso personal alcanzó su pico varios meses más tarde, en el segundo trimestre de 2008, cuando estaba apenas por debajo de los 12,3 billones de dólares a una tasa anualizada. Después de tres trimestres de descenso, alcanzó un punto mínimo en el primer trimestre de 2009 en los 11,95 billones de dólares, una disminución del 2,8 por ciento. Luego se incrementó durante los tres últimos trimestres del año pasado, retornando al 99,3 por ciento de su anterior pico trimestral—dentro de una corta distancia de lo que algunos podrían considerar una recuperación completa.
Pero un examen más detenido de los datos cuenta una historia menos convincente.
Por ejemplo, los sueldos y salarios privados alcanzaron su máximo en el tercer trimestre de 2008 en 5,4 billones de dólares y luego cayeron durante los tres trimestres siguientes $ 5,1 billones. Desde entonces, este componente del ingreso personal ha recuperado sólo una pequeña fracción de su pérdida anterior, terminando 2009 a una tasa anual de 5,2 billones de dólares: un 4,4 por ciento por debajo del máximo trimestral anterior.
Sin un cambio en el empleo privado, parecen existir pocas perspectivas para un retorno a la elevada tasa anterior de los pagos de sueldos y salarios privados.
Varios componentes más pequeños del ingreso personal también siguen estando sustancialmente por debajo de sus niveles del cuarto trimestre de 2007. Los ingresos de los propietarios de negocios—es decir, los ingresos de empresas no corporativas—se encontraban aún un 3,3 por ciento abajo en el cuarto trimestre de 2009, y los ingresos por intereses y dividendos se redujeron en casi un 14 por ciento.
El ingreso de la renta personal fue la excepción al patrón, aumentando de manera constante tras el primer trimestre de 2007 y finalizando un 137 por ciento más alto en el cuarto trimestre de 2009. Esta rareza probablemente refleja las turbulencias en el mercado inmobiliario, con mucha gente pasando de una vivienda ocupada por el propietario a una vivienda alquilada. Aunque esto puede ser una buena noticia para algunos propietarios, no es una buena señal para la economía en general.
Otra señal preocupante es el aumento en el flujo de los pagos en concepto de transferencias del gobierno a los individuos. En el cuarto trimestre de 2007, estos pagos de transferencia se movían a un ritmo anual de $ 1.7 billones de dólares; en el cuarto trimestre de 2009, habían sobrepasado los 2,1 billones de dólares, un incremento del 24 por ciento en tan sólo dos años.
En 2007, las transferencias totales del gobierno a los particulares ascendieron al 14,2 por ciento del ingreso personal; a finales de 2009, constituyeron el 17,5 por ciento. Esta dependencia precipitadamente creciente en los subsidios no sugiere una recuperación saludable. En verdad, anuncia la exacerbación de lo que ya era un problema serio para la política económica de los EE.UU..
Los datos sobre los ingresos personales muestran que la recuperación ha sido más débil y menos sostenible de lo que muchos observadores la han considerado. No todas las fuentes del ingreso personal han sido creadas iguales, y en las actuales circunstancias, ni siquiera el aumento de los ingresos personales por alquiler ofrece razones para el optimismo.
Hasta ahora, la recuperación no sólo ha sido “sin empleos”, sino hueca, como una piñata sin caramelos en su interior.
Traducido por Gabriel Gasave
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