Honduras: Violencia y clima de inversión
El Heraldo, Tegucigalpa
Honduras es un país que se debate entre la pobreza y la pobreza extrema debido a una mala distribución de la riqueza existente y al fenómeno de la corrupción, aspectos que tienen un gran impacto en la vida social, económica y política, sobre todo cuando vivimos sumidos en la violencia y la inseguridad ciudadana.
La violencia en sus distintas manifestaciones sigue siendo uno de los principales problemas que afectan el desarrollo humano, la convivencia social y la gobernabilidad democrática de Honduras.
En el país se está generalizando una cultura de muerte que se aparta de principios esenciales como ser el derecho a la vida, desde su concepción hasta su conclusión natural, al mismo tiempo se plantea que la promoción de la dignidad humana implica ante todo la afirmación del inviolable derecho a la vida.
En los últimos cinco años ocurrieron en la nación 20,590 muertes por homicidios, pasando de 2,155 víctimas en 2004 a 5,265 en 2009, es decir, se ha variado de una tasa de 30.7 a 66.8 homicidios por cada 100,000 habitantes, según datos del Observatorio de la Violencia, mientras que la tasa promedio mundial de mortalidad por homicidios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es de 8.8 por cada 100,000 habitantes.
La violencia se ha generalizado en las distintas regiones del país, aunque posee características de mayor concentración en las áreas urbanas con un 74.1% de las muertes, según los datos del monitoreo de prensa que lleva el Observatorio de la Violencia.
Honduras aparece en el Índice de Paz Global en el lugar 112 de los 144 países evaluados. El Índice de Paz Global es un indicador que mide el nivel de paz de un país, el cual en base a 24 indicadores, evalúa los países en función de la ausencia de violencia. Algunos indicadores son la cantidad de guerras internas, inestabilidad política, conflictos sociales y niveles de violencia.
Por otro lado, la mujer en Honduras vive tremendamente violentada, muchas por falta de educación sexual y reproductiva tienen hijos de diferentes padres, sin recibir ayuda para salir adelante debido a la paternidad irresponsable.
En 2010 se registraron 438 femicidios, comparada esta cifra con 2009, cuando fueron de 363, tenemos como resultado un incremento de 75 casos adicionales, lo que representa una tasa de crecimiento de 20.7%. De acuerdo a cifras del Observatorio de la Violencia, de enero a marzo del 2011 se validaron 95 femicidios, situación que es realmente preocupante.
¿Qué están haciendo los padres con los hijos para hacerle frente a la violencia que tenemos a flor de piel en el ámbito público y privado? Hay personas que fácilmente expresan sus sentimientos de matar, porque hay un mal sistema de educación, la educación está en el hogar, no en las calles.
La Policía Nacional ataca las consecuencias, no las causas de la violencia; por lo tanto, es difícil cumplir con las demandas que existen en el país, hay muertes violentas entre familias por herencias, por bebidas alcohólicas o drogas.
Las principales causas de tanta violencia están en la falta de oportunidades, desempleo, extrema pobreza, reflejada en aquellas familias que tienen apagado el fogón, con niños desnutridos y sin alimento, mientras que el narcotráfico opera con mucho dinero y logística.
Ante esta realidad se requiere mejorar la seguridad nacional y la convivencia pacífica, fortalecer los sistemas de información, prevención de la violencia de género y de los sectores vulnerables, control de las políticas armamentistas, rehabilitación social, planificación, gestión e independencia judicial.
Si queremos mejorar el clima de inversión en Honduras, es fundamental reflexionar en todos los espacios. Si la violencia aumenta, disminuye la inversión.
Por lo tanto, disminuir la violencia implica remover patrones culturales, acceso a la justicia con respeto de los derechos humanos, asistencia integral, depuración profunda y radical de la policía, mejoramiento del sistema penitenciario y depuración de las instituciones que imparten justicia.
Por otro lado, la seguridad jurídica, que está relacionada con el respeto a las leyes que rigen en el país, es indispensable para atraer la inversión. Si una persona nacional o extranjera tiene previsto invertir se guía por lo que en economía se conoce como riesgo país. Si no hay reglas bien definidas, tampoco hay inversión, porque existe el temor de perder su dinero o sus propiedades.
En consecuencia, debemos tener bien claro que el aumento de la violencia afecta la inversión pública y privada; si no hay inversión, tampoco hay generación de empleo digno y salarios dignos; por lo tanto, la población busca emigrar de manera ilegal hacia Estados Unidos de América o Europa, especialmente a España, esta situación nos lleva a la desintegración familiar y, en consecuencia, a la descomposición social que estamos viviendo en todo el país.
Debemos promover la cultura de denuncia, particularmente la violencia de género, como un problema social de orden público.
También es necesaria la reflexión y análisis de la violencia entre parejas, en las familias y entre diferentes organizaciones sociales, mediante conversatorios, para devolverle a nuestro pueblo la fe y la esperanza en que "otra Honduras es posible".
* La seguridad jurídica, que está relacionada con el respeto a las leyes que rigen el país, es indispensable para atraer la inversión.
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