El Presidente parece no estar al tanto de lo que acontece en Irak

31 de May, 2006

El 27 de mayo, el Presidente George W. Bush brindó un discurso en las ceremonias de graduación de la Academia Militar de los EE.UU. en West Point, Nueva York. Habló acerca de las acciones militares que las fuerzas estadounidenses están actualmente llevando a cabo en el Medio Oriente y otras partes. Trazando una analogía entre la Guerra Fría y “la larga guerra con el radicalismo islámico” la cual, les prometió a los cadetes, “será el centro de gran parte de sus carreras militares”, el presidente aprovechó la ocasión para reseñar las acciones que él y sus subordinados han tomado durante los pasados cinco años y para prometer que “no descansará hasta que la promesa de libertad alcance a cada pueblo y a cada nación”.

Mientras el presidente estaba hablando, los periódicos alrededor del mundo informaban sobre una investigación de la masacre de al menos dos docenas de civiles iraquíes por parte de infantes de marina estadounidenses en Haditha el 19 de noviembre de 2005. Los asesinatos habían sido falsamente denunciados inicialmente por los hombres involucrados, y, tal como lo informó el Washington Post, solamente “después de que la revista Time le presentó a los funcionarios militares en Bagdad este año los hallazgos de su propia investigación, basada en declaraciones de sobrevivientes y una cinta de video filmada por un estudiante de periodismo iraquí en el hospital de Haditha y dentro de los hogares de las victimas” las fuerzas armadas de los Estados Unidos lanzaron su propia investigación, la cual todavía se encuentra en curso.

El discurso del presidente empleó, como tales discursos por lo general lo hacen, una retórica abstracta y altisonante pensada para agitar los jugos patrióticos de los oyentes y para colocar a las acciones estadounidenses en la luz más clara posible. Los informes de la masacre en Haditha, sin embargo, irradian una luz distinta sobre la guerra. Para ilustrar las diferencias entre los dos puntos de vista de la guerra, presentados al público el mismo día, he recopilado algunas citas literales, tal como aparecen a continuación. En la medida que estos pasajes hablan por sí mismos, no haré ningún intento por expresar mis propias opiniones hasta llegar a los párrafos finales de este artículo.

1. GWB: En esta nueva guerra, hemos establecido una clara doctrina. Tras los ataques del 11 de septiembre, dije durante una sesión conjunta del Congreso: Los Estados Unidos no hacen ninguna distinción entre los terroristas y los países que los cobijan. Si usted protege a un terrorista, usted es tan culpable como los terroristas y usted es un enemigo de los Estados Unidos de América. (Aplausos). En los meses siguientes, dejé también en claro los principios que nos guiarán en esta nueva guerra: Los Estados Unidos no esperarán a ser nuevamente atacados. Confrontaremos a las amenazas antes de que las mismas se materialicen por completo. Seguiremos en una ofensiva contra los terroristas, combatiéndolos en el exterior de modo tal que no tengamos que enfrentarlos aquí en el país. (Aplausos).

1a. Sunday Times: Fotografías tomadas por la inteligencia militar estadounidense han proporcionado una evidencia crucial de que unos 24 iraquíes fueron masacrados por infantes de marina en Haditha, un reducto insurgente sobre la ribera del Eufrates. Una de ellas retrata a una madre iraquí y su joven hijo, arrodillados en el suelo, como si estuvieran rezando. Les habían disparado letalmente desde una corta distancia. Las fotografías muestran a otras victimas, a las que les dispararon al estilo de una ejecución en la cabeza y el pecho en sus hogares. Un funcionario del gobierno estadounidense dijo que las mismas revelaban que los infantes de marina involucrados habían “sufrido una total descomposición en materia de moralidad y liderazgo”.

2. GWB: La historia una vez más ha convocado a los Estados Unidos para asumir grandes responsabilidades, y estamos respondiendo al llamado de la historia con confianza.

2a. Sunday Times: Una docena de infantes de marina puede enfrentar cargos criminales incluido el de asesinato, el cual trae aparejada la pena de muerte, abandono del deber y redacción de un informe falso. Tres comandantes de la infantería de marina fueron suspendidos el mes pasado.

3. GWB: En esta nueva guerra, hemos ayudado a transformar a los antiguos adversarios en aliados democráticos.

3a. Washington Post: Los restos de los 24 yacen hoy en un cementerio llamado Camposanto de los Mártires. Perros callejeros hurgan en los hogares desiertos. “La democracia asesinó a la familia que se encontraba aquí”, declaraba un graffiti pintado sobre una de las casas.

4. GWB: Décadas de excusar y acomodar a la falta de libertad en el Medio Oriente no hicieron nada para volvernos seguros. (Aplausos). Por lo tanto mientras el Medio Oriente siga siendo un lugar donde la libertad no florece, seguirá siendo un lugar donde los terroristas fomenten el resentimiento y amenacen a la seguridad estadounidense.

4a. Washington Post: El grupo insurgente al-Qaeda en Irak dijo que envió copias de la cinta de video del estudiante de periodismo a las mezquitas en Siria, Jordania y Arabia Saudita, utilizando a las muertes de las mujeres y niños para reclutar combatientes.

5. GWB: Así que estamos persiguiendo una estrategia de libertad en el Medio Oriente. Creo que el deseo de libertad es universal—y al permanecer junto a los reformadores democráticos a través de una región turbulenta, extenderemos la libertad a millones que no la han conocido—y pondremos los cimientos de la paz para las generaciones venideras. (Aplausos).

5a. Sunday Times: Queda claro que los infantes de marina mintieron al culpar de las muertes de los 15 civiles [como está descrito en su informe] a la bomba a la vera del camino y al alegar que otros ocho iraquíes eran insurgentes que murieron en una batalla con pistolas. Cuando la semana pasada se le preguntó cuántos iraquíes fueron muertos por la bomba en la carretera, un funcionario del Pentágono dijo: “Cero”. Los infantes de marina nunca estuvieron bajo fuego hostil, agregó un vocero. Los investigadores han establecido que los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de entre tres a cinco horas. “Este no fue una explosión de fuego, sino una operación sostenida”, afirmó un funcionario del Pentágono.

6. GWB: Hemos visto a los jubilosos iraquíes bailando en las calles, manteniendo en alto sus dedos manchados con tinta, celebrando su libertad.

6a. Washington Post: Aws Fahmi, un residente de Haditha que afirmó que vio y escuchó desde su hogar cómo los infantes de marina fueron de casa en casa asesinando a los miembros de tres familias, recordando haber escuchado a su vecino del otro lado de la calle, Younis Salim Khafif, suplicando en inglés por su vida y las vidas de sus familiares. “Oí a Younis hablándole a los estadounidenses, diciendo: ”Soy un amigo. Soy bueno””, dijo Fahmi. “Pero lo mataron, y a su esposa e hijas”.

7. GWB: Los Estados Unidos combatirán a los terroristas en cada frente de batalla, y no descansaremos hasta que esta amenaza para nuestro país haya sido removida. (Aplausos).

7a. Washington Post: Era el hogar de Abdul Hamid Hassan Ali de 76 años de edad. . . . Había utilizado una silla de ruedas desde que la diabetes obligó a amputarle una pierna años atrás. . . . En la casa junto a Ali y su esposa de 66 años, Khamisa Tuma Ali, se encontraban tres hombres de mediana edad miembros de su familia, al menos una nuera y cuatro niños—Abdullah de 4 años de edad, Iman de 8, Abdul Rahman de 5 y Asia de dos meses. Los infantes de marina ingresaron a los tiros, recordaron los testigos. La mayoría de los disparos—en la casa de Ali y en otras dos—fueron disparados a una distancia tan corta que los mismos atravesaron los cuerpos de los miembros de la familia y marcaron surcos en las paredes o el piso, dijeron los médicos en el hospital de Haditha. Una nuera, identificada como Hibbah, escapó con Asia, dijeron sobrevivientes y vecinos. A Iman y Abdul Rahman les dispararon pero sobrevivieron. Abdullah de cuatro años, Ali y el resto murieron. Ali recibió nueve impactos en el pecho y el abdomen, hacienda que sus intestinos se derramasen por los orificios de salida en su espalda, según su certificado de defunción.

8. GWB: Nuestra estrategia para proteger a los Estados Unidos está basada en una clara premisa: La seguridad de nuestra nación depende del progreso de la libertad en otras naciones.

8a. Washington Post: Después de que las autoridades de Haditha reclamaron, los infantes de marina abonaron una indemnización que variaba entre $1.500 para los lugareños o $2.500 por cada uno de los 15 hombres, mujeres y niños asesinados en las dos primeras casas. Se negaron a pagar por los otros nueve hombres muertos, insistiendo que los mismos eran insurgentes. Funcionarios familiarizados con la investigación sostuvieron que se cree ahora que los nueve eran victimas inocentes. Según algunas declaraciones, la persona número 25, el padre de los cuatro hermanos que fueron asesinados juntos, resultó también muerta.

9. GWB: Nuestros enemigos son despreciativos de los pueblos libres, sosteniendo que los hombres y mujeres que viven en libertad son débiles y carecen de la resolución para defender nuestra forma de vida… Nuestros enemigos creen que el inocente puede ser asesinado para servir a una visión política.

9a. Washington Post: En Haditha, las familias de aquellos asesinados mantienen un oído atento a una emisora de radio extranjera, Radio Monte Carlo, esperando por cualquier novedad sobre el juicio de los infantes de marina. “Están aguardando la sentencia—pese a que están convencidos de que la sentencia será como la que se le dicta a alguien que mató a un perro en los Estados Unidos”, dijo Waleed Mohammed, un abogado que está preparando una demanda ante los tribunales iraquíes y las Naciones Unidas, si el juicio estadounidense defrauda. “Porque los iraquíes se han vuelto como perros a los ojos de los estadounidenses”.


Mis Fuentes para las citas precedentes son: “President Delivers Commencement Address at the United States Military Academy at West Point“; Sarah Baxter, Hala Jaber, y Ali Rifat, “Revealed: how US marines massacred 24,” The Sunday Times, 28 de mayo de 2006; y Ellen Knickmeyer, “In Haditha, Memories of a Massacre: Iraqi Townspeople Describe Slaying of 24 Civilians by Marines in Nov. 19 Incident,” Washington Post, 27 de mayo de 2006.


El niño más puro sabe cómo la investigación y el procesamiento de aquellos acusados de estas muertes continuará, con la indulgencia de todos los oficiales senior y castigando solamente a los soldados que jalaron de los gatillos, y cómo la masacre en Haditha el 19 de noviembre de 2005, será representada por cada funcionario estadounidense y por los medios de los EE.UU. en general—como un inigualablemente perverso pero completamente aberrante suceso. En su esencia, sin embargo, el mismo no fue ni único ni aberrante. Cualquiera que se haya molestado en seguir los informes de la guerra, especialmente en la prensa extranjera, sabe que asesinatos desenfrenados han tenido lugar en reiteradas ocasiones, a menudo desde el aire, debidos en parte al empleo de bombas y cohetes altamente explosivos en áreas densamente pobladas, pero usualmente en puestos de control y en conexión con patrullas, especialmente después de que bombas colocadas al borde de las carreteras han explotado cerca de las fuerzas estadounidenses o que otra acción hostil haya disparado sus ataques indiscriminados contra las personas que se encontraban a mano. De los incontables episodios de esta clase informados, algunos son discutidos en detalle en mi libro Resurgence of the Warfare State: The Crisis since 9/11 (Oakland, California: The Independent Institute, 2005), Part VII, “Slaughtering the Innocent,” pp. 153–96.

En un sentido más fundamental, no obstante, cada individuo que haya sido muerto por las fuerzas estadounidenses en Irak es victima de un asesinato, en virtud de que las fuerzas de los EE.UU. carecían de motivo alguno para invadir y ocupar al país en primer lugar—esta guerra es un caso de los libros de texto de una agresión no provocada—y los iraquíes y sus amigos tiene el derecho de actuar en defensa propia contra estos violentos invasores extranjeros.

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