Las cuestiones del género están siendo sacudidas por el masculinismo—a veces denominado los derechos de los hombres o el Movimiento de los Hombres.

Sus defensores sostienen que el mismo es una última oportunidad para restaurar la sensatez entre los sexos y la justicia para las familias. Sus enemigas feministas acusan a los masculinistas de una conducta equivocada que linda con actos criminales. Los choques de alto-perfil entrarán en erupción casi ciertamente entre los dos y las políticas públicas cambiarán. ¿Pero qué es el masculinismo?

Para entender una posición, usted precisa explorar las explicaciones ofrecidas por sus partidarios de la corriente mayoritaria. Solamente después, es provechoso escuchar a sus críticos y exponentes extremos a fin de ganar perspectiva.

Mark Toogood, activista de los derechos de los padres, ofrece una definición usual: “1. Un marco amistoso con los varones para entender los problemas sociales. 2. La creencia de que la igualdad entre los sexos requiere del reconocimiento y la eliminación del prejuicio y de la discriminación contra los hombres tanto como contra las mujeres. 3. Una complementaria, no opuesta, perspectiva al feminismo.

El tema dominante del masculinismo de la corriente mayoritaria es el de exigir una aproximación neutral en cuanto al género a los problemas sociales tales como las familias destruidas, la violencia doméstica y la reproducción. Por ejemplo, al tratar la violencia doméstica, exige que la policía, el sistema judicial y las redes sociales dejen de predefinir a las como mujeres víctimas y reconozcan que los hombres son a menudo también víctimas de la violencia doméstica.

Por el contrario, las críticas feministas sostienen que el masculinismo promueve un punto de vista exclusivamente masculino a expensas de las mujeres. Señalan las expresiones extremas y enojadas del masculinismo como si representaran al movimiento en su totalidad. Entonces, basadas en el material de esta franja radical, el masculinismo es considerado como anti-mujer.

En años recientes, los masculinistas se han centrado en los derechos del padre a la custodia, a las visitas y a la razonable manutención de los hijos. Creen que los hijos precisan de ambos padres y que los padres divorciados deberían tener derechos así como responsabilidades. Dado el alto grado de divorcios en Norteamérica, éstas no son cuestiones triviales y merecen un diálogo honesto y vigoroso.

La perspectiva de que ese diálogo ocurra ha recibido un golpe imponente por parte del “School Success by Gender: A Catalyst for the Masculinist Discourse” (“Éxito Escolar Mediante el Genero: Un Catalizador para el Discurso Masculinista”)—un informe de $75.000 financiado con impuestos y solicitado por el Status of Women Canada (Estado de las Mujeres de Canadá), una dependencia del gobierno federal canadiense. El informe ha sido llamado un declaración de guerra contra los activistas de los derechos de los hombres tanto en Canadá como en los Estados Unidos.

El “Success by Gender” observa a una amplia gama de sitios masculinistas de la Web en Canadá, los EE.UU. y en otras partes—desde los derechos del padre hasta los sitios contra la circuncisión, desde Promise Keepers hasta Men’s Health Network. Encuentra que “estos grupos están en gran medida compuestos por hombres blancos, heterosexuales y de clase media quienes no han sido exitosos en hacer frente al desafío a la masculinidad planteado por el feminismo.” Centenares de sitios y de individuos son nombrados y acusados de crear odio contra las mujeres.

Entre las recomendaciones del informe: El establecimiento (a costa del contribuyente) de una organización que supervise al Internet y que se concentre en la arenga de odio de los hombres contra las mujeres; la publicación, y la difusión, de una lista que advierta de “agrupaciones misóginas”—es decir, grupos de los derechos de los hombres; y, una investigación tendiente al enjuiciamiento de tales sitios bajo la sección 319 del Código Penal Canadiense, que trata de la expresiones de odio.

Ken Wiebe de los BC Fathers (Padres de la Columbia Británica), uno de los sitios mencionados, comenta: “Tengo muy poca paciencia con las feministas... Pero tengo una esposa, tengo hijas. Esta noción de que porque nos oponemos a la agenda política de las feministas, de alguna manera equivale a una aversión de las mujeres, es sólo propaganda. Esa es una cierta clase de campaña sucia.” La página principal de BC Fathers proclama: “Han sido nombrados individuos quienes pueden de pronto ser blanco del hostigamiento legal, financiero y legislativo previsto para silenciar a cualquier disenso de la radical variedad del feminismo que odia a los hombres.”

El ataque contra los masculinistas no es exclusivo del Canadá. El muy solicitado Informe de la Corte Familiar de California de 2002, CANOW, tuvo como objetivo tornar al sistema de la corte familiar de California aún más centrado en la madre. La Sección 4 del informe de CANOW'''' fue intitulada “Una Breve Historia del Movimiento de los Derechos del Padre.” La misma atacaba a las agrupaciones de hombres por competir con las feministas por los fondos federales y se involucraba en ataques al por mayor ad hominem contra prominentes figuras de los derechos de los hombres. Concluía que la “agenda” de las agrupaciones de los derechos del padre era “evitar las prestaciones alimentarías a los hijos, empobrecer a las mujeres y perpetuar una supraestructura patriarcal por la cual las mujeres y los hijos son subyugadas al estado de propiedad.”

A juzgar por el contragolpe, los masculinistas están teniendo un impacto. Conozco de esto personalmente porque mi sitio Web Ifeminists.com, que fomenta los derechos iguales para los hombres, ha experimentado un incremento dramático del correo con manifestaciones de hostigamiento y de odio por parte de feministas del género en los meses recientes. Cada ráfaga se centra en los derechos de los hombres.

La tensión solamente aumentará. Los hombres que reclaman el derecho de ser una parte activa de las vidas de sus hijos no claudicarán. Las mujeres que reconocen la justicia de esas demandas no se encuentran intimidadas.

El 24 de mayo, el Foro de Mujeres Independientes (IWF su sigla en inglés) publicó un abierto “Memorando a NOW” el cual hablaba de “incontables jóvenes y brillantes mujeres frustradas por la rígida propaganda feminista del odio masculino...” Con su financiamiento duplicado, el IWF anunció, “Estamos formulando una justa advertencia: las feministas extremas, que vuelvan a sus madrigueras porque el IWF está al acecho.”

La guerra del género ha virado hacia la confrontación directa. Los hombres deberían tomarse a pecho esa circunstancia. Como Gandhi una vez lo explicara: “Primero Lo ignoran. Luego se ríen de usted. Luego lo combaten. Entonces usted gana.”

Traducido por Gabriel Gasave


Wendy McElroy es Investigadora Asociada en the Independent Institute y directora de los libros del Instituto, Freedom, Feminism and the State y Liberty for Women: Freedom and Feminism in the Twenty-first Century.