Estados Unidos siempre ha sido un crisol cultural
El candidato a la vicepresidencia J.D. Vance ha recibido críticas por ofrecer consejos innecesarios a las mujeres estadounidenses sobre el parto. Estas críticas también se extienden al objetivo más amplio de Vance y otros aislacionistas, que buscan proteger la cultura estadounidense de influencias extranjeras, tanto pasadas como futuras. Su intención de purificar la cultura de elementos foráneos revela una profunda ignorancia sobre la historia de la inmigración en Estados Unidos. Por ejemplo, parece que no están al tanto de una vasta literatura histórica, como el libro de Russell Kirk, America’s British Culture, y el de John F. Kennedy, A Nation of Immigrants, que describen a Estados Unidos como un crisol que siempre ha integrado influencias extranjeras.
La influencia inglesa comenzó con la adopción del idioma inglés y el derecho consuetudinario. Ocho inmigrantes firmaron la Declaración de Independencia. Un gran porcentaje de los estadounidenses actualmente vivos, incluido Donald Trump, desciende de abuelos que fueron inmigrantes.
Si Trump buscaba un adulador como vicepresidente, podría haber elegido a alguien con un mejor conocimiento de la historia estadounidense. El gobernador Beshear de Kentucky desestimó brevemente las pretensiones de Vance de representar a los Apalaches al declarar: «No es de aquí«. ¿Tiene Vance el suficiente conocimiento sobre el origen y la evolución de los valores estadounidenses para representar al país?
Guardianes de la cultura estadounidense
Aunque Vance intenta eliminar de la cultura estadounidense cualquier influencia perniciosa de origen extranjero, no reconoce los efectos omnipresentes de la inmigración de personas e ideas en la historia de la cultura estadounidense.
La mayor parte de los estadounidenses de hoy no están muy alejados de sus antepasados extranjeros. Una encuesta de Gallup indicó que la mayoría de los estadounidenses eran la tercera generación (o menos) nacida en este país, es decir, que sus bisabuelos eran inmigrantes.
Aunque en 1924 se impusieron límites a la inmigración, la nación sigue beneficiándose de numerosos inmigrantes legales. Hijos de inmigrantes, como el presidente Obama y la vicepresidenta Kamala Harris, así como muchos inmigrantes, han efectuado importantes contribuciones en áreas como la medicina, los trabajos académicos, el espíritu emprendedor y otros campos. Los aportes de los actuales inmigrantes no se limitan a ocupaciones administrativas; una encuesta reciente en la industria láctea estadounidense revela que la mayoría de los trabajadores del sector son inmigrantes.
Américo Vespucio y Cristóbal Colón
Antes de la llegada de los colonos ingleses, los viajes de los exploradores europeos Américo Vespucio y Cristóbal Colón dejaron una huella duradera en los nombres de los distintos lugares que conforman lo que hoy son los Estados Unidos de América. Casi todos los estadounidenses reconocen la letra: «America, America, God shed His grace on thee» («América, América, Dios derramó su gracia sobre ti»), pero el término «América» proviene del nombre del explorador italiano Américo Vespucio, quien navegó para España y Portugal. ¿Desea Vance que eliminemos el nombre «Estados Unidos de América» debido a su origen extranjero? ¿Está criticando la elección que hicieron los Padres Fundadores, a quienes parece venerar? Nombres como «Colón» y «Columbia» siguen siendo ampliamente utilizados, incluso como referencia para dividir los eventos en antes y después de 1492.
El intercambio colombino y la cultura popular estadounidense
En la cultura popular estadounidense, ¿qué puede ser más común que las hamburguesas, los ‘hot dogs’ y el café matutino? Sin embargo, cuando los europeos llegaron a lo que hoy es Estados Unidos, no había cerdos ni ganado para aprovechar su carne, ni trigo para hacer panecillos, y el café no se cultivaba en EE.UU. Todos estos animales y plantas fueron introducidos en América como parte del famoso intercambio colombino. La mayoría de las personas a ambos lados del Atlántico considera la migración muy beneficiosa, a pesar de algunos efectos negativos, como la transmisión internacional de enfermedades.
Conclusión
Contrariamente a las afirmaciones de Vance y otros aislacionistas, Estados Unidos siempre ha sido y continúa siendo un crisol de influencias extranjeras que han sido omnipresentes y duraderas.
Traducido por Gabriel Gasave
El autor es es Investigador Asociado del Independent Institute y catedrático emérito de Economía y Economía Agrícola y de los Recursos en la North Carolina State University. También fue miembro del profesorado fundador de la Stockholm School of Economics-Riga, en Riga, Letonia.
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