Endeudarse, ¿cuánto? Una mirada a la ‘trampa de la liquidez’
Apelo al sentido común, a las buenas prácticas financieras cuando se recurre al endeudamiento, esto es al crédito. Permítanme, para visualizarlo y ponderarlo mejor, una pregunta: ¿es mucho endeudarse un año en el mismo importe de lo que se gana en ese año? Yo creo que no. En absoluto. Una persona que gane 65.000 € y ha tomado decisión de endeudamiento de 300.00€, que lo compromete durante ciertos años, puede hacerlo, lo que no puede hacer es mantener vivo todos los años, permanentemente, el endeudamiento. «Se reventaría». A nivel privado yo colocaría el servicio de la deuda en un 30% de los ingresos. La regla de endeudamiento público, en cambio, establecida como referencia hasta ahora, al menos, para el ámbito en la UME es del 60% del PIB. Referencia ya laxa y más cuando se contrasta con las magnitudes de endeudamiento reales, y actualmente, con fruición, desde el Ecofín, su nuevo presidente, el ministro de economía francés Bruno Le Marie, apunta hacia mayor laxitud en la regla mediante una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento1.
El PIB nominal español normal hasta 2019 (antes de la pandemia COVID 19) estaba en 1’1 billones de €, lo que producimos, nuestra renta anual. Ya en 2021 la magnitud de la deuda pública se ha situado en el 123% del PIB. Desde el año 2003 no se atisbaba inflación sorprendentemente, aunque algo apuntaba a su eventual aparición ya en septiembre de 2021 cifrada en el 3,2% poniendo nerviosos ya a muchos y, más aún, con la cifra confirmada del 6,7% al cierre de 2021. Sorprendiendo la inacción del BCE que ha seguido comprando deuda soberana2 cuando se debiera centrar en el control de la inflación y el mantenimiento del valor del €3.
Si los gobiernos se disciplinaran en sus políticas presupuestarias, como cualquier particular, ajustando el endeudamiento de forma que la amortización vía pagos se corresponda con el 30-60 % de sus ingresos anuales entonces podría justificar su endeudamiento sin que se menoscabe a esta generación y siguientes, y siempre que no aumenten la presión fiscal desincentivando.
Me parecerían así sostenibles los endeudamientos tanto públicos como los privados. Estos se han ido disciplinando notablemente reduciéndose considerablemente tras haber llegado al 170% del PIB de entre los endeudamiento público y privado. Endeudarse no es por definición malo, tampoco inmoral, si se hace correctamente, sin dilapidar los incentivos de los agentes económicos para activarse, producir, ahorrar e invertir generando crecimiento y empleo. Obligar a los agentes económicos públicos y privados a ajustarse cada año a sus respectivos ingresos es una restricción excesiva. Esto no es condición necesaria de cumplir para el sostenimiento financiero. El apalancamiento o leverage es tradición constatada y contrastada. Pero la restricción que inexorablemente debe cumplirse es que los excesos de gastos sobre ingresos (endeudamientos) de unos cuenten con los ahorros de otros, excesos de ingresos sobre gastos. Sin estos ahorros aquellos endeudamientos serían imposibles. Lo que vaya más allá de esto es fuente de inflación y desconfianza.
El dilema de la política monetaria, la política fiscal y la Macroeconomía
Las tentaciones siempre nos acompañan en “la acción humana”. La tentación de la expansión de la oferta monetaria por parte de los Bancos Centrales, creando circulación dinero fiduciario, vía «maquinita» o comprando deudas públicas (operaciones de mercado abierto) aumentando el pasivo de la autoridad monetaria, la base monetaria, y mediante la reserva fraccionaria, está muy asentada durante ya muchos años sorprendentemente. Porque tal práctica, la expansión de la oferta monetaria, generaba inflación y lo coherente era el control de la liquidez. Pero por lo visto desde ha mucho tiempo se está cómodo desde los ámbitos financieros y públicos asentados en esta patología, «la trampa de la liquidez», detectada por los bajísimos tipos de interés, llegando «el precio del dinero» prestado por el Banco Central a los Bancos o ser negativos, ¡tipos de interés negativos! ¡qué cosas! La banca pide un crédito de 100 al BCE y al cabo devuelven 98, 2€ es ganancia, no para el prestamista, sino para el prestatario. Sin «despeinarse», sin coste, con ganancia por su pasivo y, además, con la ganancia correspondiente al canalizarlo la banca a crédito (activo) por el que cobra interés, aunque bajito por la intervención monetaria.
¿Cuánto tardará la aparición de inflación? ¿Por qué no ha aflorado durante tanto tiempo? Porque los tipos de interés están intervenidos vía expansión de la oferta monetaria. La demanda de dinero se ajusta con inmediatez a la oferta dineraria porque a tan bajos tipos de interés opera «la preferencia por la liquidez» de los particulares al carecer de atractivo la rentabilidad de los bonos. Este es el punto, en que son el BCE, por un lado, el que comprando deuda pública y, los gobiernos, por otro lado, acumulando déficits, endeudamiento, los que propician el sostenimiento de los bajos tipos de interés, «la preferencia por la liquidez» y «la trampa de la liquidez». Patología añeja y rara que siempre hemos estudiado en macroeconomía y que por lo visto, se ha tornado deseada mientras la política monetaria sea infectiva para expandir la demanda agregada, por estar entrampada. ¡Qué cosas! ¡Qué dilema! ¡Algo que siempre ha sido considerado una extraña anomalía, una patología, la «trampa de la liquidez», pues generaba la ineficacia de la política monetaria por la existencia de «la preferencia por la liquidez», esto es: por la hipersensibilidad de los demandantes de dinero a los tipos de interés (cuando están muy bajos) resulta que se ha tornado en cauce normal para absorber endeudamientos públicos y mantener bajos los tipos de interés artificialmente ‘interviniendo’! ¡Qué cosas!, brotan muchas preguntas: ¿La teoría cuantitativa del dinero en entredicho? ¿La inflación no se atisbaba? ¿No aparece? Ya apuntamos que parece que sí, es más ya está aquí al cierre de 2021 con un 6,5% en España. ¿No inquieta tanta ‘calma’? ¿No inquieta este intervencionismo monetario? ¿no inquietan las tensiones contradictorias entre objetivos de los Bancos Centrales para dar verosimilitud y confianza al papel del sistema financiero? ¿Es la patología, la trampa de la liquidez, la que origina la ineficacia de la política monetaria? ¿O es al revés? ¿Es la política monetaria expansiva la que origina la patología y en esta se está bien mientras no se atisbara inflación? ¿Y también cuando ya la inflación está presente? No sé. Me inquieta. ¿Cómo responderá el sector real? ¿Vía sector privado, vía sector público o vía mixta? ¿La vía del sector público mediante expansión del gasto y del endeudamiento? Escaso margen hay salvo mantenimiento de connivencias con la autoridad monetaria, el BCE. ¿Cómo responderá el consumo y el ahorro privado, la acumulación del capital, la inversión productiva? ¿Cómo responderán las exportaciones netas? Desde luego, mientras no se atisbe inflación, si el acceso al crédito es barato sería buen momento para el apalancamiento financiero del sector empresarial privado invirtiendo (FBK) en nuevos negocios o ampliando, expandiéndose los stocks de capital, y así, tanto la oferta como la demanda agregadas, con ello las ventas, la producción, el empleo, la productividad, los salarios, la competitividad y las exportaciones netas. Todo ello si no se atisbara inflación. Pero si tal expectativa quiebra, la subida de precios, de tipos de interés y de tipo de cambio afectará negativamente a las ventas internas y externas.
Ante todas estas preguntas estamos con gran inquietud el sector privado y el sector público, tanto en nuestro país como en el resto de los países. Reflejo de ello ha sido la vigencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, también la tensión en la Unión Europea recibiendo las críticas por parte de Trump, en su día, y así mismo las críticas al Banco Central Europeo por su política monetaria ignorando, o al margen de, la estabilidad de precios. Por último, resaltar que al presente sobrevuelan nuevas incertidumbres, además de la pandemia por el Covid 19, que afectan los niveles de confianza, mutuamente requeridos, derivadas de la tensión internacional entre USA y Rusia, con el difuso o débil papel de la UE y la OTAN, en Ucrania. Ante esto todos y cada uno de forma libre, interdependiente y sensata (racional) tienen, tenemos, que operar en la toma de decisiones.
Conclusiones:
- La cuestión central presentada es: ¿hay trampa de la liquidez porque los tipos de interés son bajos y la preferencia por la liquidez opera? o, en cambio ¿los tipos de interés son artificialmente bajos propiciados por tal connivencia entre la Autoridad Monetaria, BCE, responsable de las políticas monetarias expandiendo Base Monetaria comprando deudas soberanas, y los Estados irresponsables en sus políticas crónicas, fiscales y presupuestaria, con recurrente vicio adictivo al endeudamiento?
- El verdadero peligro reside en que haya connivencia entre gobiernos intervencionistas que expanden los gastos y déficits públicos recurriendo a endeudamientos financiados por la compra del BCE de activos financieros y deudas soberanas a tipos de interés bajísimos por «trampa de liquidez».
- Situación patológica, estudiada por el análisis económico, convertida en crónica y hasta deseada por los Estados, ¿mientras no se atisbe inflación en el horizonte?
- Estos bajos tipos de interés disuaden el ahorro, de ahí su peligro.
- Ante todas estas preguntas estamos con gran inquietud el sector privado y el sector público, tanto en nuestro país como en el resto de los países. Dilemas que afectan los niveles de confianza, mutuamente requeridos.
1 Véase Mark Bassets (2022), 17.1.
2 Véase Daniel Rodríguez Asensio (2021) “Los dos errores del golpe de timón del Banco Central Europeo”. Libre Mercado. “Era cuestión de tiempo que el Banco Central Europeo moviera ficha. Lo hizo la Reserva Federal hace unas semanas y Europa no se podía quedar atrás. Porque para quienes viven del intervencionismo monetario sólo habrá una solución para los problemas sea cual sea su naturaleza: intervenir. El movimiento del BCE es claro. Ha hecho el primer cambio en la estrategia de política monetaria desde 2003 para no tener que recurrir a algo impopular y que cada vez se hace más peligroso: retirar los estímulos. Concretamente, ha cambiado su objetivo fundamental (mantener la inflación en niveles cercanos, aunque por debajo¸ del 2%), y ha establecido el objetivo del 2%, permitiendo fluctuaciones al alza o a la baja transitorias. O, dicho de otra manera, ante el más que previsible repunte en la inflación durante este año (el consenso de analistas ya está en el 3% y subiendo), el BCE se asegura la capacidad de seguir manteniendo los programas de compra de activos y la capacidad de no tener que subir los tipos de interés”.
3 Estos objetivos tradicionalmente asignados a los Bancos Centrales como parte fundamental del sistema crediticio ampliado (Autoridad Monetaria, Bancos y Cajas), en su papel como determinantes de la Oferta Monetaria, en la circulación de dinero, parecen que se desdibujan o se intentan conciliar con otros objetivos extraños o al menos sorprendentes que ya se anuncian, véase Pardo P. (2022) donde se resalta que de los 31 bancos centrales más importantes 18 tienen como mandato más importante la estabilidad de precios, algunos, además, deben velar por la estabilidad de la divisa, otros como la Reserva Federal (FED) y el BC de Nueva Zelanda también deben buscar el pleno empleo. Llegando a proponerse una nueva función extra: “ser woke” Esto es, favorecer la transición energética (el BCE y el Banco de Inglaterra analizan cómo apoyar la descarbonización de la economía), la lucha contra la desigualdad de ingresos, la justicia racial y de género y combatir el cambio climático (Jay Powell, Pdte de la FED y los aspirantes al Consejo de la FED Lisa Cook y Sara Bloom). Objetivos complejos y muchas veces contradictorios sumados a las funciones de regulación financiera de custodia y control de buenas prácticas bancarias.
Referencias:
https://www.facebook.com/JuanRamonRallo/videos/404703997493613/ Sobre la condonación de deuda pública.
https://economipedia.com/definiciones/trampa-de-liquidez.html Sobre trampa de la liquidez.
https://www.expansion.com/economia/2020/02/16/5e4910b1468aebae218b45d1.html Sobre endeudamiento privado.
https://economipedia.com/definiciones/trampa-de-liquidez.html Sobre trampa de la liquidez.
González Pérez J. M. (2005). Economía política, participación e interdependencia. Ed. GEU, Granada.
González Pérez J.M. (2021a), ¿Tipos de interés presos, efectivo sentenciado, confianza obligada de particulares?. Análisis diarios Instituto Juan de Mariana (IJM) 6.8.2021. https://juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/tipos-de-interes-presos-efectivo-sentenciado-confianza-ciega-de-los-particulares/
González Pérez J.M.(2021b), ¿Endeudarse cuánto? El dilema en la visión macroeconómica. ¿Padecemos o provocamos la trampa de la liquidez? Artículo presentado se presentó en las XIII Jornadas de Docencia en Economía, celebrado en la Universidad de Alicante el 17 y 18 de septiembre de 2021, en tales jornadas fue presentado al Premio e-publica.
Rodríguez Asencio D. (2021) https://www.libremercado.com/2021-07-11/daniel-rodriguez-asensio-errores-banco-central-europeo-inflacion–6799510/
Ugarte E., León J. y Gilberto G.(2017) LA TRAMPA DE LIQUIDEZ, HISTORIA Y TENDENCIAS DE INVESTIGACIÓN: UN ANÁLISIS BIBLIOMÉTRICO.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301703617300329 donde presentan el siguiente anexo:
Anexo 1. Los 12 artículos más citados sobre la trampa de liquidez
Autor(es) | Título | Año | Citas |
Krugman, P.R. | It’s baaack: Japan’s Slump and The Return of the Liquidity Trap. | 1998 | 354 |
Christiano, L., Eichenbaum, M. & Rebelo, S. | When is The Government spending Multiplier Large? | 2011 | 208 |
Gertler, M. & Karadi, P. | A Model of Unconventional Monetary Policy. | 2011 | 205 |
Benhabib, J., Schmitt-Grohé, S. & Uribe, M. | The Perils of Taylor Rules. | 2001 | 168 |
Eggertsson, G.B. & Krugman, P. | Debt, deleveraging, and The Liquidity Trap: A Fisher-Minsky-Koo Approach. | 2012 | 138 |
Woodford, M. | Simple Analytics of The Government Expenditure Multiplier. | 2011 | 134 |
Svensson, L.E.O. | Escaping from A Liquidity Trap and Deflation: The Foolproof Way and Others. | 2003 | 109 |
Benhabib J., Schmitt-Grohé S. & Uribe M. | Avoiding Liquidity Traps. | 2002 | 94 |
Hamilton, J.D. & Wu, J.C. | The Effectiveness of Alternative Monetary Policy Tools in a Zero Lower Bound Environment. | 2012 | 74 |
Adam, K. & Billi, R.M. | Optimal Monetary Policy under Commitment with A Zero Bound on Nominal Interest Rates. | 2006 | 68 |
Orphanides, A. & Wieland, V. | Efficient Monetary Policy Design near Price Stability. | 2000 | 65 |
Cúrdia, V. & Woodford, M. | The Central-bank Balance Sheet As An Instrument of Monetary Policy. | 2011 | 57 |
Fuente: elaboración propia con información de Scopus (fecha de actualización: 19 de octubre de 2016).
- 31 de octubre, 2006
- 23 de enero, 2009
- 23 de julio, 2015
- 13 de diciembre, 2011
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