Albania: La libertad todo lo puede solucionar

Por Victor H. Becerra y Miguel A. Cervantes
Ahora nos gustaría hablar de Albania, país que se encuentra en el lugar 26 en el ranking de libertad económica del Fraser Institute, con un puntaje de 7.8 sobre 10 (donde 10 significa la total libertad económica y 0 la nula libertad económica).
En este ranking la República de Albania se localiza entre la República Checa y Austria. Y es el único país de los Balcanes que se encuentra en el Top 30 del Índice Fraser, gracias a las profundas reformas económicas iniciadas en 1991, ante la disolución de la hasta entonces República socialista. Al respecto, es útil detenerse en este punto para entender un poco más la situación actual del país
Bajo el socialismo, Albania fue gobernada con puño de hierro por Enver Hoxha (primer ministro albanés y secretario general del Partido del Trabajo, desde 1944 y hasta su muerte en 1985). Hoxha y el Partido del Trabajo llegaron al poder al fin de la ocupación nazi y de la Segunda Guerra Mundial, por elección popular: Su candidatura única obtuvo el 92% de los votos. Ya en el poder, los comunistas trataron de establecer en Albania una República Popular similar a la yugoslava gobernada por Josip Broz Tito. Pero después giraron al modelo soviético, luego al maoísmo y finalmente, al más profundo aislamiento internacional, que buscó la autosuficiencia soberana, la aplicación estricta de los preceptos marxistas, la supeditación de toda actividad a doctrina comunista y la creación de un estado policiaco, proclamando a Hoxha como “el último defensor del auténtico marxismo-leninismo”.
En 1985, a la muerte de Hoxha, se intentaron algunas tímidas reformas económicas, sin resultados apreciables. Al final del régimen comunista, en 1991, tras intensas protestas populares, Albania era el país más pobre de Europa, con la economía más centralizada y estatalizada de toda Europa, lo que trajo como consecuencia una enorme inflación, altísimos niveles de desempleo, la huida masiva de su población y restricciones casi totales al comercio internacional.
A partir de 1991, la economía fue privatizada, reformado a profundidad su sector financiero, con masivas inversiones extranjeras en la agricultura y el turismo, se eliminaron las restricciones al comercio internacional, y su régimen político se reconvirtió a una república parlamentaria. Adicionalmente, el país se integró a todos los organismos internacionales posibles, en preparación a su aceptación como miembro pleno de la Unión Europea. Actualmente Albania tiene el status de candidato a la adhesión a la UE, desde 2014, como reconocimiento a las valientes y exitosas reformas que realizó el país.
Pero su integración aún podría tardar, no tanto por la falta de confianza en la economía o la estabilidad política del país, sino por el conflicto del Kosovo, una provincia serbia autoproclamada independiente, de mayoría albanesa, que significa un duro desafío diplomático en los Balcanes y un potencial escenario de inestabilidad, que podría involucrar a la UE si se apresura a aceptar a Albania en su seno sin antes resolver el status de Kosovo.
Volviendo a nuestro tema, los óptimos resultados de Albania en el Índice Fraser: En el primer componente del reporte tamaño del gobierno, Albania tiene una medición de 8.09/10. Este puntaje ha mejorado considerablemente ya que en 1990 el puntaje era de 4.6/10. Este puntaje se ha mejorado porque el tamaño del estado ha disminuido y las empresas paraestatales ya no tienen importancia en la economía. El ISR personal máximo es del 23 por ciento. El consumo del gobierno como parte del consumo total es relativamente bajo.
En el segundo componente del reporte, sistema legal, el puntaje es de 5.17/10. Este puntaje representa un reto. Se requiere mejorar la independencia judicial, la imparcialidad de los tribunales. También requiere mejorar en la ejecución de contratos. También es importante mejorar el mercado de bienes y raíces. Aunque en este rubro hay cosas positivas, como por ejemplo, que el Ejército no interviene en el sistema legal.
La mejora el sistema legal es un gran reto para Albania, ya que de esta forma podrá desarrollar más su sector privado
En el tercer componente del reporte, moneda sana, Albania tiene un puntaje de 9.82/10, uno de los más altos a nivel mundial. Esto es por la baja inflación y la baja variación de la inflación. Los ciudadanos albaneses tienen la libertad de tener cuentas en divisas extranjeras.
En el cuarto componente de reporte, libertad de comercio internacional, Albania tiene un puntaje de 8.2/10. Este componente ha mejorado considerablemente, ya que en 1990 era de 6.32/10. Las mejoras se deben a la reducción de aranceles, y la baja variabilidad de aranceles. El arancel promedio de nación más favorecida es de 3.6 por ciento, es más bajo que el promedio de los países desarrollados. Los procesos aduanales son bastante ágiles. Por otro lado, las barreras no arancelarias siguen siendo un reto. Albania también requiere mayor apertura en la apertura financiera, y necesita reducir los controles de capital. Albania requiere atraer más inversión extranjera y diversificarla.
En el quinto componente regulación de crédito, laboral y de negocios, Albania tiene un puntaje de 7.72/10. En regulaciones de crédito, Albania no tiene bancos estatales, los bancos son privados. Hay competencia bancaria de bancos extranjeros. No existen tasas de interés negativas. El crédito se otorga en su mayoría al sector privado. En regulaciones laborales el balance es mitigado; por un lado, tiene buenos puntos como la ausencia de servicio militar obligatorio. Además, no hay muchas restricciones en la hora de trabajo. Por otro lado, muchas de las negociaciones laborales colectivas se hacen a nivel país y no a nivel empresa. Los contratos fijos están prohibidos para puestos permanentes. La falta de flexibilidad laboral crea un alto desempleo, especialmente entre los jóvenes.
En cuestiones de regulaciones de negocios el balance es mitigado, por un lado, abrir una empresa no es costoso, y toma 4.5 días y 5 trámites. Sin embargo, hay retos para las empresas como el déficit de la administración pública imparcial, los requerimientos administrativos, la carga burocrática. Obtener los permisos de operación toman más trámites y días que el promedio de la OCDE. Pagar impuestos toma más horas que el promedio de la OCDE para llenar las declaraciones. El entorno regulatorio adverso dificulta las habilidades empresariales, y no le permite a Albania lograr todo su potencial.
En resumen, Albania ha hecho un gran trabajo en privatizar las empresas estatales, al reducir el ISR personal, la reducción de aranceles. Albania además ha hecho un gran esfuerzo en crear competencia bancaria, y buenas políticas monetarias. Para que Albania suba a los más selecto de los países en libertad económica requiere una mejora en el sistema legal, y una reforma regulatoria.
Mayor apertura comercial e integración económica permitiría aumentar la inversión, participar en las cadenas de valor, mayor integración en Europa, incrementar la productividad, creación de empleos, y crear nuevas oportunidades.
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