Armenia: La libertad económica frente al riesgo geopolítico

Por Victor H. Becerra y Miguel A. Cervantes
La República de Armenia, el país sobre el que ahora quisiéramos hablar, en relación con el impacto de la libertad económica sobre el (lugar 18 en el Índice de Libertad Económica 2020 del Fraser Institute), es un país cuyo origen se pierde en la oscuridad de los tiempos, ya apareciendo en la Biblia. Incluso, los exégetas bíblicos han identificado a Armenia como el sitio donde se encontraría el jardín del Edén, y han interpretado que el monte Ararat es la montaña sobre la cual se posó supuestamente el Arca de Noé tras el llamado Diluvio universal (Génesis 8:4). Según la tradición los apóstoles Judas Tadeo y Bartolomeo llegaron hasta armenia. De tal vastedad es su origen y su historia.
Para nuestro propósito y tema principal, sirva decir que, en las etapas moderna y contemporánea, Armenia ha tenido que vérselas contra las asechanzas de Turquía y Rusia, los poderes geoestratégicos de la zona, que en muchísimas ocasiones le han arrebatado soberanía, territorios, vidas y riquezas.
Al respecto, en 1922 Armenia fue anexionada por la hoy extinta Unión Soviética (URSS), siendo dominada con puño de hierro durante la dictadura de Iósif Stalin. En 1990, Armenia declara su soberanía y separación de la URSS, durante el colapso de ésta. La nueva situación le dio oportunidad de hacer importantes reformas para encaminarse a ser una plena economía de mercado, pero también reavivó las asechanzas de sus vecinos, especialmente Azerbaiyán y Turquía.
Las diferencias entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio del Alto Karabaj, donde habita una minoría armenia dentro del territorio de Azerbaiyán, han sido constantes, con múltiples altos al fuego y violaciones subsecuentes, llevando el conflicto hasta nuestros días, con la intervención de una gran cantidad de actores. Al día de hoy existe un alto parcial al fuego entre Armenia (respaldada por Rusia) y Azerbaiyán (respaldada por Turquía), por el cual se ha “congelado” el conflicto, con algunas ganancias territoriales para Azerbaiyán, por ahora.
A su independencia de la URSS, Armenia comenzó a consolidar un moderno sector manufacturero, que le permite establecer un dinámico intercambio con las repúblicas vecinas, a cambio de los recursos naturales de éstas, principalmente petróleo y gas. Sin embargo, los conflictos ya enunciados aquí, significaron para Armenia un fuerte declive industrial en la década de los 90s y fenómenos de hiperinflación.
Las reformas económicas subsiguientes, a partir sobre todo de 1994, la privatización de vastos sectores económicos, un marco favorable a la inversión extranjera, la incorporación del país a múltiples organismos internacionales y su participación en las corrientes del comercio mundial, junto con un enorme esfuerzo gubernamental en pro de la transparencia y la lucha contra la corrupción, han traído importantes beneficios para los armenios. Hoy Armenia es el 5to país más libre de entre los que se independizaron de la URSS, después de Georgia, Lituania, Estonia y Letonia, con el más alto Índice de Desarrollo Humano entre las repúblicas trans caucásicas.
Armenia tiene el puntaje de 7.9/10 (donde 10 es la mayor libertad económica posible) y como señalamos, ocupa el lugar 18 de 162 países en el ranking del Fraser Institute de Libertad económica 2020.
En el componente 1 del reporte, Tamaño del Gobierno, Armenia tiene el puntaje de 7.9/10. Destaca que el gasto del gobierno como porcentaje del gasto total es moderado. Las empresas del estado han disminuido considerablemente desde la caída de la Unión Soviética. El ISR máximo es del 36 por ciento, muy por arriba del ISR de Georgia, el país vecino más competitivo que tiene un ISR máximo del 20 por ciento. Este componente necesita mejorar.
En el componente 2 del reporte, Sistema Legal y Derechos de Propiedad, Armenia recibe una nota de 5.9/10. Aunque no es excelente si es más elevada que otros países de la ex Unión Soviética como Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán. Los puntos más débiles son la independencia de los tribunales. En la integridad del sistema legal, y el respeto de contratos, tiene una nota mediocre. Por otro lado, en la venta de bienes y raíces, Armenia tiene excelente puntaje, lo indica que no es costoso las transacciones de bienes y raíces, y la propiedad está protegida por un eficaz estado de derecho.
En el componente 3 del reporte, Moneda Sana, Armenia recibe una nota de 9.6/10. Destaca la baja inflación, y la baja variación de la inflación gracias al buen manejo de las variables macroeconómicas. Existe la facilidad de tener cuentas en moneda extranjera sin restricciones.
En el componente 4 del reporte, Libertad de comercio internacional, Armenia tiene una nota de 8.5/10. Armenia tiene un arancel promedio de nación más favorecida del 6.5 por ciento. Por otro lado, hay trabajo para mejorar en cuestiones de barreras no arancelarias. Por otro lado, los procesos aduaneros son bastante ágiles. Armenia tiene gran apertura financiera y, además, tiene las puertas abiertas a los visitantes, ya que no exige visas para los nacionales de muchos países.
En el componente 5, Regulación de Crédito, Mercado Laboral y Empresarial, Armenia tiene una nota de 7.8 y ha mejorado considerablemente. En las regulaciones de crédito destaca la competencia bancaria y la ausencia de tasas de interés negativas. Destaca también que Armenia tiene un mercado laboral flexible. En cuestión de regulaciones empresariales, el abrir una empresa en el país es fácil y no es costoso. De hecho, Armenia está en el lugar número 10 mundial de la facilidad para la apertura de negocios. Lo que le resta competitividad es la carga burocrática, las exigencias administrativas, y el déficit de una administración pública imparcial. Aunque para obtener los permisos de operación, Armenia se encuentra mejor que el promedio de la OCDE.
Para que Armenia continúe mejorando entre los mejores mercados libres, es importante que reduzca el impuesto sobre la renta, mejore la independencia de los tribunales, y la integridad del sistema legal. Además, es importante que Armenia se abra más al comercio internacional, y tenga una mayor apertura a la inversión extranjera de todo el mundo. Un país pequeño como Armenia necesita de todo el mundo como mercado, no puede venderle solo 3 millones de armenios. El mundo debe conocer la gran variedad de productos de Armenia y su cultura y tradiciones. Es menester una mayor reforma regulatoria para hacer más transparentes y previsibles las regulaciones.
Para finalizar, es importante advertir que el conflicto con Azerbaiyán puede poner en peligro los logros de Armenia, ya que los recursos se empezarían a enfocar a aumentar el gasto militar.
Así, Armenia debe cuidar los logros que ha obtenido y liberalizar más su economía. Mejorar más su libertad económica le permitiría más prosperidad y defenderse ante el riesgo geopolítico. Una nación próspera es una gran arma cuando se encuentra en un equilibrio geopolítico frágil, como así lo entendió Singapur.
El libre mercado le ayudará a Armenia a evitar más pruebas dolorosas en los años venideros, para que por fin tenga una paz duradera por los siguientes siglos.
- 13 de marzo, 2009
- 8 de noviembre, 2008
- 6 de octubre, 2025
- 23 de junio, 2013
Artículo de blog relacionados
El País, Madrid La izquierda latinoamericana ha vivido en los últimos años una...
10 de junio, 2012- 24 de julio, 2008
- 3 de abril, 2009
- 9 de septiembre, 2008