Anuncian en Cuba el fin de la doble moneda
El anuncio de Cuba de que eliminará
progresivamente un enrevesado sistema de doble moneda, que durante
décadas indignaba a las amas de casa y dejaba perplejos a los contables,
ha dado esperanza a consumidores y economistas, pero ha provocado
temores de un mercado negro de dinero.
El comunicado, que se hizo
público el martes, dio pocos detalles pero debería aumentar el poder
adquisitivo de los cubanos, bajar los precios para turistas, crear una
contabilidad más eficiente en las empresas estatales y aumentar los
incentivos para la exportación, según economistas.
“Bueno, me
suena como algo que la gente ha estado pidiendo, pero vamos a ver”, dijo
la maestra de La Habana Elena Martínez. “Un litro de aceite de cocinar
me cuesta casi 3 CUC. Pero mi salario es 500 pesos. Yo quiero saber cómo
esto me va a a ayudar a comprar ese aceite”.
Los cubanos han
estado quejándose del sistema de doble moneda desde que se estableció en
1994. La mayoría de sus sueldos se pagan en pesos, pero gran parte de
lo que compran y todos los bienes de importación tienen precio en pesos
convertibles o CUCs, cada uno de los cuales tiene un valor de 24 pesos o
un dólar estadounidense.
Las empresas estatales en la actualidad
reciben solo un peso por cada dólar de mercancías que exportan al
extranjero, y pagan solamente un peso por cada dólar de suministros
importados que usan, lo cual significa que tienen escasos incentivos
para aumentar la productividad o los sueldos.
El anuncio de Cuba
dijo que el gobierno había aprobado un “cronograma” para unificar
gradualmente las dos monedas —aunque no dio fechas— como parte de los
esfuerzos del gobernante Raúl Castro de permitir más fuerzas de mercado
en la economía estancada y de estilo soviético del país.
“No es
una medida que resuelve por sí sola todos los problemas actuales de la
economía, pero su aplicación es imprescindible a fin de garantizar el
restablecimiento del valor del peso cubano y de sus funciones como
dinero”.
Los cambios se aplicarán primero a las empresas y más
adelante a los individuos, dijo. No habrá “terapias de choque”, y el
gobierno notificará por adelantado cualquier devaluación, de modo que
las personas que tengan “lícitamente” CUC no serán perjudicadas.
La
unificación deberá “propiciar las condiciones para el incremento de la
eficiencia, la mejor medición de los hechos económicos y el estímulo a
los sectores que producen bienes y servicios para la exportación y la
sustitución de importaciones”, añadió el comunicado del gobierno.
Archibald
Ritter, economista de la Universidad de Carleton en Canadá, dijo que
Cuba tiene que eliminar el sistema de moneda doble porque refleja un
sistema de precios controlados y subsidiados por el gobierno que Castro
ha ido eliminando gradualmente para mejorar la economía, que lleva mucho
tiempo estancada a pesar de los enormes subsidios venezolanos.
“La
vieja economía basada en el peso ha desaparecido casi por completo”,
dijo por teléfono a El Nuevo Herald desde Ottawa. “Una moneda única
ayudaría además a las empresas cubanas a mejorar sus ingresos basados en
exportaciones y a competir contra las importaciones”.
La moneda
unificada beneficiaria también tanto a los consumidores cubanos como a
los turistas extranjeros al hacer más accesibles los precios que ahora
están fijados en CUC, dijo Ritter.
“El poder adquisitivo de los cubanos en pesos deberá aumentar significativamente con el tiempo”, agregó.
Las
fuerzas de mercado deberán con el tiempo establecer el valor de la
moneda reunificada, tal vez alrededor de 13 a 14 pesos por dólar, dijo
Ritter, quien publica el blog The Cuban Economy ( La Economía Cubana).
El
gobierno ha experimentado recientemente con tasas de cambio más
favorables para empresas estatales de exportación, tales como la
industria del azúcar, pagándoles entre 10 y 12 pesos por cada dólar
ganado.
Pero el comunicado de Cuba admitió que la unificación de
la moneda enfrentará muchas dificultades, señalando que el gobierno
tendrá que poner al día sus leyes, sus programas computarizados de
contaduría y el entrenamiento de las personas que se ocupan de las
transacciones.
La lista de dificultades no incluía el posible
renacimiento de un mercado negro de la moneda, en un pais donde las
asfixiantes regulaciones del gobierno obligan muchos cubanos a esconder
sus ganancias de negocios ilícitos o a hacer trucos con sus impuestos.
“De
ahí que pudiera desatarse en el mercado extraoficial o mercado negro
ilegal, un alza del valor del dólar norteamericano o del Euro europeo
con el propósito de salvar así el monto del dinero en exceso no
justificable por parte de sus poseedores,” escribio el comentarista
radial de Miami Max Lesnik en su columna del martes.
El mercado
negro de dinero llegó por breve tiempo a 150 pesos por dólar alrededor
de la época de la “crisis de los balseros” en 1994, cuando la demanda de
dólares estadounidenses subió estratosféricamente al mismo tiempo que
35,000 cubanos abandonaban la isla en barcos de fabricación casera.
En
la actualidad no existe un mercado negro de dinero significativo,
aunque los residentes de Cuba pueden pagar un pequeño margen para
comprar o vender dólares estadounidenses fuera del CADECA, las tiendas
oficiales de cambio de moneda. CADECA cobra una tarifa de un 10 por
ciento a los dólares estadounidenses, y ninguna a cualquier otra moneda
extranjera.
Yvonne Medina, quien trabaja en una cafetería de
Miami, dijo que estaba preocupada por su yerno en La Habana, quien
guarda miles de CUC en efectivo en su casa en ingresos no declarados de
un bed & breakfast favorecido por turistas europeos.
“Si
los tiene y viene una devaluación, él pierde. Si los reporta, lo meten
en la cárcel”, dijo Medina. “Pero él es bastante inteligente, y los
cubanos ya han estado dándole vueltas al gobierno por muchos, muchos
años”.
Rusia enfrentó una situación posiblemente parecida con el
rublo después del colapso de su gobierno comunista y su economía
centralizada en 1991.
Los extranjeros y los rusos que tenían
dólares estaban antes obligados legalmente a cambiarlos por rublos a la
tarifa oficial de uno por uno, y la KGB se aseguraba de que lo hicieran.
Pero después del colapso, un dólar podía traer 20, 30 y hasta 50 rublos
en el mercado negro, ilegal pero de fácil acceso.
Un vuelo de
tres horas en Aeroflot dentro de Rusia que costaba 400 rublos o 400
dólares estadounidenses antes del colapso llegó a costar luego $8 en
rublos del mercado negro, hasta que Aeroflot, meses después, empezó a
cobrar en dólares a los extranjeros.
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