Para Wall Street la Fed importa más que Siria
The Wall Street Journal Americas
Aunque los analistas financieros se quejen por el nerviosismo del
mercado debido a la probabilidad de que Estados Unidos ataque al
presidente sirio, Bashar al-Assad, la brutal verdad es que a Wall Street
no le importa la guerra. En este momento lo único que le importa es la
Reserva Federal.
Ninguna intervención militar de EE.UU. ha tenido un impacto medible
en los mercados no relacionados con bienes básicos desde la Guerra del
Golfo en 1991. Incluso entonces la liquidación de las acciones se
produjo cuando una fuerte alza en los precios del petróleo causaron una
recesión y no debido al temor de los inversionistas ante la
incertidumbre para invertir en general. Pese a las reiteradas
referencias a Siria en noticias y comentarios de mercado, lo mismo se
aplica ahora.
Por insensible que parezca, la idea de
que la Fed pueda reducir sus compras mensuales de bonos, probablemente a
US$60.000 millones desde US$85.000 millones, asusta más a los
inversionistas que la inmensa pérdida de vidas, el éxodo de dos millones
de refugiados y las crecientes tensiones mundiales que la crisis siria
ha generado.
Sabemos esto por el desempeño de los títulos del Tesoro de EE.UU. y
el dólar durante esta saga, y también por su evolución en conflictos
internacionales posteriores a 1991.
Si los mercados mundiales realmente caen presa del temor y la
incertidumbre, los inversionistas preferirán la liquidez de los
instrumentos del Tesoro y el refugio del dólar. Estos se fortalecerán al
unísono cuando se tensionen los mercados globales, tal como ocurrió
tras el colapso de Lehman Brothers, durante los peores momentos de la
crisis europea e, incluso, cuando Standard & Poor's retiró a EE.UU.
su calificación crediticia "AAA". Pero ahora el dólar es el único de los
dos que avanza y sus ganancias se concentran respecto de divisas de
mercados emergentes.
En cuanto a los títulos del Tesoro de EE.UU., el rendimiento de la
nota a 10 años, que se mueve en dirección opuesta a su precio, subió
hasta 2,911% el martes tras un sólido informe fabril en EE.UU., justo
por debajo del máximo de dos años registrado el 22 de agosto de 2,921%.
Aunque el mercado posteriormente cerró en 2,86%, el rendimiento se
mantuvo al alza en la jornada, por lo que analistas vaticinan que las
ventas pronto superarán el nivel psicológico de 3%. En tanto, el
rendimiento de la nota a dos años, muy popular cuando hay pánico en los
mercados, se disparó a un máximo de dos años el martes. Esto prueba con
claridad que no hay compras de refugio.
Lo que sucede es que los últimos datos económicos crean un argumento
casi irrefutable para que el Comité de Mercados Abiertos de la Fed
disminuya su estímulo. Siempre que el informe laboral del viernes no sea
horrible, parece muy probable que el FOMC así lo decida en su reunión
de política del 17 y 18 de septiembre. Eso es malo para los bonos, pero
bueno para el dólar.
Un vistazo en retrospectiva al desempeño del dólar y los títulos del
Tesoro en otras intervenciones militares estadounidenses revela un
patrón similar. Una vez que pasa el nerviosismo por un titular alarmante
-como la prueba de misiles en el Mediterráneo el martes- es claro que
el ciclo de política del banco central se sobrepone al riesgo de una
guerra como fuente de preocupación para los mercados.
Un ejemplo son los ataques de la OTAN contra Libia en marzo de 2011.
Antes y durante el conflicto, los títulos del Tesoro de EE.UU. subieron,
pero el Índice del Dólar de The Wall Street Journal cayó.
Lo contrario ocurrió cuando la OTAN bombardeó Serbia en 1999.
Entonces la Fed subió sus tasas y los inversionistas vendieron títulos
del Tesoro y compraron dólares.
Un alza conjunta de los títulos del Tesoro y el dólar ni siquiera
ocurrió entre el verano de 2002 y la primavera de 2003, período que
incluyó el prolongado prólogo a la guerra de Irak y la salida de Saddam
Hussein.
Por supuesto, los conflictos militares revisten una profunda
importancia para el mundo y, en definitiva, pueden perfilar el destino
de las economías. Si la crisis siria hace que el precio del petróleo se
mantenga sobre US$115 el barril por meses, el golpe para la economía
estadounidense podría cambiar la dinámica en los mercados de bonos y
divisas, pero solo porque dará una pausa a la Fed.
Por ahora, Assad es menos importante que el evento principal de Ben Bernanke.
- 3 de julio, 2025
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