Venezuela: Desaparece el único canal crítico de la tiranía chavista
La mayoría accionarial de la televisión venezolana
Globovisión, muy crítica con el Gobierno, será vendida a un empresario
del sector bancario y asegurador tras las elecciones presidenciales del
14 de abril debido a que presiones políticas y judiciales la hicieron
"inviable" económicamente, han informado sus propietarios.
"Hay una oferta de compra formal" y "una intención obligada
de venta", ha dicho el vicepresidente de Globovisión, Carlos Zuloaga,
en una reunión con trabajadores del canal, según una nota en su página
web. "Este proceso se concretará después de las elecciones
presidenciales del 14 de abril", ha reseñado Globovisión.
En una carta publicada más tarde en la web, el presidente
del canal, Guillermo Zuloaga, ha explicado que Globovisión es "inviable"
económicamente debido a presiones políticas del Gobierno y el cúmulo de
juicios y procedimientos administrativos pendientes contra el canal.
"Somos inviables económicamente, porque nuestros ingresos ya no cubren
nuestras necesidades de caja. (…) Somos inviables políticamente,
porque estamos en un país totalmente polarizado y del lado contrario de
un Gobierno todopoderoso que quiere vernos fracasar. Somos inviables
jurídicamente porque tenemos una concesión que termina y no hay actitud
de renovárnosla", ha escrito el empresario. "Ante esta situación de
inviabilidad", ha dicho Zuloaga, el empresario Juan Domingo Cordero "me
hizo una proposición, que sin ser lo que los accionistas hubiéramos
aspirado, me vi obligado a aceptarla".
El único canal crítico con el Gobierno
El presidente de la SIP, Jaime Mantilla, ha lamentado la
decisión, que le parece "muy grave", y le ha reprochado a Zuloaga
olvidarse "de la responsabilidad social que significa mantener un medio
independiente" en Venezuela.
Cordero es un economista y empresario ligado al negocio
bursátil, bancario y asegurador. Fue presidente de la Bolsa de Valores
de Caracas (1989-1993) y desde 2008 es el principal accionista de
Seguros La Vitalicia, según la prensa local.
Este domingo, también en la SIP, el escritor mexicano
Enrique Krauze había señalado que Globovisión fue vendido "a un
empresario cercano al régimen chavista". "Eso es grave, muy grave.
Solamente cuando existe variedad de pensamiento se puede garantizar la
democracia. Sin variedad de pensamiento se entra directo al populismo
dictatorial", subrayó Mantilla, haciéndose eco de esas versiones.
Ricardo Antela, consultor jurídico de Globovisión, ha
explicado en su cuenta en Twitter que la "oferta firme y formal" de
comprar el canal "concedería mayoría a su propietario" y que los
accionistas se han visto "forzados" a aceptarla.
La venta comprende el 80% de las acciones del canal, que
están en manos de dos familias, una de ellas la Zuloaga. El otro 20% de
la cadena fue confiscado por el Gobierno hace tres años a su
propietario, que sostiene demandas contra el Estado para intentar
recuperarlo.
El presentador del popular programa de la tarde 'Aló
Ciudadano', Leopoldo Castillo, ha explicado que la directiva busca con
la venta mantener a flote el canal y, en principio, no habría un cambio
muy marcado en su línea editorial.
Globovisión es el único canal crítico con el Gobierno que
queda transmitiendo en señal abierta, aunque con un alcance limitado a
Caracas y la cercana ciudad de Valencia. La cadena, en el aire desde
1994, acumulaba varias sanciones administrativas, multimillonarias
multas y había sido amenazada de cierre en varias ocasiones por el
Gobierno, que acusa a los socios del canal de "terroristas mediáticos".
Los responsables de Globovision han asegurado que son objeto de una
persecución política debido a su línea editorial. Sin embargo, el
Gobierno venezolano considera que estas acciones responden a razones
estrictamente legales.
Guillermo Zuloaga, actualmente en Estados Unidos, es
buscado por la justicia venezolana que lo acusa de delitos de usura y
asociación para delinquir. Para evitar el embargo de bienes y que le
revocaran la concesión de la frecuencia, el medio pagó a mediados del
año pasado una multa de 2,1 millones dólares que le impuso el ente
regulador Conatel, tras acusarlo de hacer "apología del delito" en la
cobertura periodística de un sangriento amotinamiento carcelario en
junio de 2011.
Acusando a sus directivos de golpistas, el recién fallecido
presidente Hugo Chávez (1999-2013) revocó en 2007 la concesión de Radio
Caracas Televisión (RCTV), una de las más populares del país con 53
años de historia y dura crítica del Gobierno, y la frecuencia pasó a ser
usada por la estatal TVES.
Chávez se hizo omnipresente en la vida de los venezolanos
apoyado en una poderosa red mediática estatal, con la que enfrentó a los
críticos medios privados, que en su visión, emprendían una "guerra
mediática" contra su gobierno, especialmente después de que varios de
ellos no retransmitieran las manifestaciones reclamando su vuelta al
poder tras un breve golpe de Estado que sufrió en 2002.
Amigas, amigos, compañeros de Globovisión, muy buenas tardes a todos:
La verdad es que nuestra querida Globovisión, ha sido una empresa
difícil. Desde nuestros comienzos, hace 20 años, como continuación de la
buena experiencia de mi familia con el diario El Universal, decidí
promover y montar un canal de TV totalmente dedicado a la información y
la opinión.
gracias al espíritu de equipo, profesionalismo y compromiso de esta
gran familia los hemos ido superando, cada uno en su momento.
Desde que comenzamos, hemos tenido problemas con el Gobierno, lo cual es
lógico en un canal de información. Con el último gobierno de Rafael
Caldera, cuando iniciamos nuestras transmisiones, no nos querían dar
acceso a las fuentes oficiales, hasta que comenzamos a hacer unos
reportajes sobre la situación de la frontera con Colombia y la
penetración e influencia de la guerrilla en la zona, eso obligó al
gobierno a tenernos que declarar sobre su versión de los acontecimientos
y desde ese entonces nos ganamos el respeto, que como medio
informativo, nos merecíamos.
Cuando Hugo Chávez Frías gana las elecciones del año 1998, aquí en Globovisión
decidimos darle el beneficio de la duda sin dejar de hacer periodismo y
defender nuestros principios y valores. Durante dos años logramos
trabajar bien y hasta nos ganamos el Premio Nacional de Periodismo.
Logramos abrir las estaciones de Valencia y Caricuao. Pero a partir del
año 2001, se comienzan a complicar mucho las cosas, desde que el
presidente Chávez, en uno de sus actos, levantó nuestro micrófono y nos
llamó enemigos de la revolución e insulto al padre de Alberto Federico
Ravell.
Eso me obligó a hacer el primer editorial, reclamándole al presidente
Chávez sus insultos hacia el padre de Alberto. A partir de ese momento,
nos convertimos en enemigos de un Gobierno todopoderoso, que controla
todas las instituciones y maneja un caudal de dinero inagotable.
Gracias a este gran equipo profesional, valiente y con una gran mística
hemos soportado ataques físicos, insultos y todo tipo de vejámenes.
Haciendo siempre un periodismo de gran altura y manteniendo una calidad
de pantalla que es envidia de grandes canales. Gracias al gran equipo de
abogados que nos han asistido y representado hemos logrado enfrentar
todo tipo de juicios, averiguaciones, y procedimientos administrativos
sin que nos hayan logrado sacar del aire.
Gracias a un gran equipo de ventas y la profesional atención y
vigilancia de un gran equipo administrativo hemos logrado los recursos
para mantenernos como una empresa financieramente sana. La verdad que
han sido 13 años muy duros y difíciles.
Desafortunadamente, la situación del país, de nuestro entorno, y de
nuestro campo de trabajo, en vez de mejorar en estos años se ha
empeorado con creces. La situación política y la polarización ha hecho
que los ataques a Globovisión sean cada vez más fuertes.
El año pasado, tomé la decisión de hacer todo lo que estuviera en
nuestro poder, a riesgo del capital de los accionistas y conscientes de
las implicaciones que esta actitud podría traer, para lograr que la
oposición ganara las elecciones de octubre. Era la oportunidad, como
venezolanos, para recuperar nuestro país. En Globovisión lo hicimos extraordinariamente bien y casi lo logramos, pero la oposición perdió.
Eso nos puso en una situación muy precaria como canal y como empresa,
sumándole a esto el cúmulo de procedimientos judiciales, y el tener una
concesión que vence en dos años, sin que se vea posibilidad de
renovación. Adicional a esto, el debilitamiento de la economía y su
directa consecuencia sobre nuestro flujo de caja, nos convirtió el día
de hoy en una empresa inviable.
Somos inviable económicamente, porque nuestros ingresos ya no cubren
nuestras necesidades de caja. Ni siquiera podemos subir los sueldos lo
suficiente para compensar la inflación y mucho menos para compensar la
devaluación. Somos inviables políticamente, porque estamos en un país
totalmente polarizado y del lado contrario de un gobierno todopoderoso
que quiere vernos fracasar. Somos inviables jurídicamente porque tenemos
una concesión que termina y no hay actitud de renovárnosla.
Todo lo contrario, estamos acosados por las instituciones del Estado,
apoyadas en un TSJ cómplice que las ayuda y colabora en todo aquello que
nos pueda perjudicar.
Ante esta situación de inviabilidad, que no solo se ha reflejado en las
amenazas y declaraciones de funcionarios del Gobierno, sino también en
informaciones claras y directas a mi persona, me han obligado a buscar
posibles soluciones a nuestro dilema. Me he reunido con varias personas
y grupos sin éxito y hace tres semanas fui contactado por el doctor
Juan Domingo Cordero, a quien conozco desde hace muchos años y lo
conozco como un hombre de éxito en el mundo financiero.
Me hizo una proposición, que sin ser lo que los accionistas hubiéramos
aspirado, me vi obligado a aceptarla ya que permitiría una solución que
le daría proyección en el tiempo a Globovisión y permitiría mantener nuestra nómina de casi 500 personas, que es para mí la mayor preocupación.
Esta negociación estaba lista para cerrarla esta misma semana, ante la
noticia de que tendremos elecciones el 14 de Abril, arriesgando que la
operación se cayera, tome la decisión de poner como condición firme e
irrevocable, que se realizara después de las elecciones.
Para mi satisfacción y sorpresa el día de ayer recibí una llamada donde
me informaron que aceptaban mi condición. Que entendían perfectamente mi
posición y que su intención era convertir a Globovisión
en un gran medio para nuestro público actual pero lo querían hacer
crecer para que sea la fuente de información de todos los venezolanos.
Yo la verdad, me sentí complacido por su actitud. Habrá un proceso de
transición, en el cual nos comprometimos a colaborar. Pero lo más
importante es que esto le da a Globovisión y a ustedes la posibilidad de permanecer y crecer en el tiempo.
Yo les pido, a todos, que piensen en ustedes y en su futuro, que les demos el apoyo y colaboremos para que Globovisión continúe siendo la referencia informativa de Venezuela.
Muchas gracias. Daría lo que no tengo para poder estar allá y verlos a
todos a los ojos. Los quiero mucho y entiendan siempre que el bienestar
de ustedes es mi mayor preocupación.
Un fuerte abrazo.
Guillermo Zuloaga
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