Educación: ¿Debemos dejar al gobierno una labor tan importante para la competitividad?

La educación es uno de los factores más
importantes para el desarrollo a largo plazo de un país. Es una de las bases
sobre las que descansa la competitividad porque genera mayor productividad
utilizando el conocimiento para crear productos y servicios con un mayor valor agregado.

De entre todos los recursos que pueda
tener una nación, el conocimiento es el más importante, rebasando por largo la
importancia sobre los recursos naturales, la ubicación geográfica, herencia
cultural, tamaño de la población y demás variables que podrían explicar la
competitividad y el desarrollo de un país.

Esta premisa se sustenta en la práctica
al ver los casos de países desarrollados[1]
que no cuentan con recursos naturales, una posición geográfica favorable, una
cultura milenaria o cualquier otro recurso y han logrado ser competitivos en
poco tiempo, basando su competitividad en la atracción de inversiones
nacionales y extranjeras, mejorando sus marcos institucionales, a base de la
educación y entrenamiento, progreso tecnológico, estabilidad macroeconómica,
buenos gobiernos, sofisticación empresarial y eficiencia de los mercados entre
otros.

El tema central de este ensayo es
proponer una mejora al sistema educativo público peruano – cuyo nivel esta
considerado como uno de los más bajos  mundialmente[2]
–  para lograr ser más competitivos como
país. Para esto, tomaremos como base el sistema propuesto por el economista ganador
del premio nobel Milton Friedman, el Sistema
de Cupones.

Para este fin, haremos un preámbulo sobre
la competitividad y luego pasaremos al desarrollo del tema central.

La
competitividad

La competitividad es una medida de la productividad
que tiene una nación. Es una medida de eficiencia en el uso de recursos 0 un
ratio de producción a uso de recursos. Mientras fabriquemos productos que se
puedan vender a mejores precios con la mínima utilización de recursos, seremos más
productivos porque agregamos mayor valor a nuestros recursos. La
competitividad, mide “el valor” – no la cantidad – de productos y servicios
producidos por unidad de recursos humanos, capital, y recursos naturales.

La productividad se sostiene en dos
factores. (1) El valor de los productos y servicios nacionales, medidos por los
precios a los que se pueden vender en los mercados nacionales e internacionales
y (2) la eficiencia con la que se pueden producir.

Beneficios
de una alta productividad

Son múltiples. Para los países trae
prosperidad. Para las empresas, trae más ingresos y eficiencia – lo cual se
puede traducir en mejores márgenes. Para las personas trae mejor calidad de
vida porque los sueldos reales y capacidad de compra de bienes y servicios
mejoran. Para el gobierno trae más ingresos para sus programas y proyectos.

Como cita Michael E. Porter[3].
La competitividad es una tarea en la que intervienen tres participantes. El
sector público, el sector privado y la academia.

Labor
del gobierno en la competitividad

Los empresarios son los creadores de la
riqueza en una nación y luego el gobierno toma una parte de esta para sus
programas. Por tanto, si uno de los objetivos de los países es eliminar la
pobreza o aumentar los ingresos de los ciudadanos, los gobiernos deben cumplir
una “labor facilitadora a la creación de riqueza”, una labor que como veremos
debe ser casi logística.

La filosofía de operación para los
gobiernos debe ser el “Dejar Hacer” o laissez
faire. Evitar entorpecer la creación de riqueza con la típica corrupción,
ineficiencia y burocracia gubernamentales de tal forma que se crea más riqueza
y más peruanos salen beneficiados a la vez que el gobierno recibirá más
ingresos por el crecimiento de la recaudación.

Las políticas restrictivas[4]
a la creación de riqueza generan una pérdida en la competitividad porque vuelven
al ambiente de negocios menos eficiente, menos productivo y excluyente. Corrupción,
ineficiencia y burocracia gubernamentales, altos impuestos y sus regulaciones
que dificultan su cálculo, impuestos anti técnicos, aranceles elevados, leyes
laborales restrictivas, trabas burocráticas al registro de propiedad, regulaciones,
permisos, licencias y demás argucias gubernamentales ralentizan y entorpecen el
ambiente de negocios logrando un desarrollo microeconómico débil y la
proliferación espontánea de la  informalidad.

“La informalidad surge cuando los
costos de circunscribirse al marco legal y normativo de un país son superiores
a los beneficios que ello conlleva[5]”.
En el caso peruano, es innegable que los costos de ser formal, algunos
mencionados en el párrafo anterior, son más altos que los beneficios y por eso
los resultados que a continuación resumimos: Según la cámara de comercio de
Lima, el Perú es el sexto país más informal del mundo[6]
con una informalidad de alrededor de 60-70% de empresarios[7]
que producen alrededor de un 60% del PBI[8]
y con alrededor de un 45% de empleados y auto empleados informales que
pertenecen a la población económicamente activa.

Las políticas gubernamentales
restrictivas causan la reacción espontánea de la población en forma de
informalidad y a pesar de esta realidad que todos conocen, el Estado parece ser
el único que la ignora ya que sigue sacando cada día más regulaciones que entorpecen
la inclusión social de los peruanos emergentes. Es labor del gobierno crear y
respetar marcos legales e institucionales simples, que toda la población
entienda y se sienta motivada a acogerse. Un marco legal cuyos beneficios sean
superiores a los costos de la informalidad. El gobierno con sus políticas
antiguas y equivocadas pone a “los nuevos héroes peruanos”[9]
al margen de la legalidad por las dificultades para formalizarse[10].

Pero la dificultad no acaba en
formalizarse, si no comienza una vez que el empresario es formal. La burocracia
e ineficiencia permanentes que experimentan al tratar con el gobierno desalientan
su crecimiento por tanto salen más lentamente de la pobreza o si no regresan
rápidamente a la informalidad.

Como sustentan en sus respectivas obras
Hernando de Soto y Daniel Cordova, es más eficaz salir de la pobreza a través
del empresarialismo que a través de programas de regalos y dádivas gubernamentales
que son programas ineficientes en la lucha contra la pobreza. Lo que crea el
gobierno con los regalos son malas costumbres en la población, crean un
ejército de gente que no quiere trabajar y espera recibir todo del gobierno.
Este es el peor efecto secundario que generan estas políticas ya que destruyen
lo más importante que tiene la gente para progresar que es su capacidad
emprendedora y su motivación interna para salir adelante, anulan a la gente. Del
grupo que recibe los regalos, debemos excluir a niños, ancianos y
discapacitados para ser justos, ya que ellos no están en capacidad de producir.
Si realmente queremos que la gente salga adelante hay que fomentar la libertad
individual, la competitividad y la educación de calidad ya que los regalos son
insostenibles en el tiempo.

El gobierno peruano debe incluir socialmente
a los creadores de riqueza a través de políticas que liberen del yugo estatal a
los ciudadanos y empresarios, con esto el Perú podría empezar a contabilizar ese
60% extra de PBI que queda excluido como economía negra o clandestina. Sin
contar la parte negra de sus contabilidades que mantienen miles de empresarios formales
para bajar su pago de impuestos.

Creer que el Estado puede arreglar la
informalidad con más intervención a través de más leyes y permisos es no darse
cuenta de la única realidad irrefutable. Los empresarios emergentes informales,
no dejarán de comer por pagarle más impuestos al gobierno o perderán el tiempo
calculándolos o pagarán más a sus trabajadores porque un presidente intervino
el mercado regulando el precio del trabajo con una política de sueldo mínimo, o
porque no le dan licencia o porque le cobran tasas y derechos que muchas veces
son injustos ya que no hay beneficios por el pago. Eso es no entender que la
economía se mueve básicamente por la acción humana que guía el orden
espontáneo, la informalidad es solo un ejemplo de como la economía reacciona tomando
su propio camino gracias a la acción humana.

Si la acción humana no trabajara para
buscar su propio beneficio, todos los informales en edad de trabajar serían
pobres y estarían en las calles esperando a que el gobierno les de sus dadivas
y regalos. Ya que tendrían que comer y alimentar a sus hijos.

Gracias a que los peruanos aún tienen
la mente limpia, es que no tomaron el camino de la delincuencia si no el del
empresarialismo para resolver su pobreza y “recursearse”. No hay cosa mejor en
este momento que saber que muchos peruanos están emergiendo de la informalidad
y dejando la pobreza poco a poco y con muchísimo esfuerzo a pesar de que son
victimas de la represión gubernamental achorada.

En conclusión, “la labor del gobierno es facilitar y generar un ambiente de negocios
propicio para la creación de riqueza y el fomento de la acción humana
espontanea emprendedora”, es lograr incluir dentro de las leyes a ese 60%
de familias peruanas y el PBI que generan que no contabiliza, el gobierno tiene
mucho que ganar de esta gran reforma no solo en ingresos sino en resultados de
reducción de pobreza. Si no generamos más riqueza cómo queremos reducir la pobreza?
Creemos que redistribuir es regalar a los que no tienen? Los gobiernos no deben
actuar como Robin Hood que “roba” a
los ricos[11] y clase
media para “regalarle” a los pobres e informales. “La verdadera inclusión social es empoderar a los pobres[12]
para que ellos solos emerjan”, es más sostenible “enseñar” a pescar que
“regalar” pescado. 

Para lograr un ambiente propicio para
la creación de negocios formales y riqueza el gobierno debe: (1) Eliminar la
corrupción, ineficiencia y burocracia gubernamentales reduciendo drásticamente el
tamaño del gobierno. (2) Reingeniería del sistema tributario; bajar por lo
menos un 60%-80% los altos impuestos[13]
– Renta, IGV y Aranceles – y eliminar todos los impuestos anti técnicos.
Eliminar las aberraciones del IGV – Detracciones, Percepciones y Retenciones –
que solo sirven para desfinanciar a los empresarios y financiar el corto plazo
del gobierno con el prepago de impuestos, aparte de todos los problemas de
burocracia y cálculos que entorpecen la labor empresarial. Derogar el código
tributario y remplazarlo por uno sencillo y corto – el código actual tiene
alrededor de 1000 páginas y sigue creciendo diariamente – que no pase de 10
hojas ya que no es necesario más espacio para explicar cuanto tiene que pagar
cada tipo de empresario según su escala – Grande, Mediano, Pequeño, Micro y
Minero – de esta forma lograremos hacer el cálculo de impuestos una labor sencilla
y que todos los peruanos entiendan y se sientan incentivados a pagar. Si bien
por el momento la discriminación por tamaño es algo que funciona más o menos,
lo mejor es que todos paguen la misma tasa de impuestos ya que todos tenemos
los mismos derechos, además que esto fomenta a no crecer ya que los empresarios
pequeños prefieren volver informal una parte del negocio para no tener que
pagar más. Lo mejor es que todos paguen pero poco en ves de pocos paguen mucho.
(3) Reforma del sistema laboral: Eliminar el código laboral ya que un trato
privado al cual acceden las dos partes – empleador/empleado – de mutuo acuerdo
no tiene que ser intervenido por el gobierno, ni cobrar impuestos por contratar
o por ser contratado,  lo único que
logran es desincentivar la contratación de personal lo cual afecta a los más
pobres. Eliminar leyes absurdas como el sueldo básico que solo dejan sin
trabajo formal a los que menos oportunidades tienen[14].
Los sueldos difícilmente suben por decreto, creer eso es no entender economía.
Gracias a Dios el gobierno no está en capacidad de controlar esta política, si
no la mayoría de gente que gana sueldo básico no tendría trabajo en el 60% de
empresas informales. Porque un presidente de tipo populista sube el sueldo
básico no significa que el 60% de empresarios informales cambiaran sus
políticas de contratos, simplemente no les interesa lo que el gobierno decrete
y el mercado termina poniendo el precio de la mano de obra, le guste o no a los
políticos. El otro 40% de empresarios formales si le suben los sueldos por
decreto tienen alternativas como despedir a algunos para cubrir la subida de
costos, automatizar sus operaciones o irse del país a producir a países donde
su operación sea más rentable. La política de sueldo mínimo no afecta mucho a
las empresas grandes y empresas con manejo estratégico de personal ya que casi  todos los trabajadores ganan bastante más que
el mínimo y por lo general la política remunerativa es estar por encima del
promedio para retener al mejor personal. A los que afecta más estas políticas
es a los micro  empresarios emergentes,
por tanto a los trabajadores pobres que por culpa del gobierno podrían perder
su trabajo y justo a ellos es a los que más les hace falta el sueldo. La
política correcta es “lograr que haya más empresarios y que tengan éxito” lo
que hará incrementar la competencia y las tasas de capitalización subirán
logrando a su vez subir los sueldos ya que los empresarios compiten por los
empleados más productivos pagando más y ofreciendo otros beneficios[15].
El empresario siempre pagará sueldos que sean factibles a sus operaciones
independientemente de que el gobierno decrete o no un control de precios. El
monto del sueldo es un precio y no debe ser intervenido porque crea
informalidad que luego el mismo gobierno no puede controlar. “Contratar y ser contratado libremente es un
derecho que debe ser respetado”. (4) Facilitar el registro de propiedad[16],
institucionalizar – devolver – la propiedad del subsuelo para los peruanos[17]
– que requiere un cambio constitucional pero necesario –, facilitar o eliminar regulaciones,
permisos, licencias y demás argucias gubernamentales que desalientan la
creación de riqueza formal.

Las otras labores para la
competitividad que debe realizar el gobierno son: (1) mejorar el marco
institucional que no es tarea fácil sobre todo por toda la burocracia que no
deja que las cosas cambien. La mayoría de los políticos actuales no quieren
cambio, si no nadie votará por ellos. Dicho sea de paso de los 12 pilares
competitivos que mide el Foro Económico Mundial para los países, las
instituciones es el que tiene la peor calificación – 105 de 144. Las cosas por
hacer para mejorar esta calificación tan baja son: (a) Mejorar el sistema
electoral[18], si
tenemos malas instituciones en parte se debe a que tenemos malos políticos y
esto se ve reflejado en la poca eficiencia de nuestro sistema electoral. (b) Institucionalizar
el voto libre. (c) Instaurar la verdadera descentralización que es “El
federalismo”. Al respecto Thomas
Jefferson acotó: “El mejor gobierno es el que menos gobierna”. El
federalismo es un sistema diseñado para países geográficamente extensos como el
Perú ya que “presupone que el gobierno central no puede controlar todo lo que
ocurre en cada región” – justo como el caso del Perú – y por tanto delega el
poder, autoridad y funciones a cada región, este sistema es utilizado en USA, Alemania,
Suiza, Brasil, México, Argentina, Venezuela[19],
etc. El federalismo está también diseñado para restar el poder del gobierno
central que es una práctica sana y podría ser parte de una filosofía de
separación de poderes más amplia ya que limita al gobierno y empodera al
individuo. (d) Si queremos un Estado menos corrupto, ineficiente y burocrático,
debe ser más pequeño, tener menos funciones y ministerios. Por ejemplo, el caso
de los países más competitivos el mundo que tienen menos ministerios, Singapur
14, Hong Kong 12, USA 15, para que necesita el Perú 19 ministerios y 5 niveles
de gobierno que traslapan sus funciones?. (e) Todos estos son cambios
constitucionales? Algunos SI. Pero son necesarios para la competitividad.
Lamentablemente hay que volver a tocar la constitución porque tiene puntos
débiles que hay que reformar para ser más competitivos, crecer más rápidamente
y con inclusión social. (f) Tecnocracia. Adicionalmente si los cambios no se
hacen correctamente y sin la ayuda de los técnicos tanto de la academia como
expertos que laboran en el sector privado – no de los políticos – simplemente
no funcionarán por más buenas intenciones que tengamos. La economía no se trata
de intenciones, si no de resultados (g) Restructuración del sistema judicial. Instaurar
el principio de “Stare Decisis”[20]
como norma para volver eficientes los veredictos de los jueces. En Perú cada
juez “dependiendo de la suerte y su humor” puede dar distintos fallos con
respecto a un mismo caso, esto no puede ser. Necesitamos un sistema judicial
eficiente, predictible, estandarizado, justo, severo, fuerte, que haga respetar
la ley y castigue ejemplarmente a los que la rompen, a los corruptos, a los
delincuentes, si esto no cambia, no podremos ser competitivos. Esto es
instaurar el famoso “Rule of law,
Estado de Derecho o Imperio de la ley” con un procedimiento que le dé
eficiencia y velocidad (h) Eliminar la corrupción en el ejército y policía,
implementarlos con mejores equipos, subir sueldos, etc. La inseguridad en las
calles está creciendo, sendero luminoso está empezando a aparecer de nuevo con
ataques o facciones que dicen ser políticas como el Conare Sute[21]
o Movadef[22]. Las
protestas de gente que puede o no tener razón pero que paralizan a poblaciones
enteras que no tienen la culpa de nada. 
Nadie está poniendo orden en el país y lo necesitamos urgentemente, caso
contrario la competitividad y el progreso de los peruanos se verán afectados.
Necesitamos sobretodo una policía eficiente, fuerte, que haga cumplir la ley,
bien remunerada, ética y con grandes castigos a los corruptos. (2) Mejorar la
infraestructura productiva, que tiene un déficit cercano a los US$ 50 mil
millones, el gobierno no está en capacidad de acometer estas inversiones, por
tanto debe atraer inversiones privadas y concesionar estos servicios como
puertos, aeropuertos, carreteras, etc. Esto es urgente y no podemos seguir
esperando a que el gobierno lo haga o si no la brecha se multiplicará. Acometer
estas obras  mejorará la eficiencia
nacional y productividad. Al mismo tiempo es una gran oportunidad de crecimiento
del PBI tanto por la eficiencia que ganarán las empresas y ciudadanos en
general como por la misma construcción que empujará el crecimiento económico
del país además de otros efectos secundarios provenientes de la acción humana. (3)
En macroeconomía estamos bien, aunque para el último ranquin – 2012-2013 – hemos perdido posiciones. En el anterior ranquin de competitividad – 2011-2012 –
fuimos campeones mundiales en inflación más baja. No se pudo sostener para este
año. Pero en general macroeconómicamente nos va bien, el mayor problema es
microeconómico y para solucionar eso ya hablamos de la misión del gobierno, que
debe ser el facilitador. (4) Educación. Como veremos más adelante, estamos en
una situación bastante mala, ocupamos los últimos puestos mundiales todos los
años. Es por esto que analizaremos y  propondremos
una solución a este tema en este ensayo ya que es el aspecto que más
competitividad nos hace perder a largo plazo. (5) Salud. Se tienen problemas de
eficiencia y administración igual que en el sector educación. El sector salud
competitivamente está mal, pero no tanto como el sector educación. Probablemente
sería bueno adoptar la misma solución que propondremos para el caso de la
educación. El subsidio a través del sistema de cupones Friedmaniano únicamente
hasta que la condición fortuita de pobreza desaparezca y cada persona pueda
solventar su seguro médico.

La
labor de la universidad en la competitividad

Sus labores son: El estudio, análisis
teórico y práctico de alternativas de mejora a la competitividad, proponer
soluciones técnicas y viables para ser implementadas. Proponer políticas
basadas en conocimientos y experiencias de otros países – pragmatismo – que se
estudien para su implementación en el Perú.

Su labor es estudiar lo que funciona en
la práctica. Es servir a la nación generando conocimiento que pueda ser la base
para la mejora del país tanto en su competitividad microeconómica como en la
implementación de mejores políticas. Es controlar técnicamente la labor gubernamental.

En la tradición oriental la profesión
mas respetada es la del maestro, porque es el que tiene el conocimiento y guía
a la nación. Sin embargo en la tradición occidental, lamentablemente los
maestros son los profesionales peor considerados. Cuando se trata de
competitividad, es poco lo que el gobierno implementa de las recomendaciones de
los técnicos. 

La
labor del sector privado en la competitividad

Los demás pilares de la competitividad
o sus componentes como: la eficiencia de los mercados, competencia y aumento de
la demanda, el uso eficiente del talento humano, el desarrollo del mercado
financiero, uso de tecnología, tamaño del mercado tanto nacional como
extranjero – participación del mercado global –, sofisticación de los negocios,
investigación y desarrollo, innovación, la confianza en la delegación de
funciones a empleados y demás factores.

Todos ellos no son factores en los que
el gobierno deba hacer algo, es pura labor del sector privado y básicamente es
el trabajo de incrementar la competitividad regional a través de clusters.

Competitividad
regional -Clusters-. Economías de
concentración

Según Michael E. Porter, que acuñó el término cluster en la estrategia competitiva de
las naciones. Los Clusters o racimos “son
conglomerados de empresas que se amontonan espontánea y libremente en una
locación geográfica”. Se juntan espontáneamente gracias al interés individual de
los empresarios los cuales en su afán de buscar el beneficio propio terminan
sirviendo a la sociedad, no es cuestión de bondad si no de acción humana como acuñara
Ludwig von Mises o como lo entendió Adam Smith con su metáfora de “la mano
invisible” del mercado.

El concepto más
amplio de Cluster es: “Son empresas  interconectadas, proveedores, servicios,
industrias relacionadas e instituciones que se presentan en ciertas locaciones.
Crecen en ubicaciones donde hay suficientes recursos y capacidades. Se
amontonan y alcanzan un umbral crítico, dándole una posición dominante en una
determinada actividad económica, con una decisiva y sostenible ventaja
competitiva sobre otros lugares, o aun logrando supremacía mundial en este
campo”.

El pilar más
importante para la competitividad microeconómica es la creación de Clusters. Y estos se crean
espontáneamente. Entonces, es labor de los gobiernos crear ambientes propicios
para la formación clusters o creación
de la riqueza, es lo mismo que señalamos anteriormente del papel facilitador y
logístico que debe tener el Estado.

Existen varios ejemplos
conocidos de clusters en el mundo,
por ejemplo en Estados Unidos está: Silicon Valley, Hollywood. En Paises
bajos-Roterdam: logística. India-Bangalore: Tercerización software. Francia-Paris:
Moda. Etc.

En Lima-Perú: se
podría considerar a Villa El Salvador para muebles y metalmecánica y Gamarra
para confecciones. Turismo en Cusco. Pero estos aún son clusters en formación ya que aún no han logrado alcanzar un umbral
crítico y la ventaja competitiva mundial por culpa de que el gobierno aún no
entiende su labor. Aún nos falta bastante.

La
competitividad a nivel microeconómico es una tarea empresarial, es ser más
productivo en los clusters nacionales
que se formen espontáneamente. Cuando decimos que somos competitivos en turismo
deberá significar, que el cluster de
turismo del Cusco o Lima le está ganando a los clusters de otros países como el cluster de turismo de México o Egipto y ciertamente no les ganamos.
Cuando digamos que somos competitivos en muebles, igualmente deberá significar
que el cluster de Villa El Salvador
es más competitivo que otros clusters
de muebles del mundo. Que los muebles que exporta Villa el Salvador son mejores
que los de otros países y cuando estos productos llegan a los destinos les
ganan en esos mercados porque son mejores en diseños, precios, marketing,
estrategias, marcas, etc.  Por lo tanto,
cuando digamos que Perú es más competitivo, significará que tenemos clusters potentes que generan muchísimo
valor y que les ganan a la competencia de otros clusters del planeta. Todo tiene que ver con los empresarios más
que con el sector público, estos últimos solo se deben encargar de crear el
ambiente propicio de generación de riqueza y los peruanos sabremos como
encontrar el camino a través de la acción humana espontánea.

Para entender de
lo que se trata en la práctica, pongamos el caso de cuando vamos a comprar un
automóvil. Podremos apreciar la tremenda competencia entre varios clusters de automóviles desarrollados o
en formación, quien gana dependerá de los factores competitivos. En el caso de
automóviles tenemos a Korea del Sur con Hiunday, Kia, SsangYong, etc. a Japón
con Toyota, Nissan y Honda, etc. a USA con Ford, Chevrolet, Dodge, etc.
Alemania con Audi, BMW. Inglaterra con Mini, etc . La reciente entrada de China
con Chery, Brilliance, Hino, Hafei, Great Wall, Lifan, Geely, Dong Feng, etc.
Lo mismo pasa con la tecnología, celulares, computadores, laptops, tablets,
etc. Con la ropa, con calzados, con comida, con todo lo que compramos. El que
gana competitivamente es el más productivo-competitivo, el que ofrece mayor
valor por lo que pagan a los clientes. Esa es la labor empresarial y no es nada
fácil por lo tanto el gobierno debe apoyar volviéndose facilitador y logístico.
Imaginemos automóviles, celulares, televisiones, etc peruanos. Porqué por
ejemplo Corea del Sur que era súper pobre en 1950 comparado con Perú, tenia un
tercio de nuestro PBI per cápita y literalmente la gente no tenia ni qué comer,
como en 60 años nos han triplicado en PBI per cápita? Como lograron el llamado
“milagro surcoreano” y ahora son uno de los principales productores y
exportadores del planeta, con un índice de desarrollo humano de los más altos,
con una capacidad adquisitiva del ciudadano común y corriente muy alta. Que le
falta al Perú para ser como los Coreanos económicamente?. : Tener el ambiente
propicio para la formación de conglomerados empresariales. Que el gobierno
asuma su verdadera labor: “de facilitador”.

Evolución de
la competitividad peruana en los últimos ránquines de la WEF