Los cinco enemigos del crecimiento de Brasil
Después de
escalar hasta el sexto puesto dentro de las economías más importantes del
mundo, Brasil se sigue enfrentando a dificultades estructurales, burocráticas y
económicas que desentonan con el papel asumido por el país en la escena
internacional en los últimos años.
Este conjunto
de trabas, el llamado "Costo Brasil", impide un crecimiento más
robusto de la economía, además de minar la eficiencia de la industria nacional
y la competitividad de los productos brasileños.
Según los
expertos, la reciente bajada de la tasa de interés hizo estos problemas más
evidentes.
"Durante
mucho tiempo las empresas se aprovecharon de los altos intereses para ganar
dinero, invirtiendo sus ganancias en el mercado financiero con vistas a una
mayor rentabilidad. Pero este escenario está cambiando", dijo a la BBC
André Perfeito, economista jefe de Gradual Inversiones.
En la práctica,
con un sector financiero cada vez menos rentable, las empresas empiezan a
dirigir sus inversiones hacia el sector productivo, invirtiendo en la expansión
de sus propios negocios.
De continuar
esta transición el "Costo Brasil" acabaría siendo más transparente,
según los analistas.
La semana
pasada el gobierno anunció un paquete de US$65.000 millones en concesiones al
sector privado para la construcción de carreteras y ferrocarriles en los
próximos 25 años, en un intento por esquivar los graves problemas de
infraestructura del país.
La decisión fue
celebrada, aunque todavía queda un largo camino por recorrer. Estos serían los
5 puntos que juegan en contra del crecimiento económico brasileño, que según
las previsiones será de un 1,75% este año.
1-Infraestructura precaria
Según un estudio del Departamento de
Competitividad de Tecnología de la Federación de Industrias del estado
de Sao Paulo, las empresas tienen un gasto anual extra de US$8.000
millones debido a la precariedad de las infraestructuras del país,
incluidas las pésimas condiciones de las autopistas y los problemas de
los puertos.
Además de resultar más caro, el transporte por carretera en Brasil sufre de una infraestructura deteriorada.
Como resultado, los costos logísticos acaban
encareciendo el producto final. Según un análisis del instituto ILOS
(Instituto de Logística y Cadena de Suministro), cerca del 30% del
precio de cada tonelada de soja producida en el Mato Grosso y exportada a
través del puerto de Santos corresponde a los costos de transporte.
"En Brasil también está la opción del transporte
por carretera, más caro que otros medios, como el tren o las vías
fluviales" explica Márcio Salvato, coordinador del curso de economía del
Ibmec (Instituto Brasileño de Mercados Capitales).
Además de la infraestructura, el país también
sufre los altos precios de la energía eléctrica, a pesar de que el 70%
de la energía consumida proviene de centrales hidroeléctricas, que son
limpias y baratas.
Una investigación de la Federación de Industrias
de Río de Janeiro, publicada el año pasado, demostró que el costo medio
de la energía en Brasil es un 50% superior a la media global y más del
doble que el de otras economías emergentes.
2-Falta de mano de obra especializada
En algunos sectores industriales Brasil vive ya
un "apagón de mano de obra", o lo que es lo mismo, una carencia de
profesionales capaces de llevar a cabo tareas esenciales para el
crecimiento del país.
Según un reciente estudio llevado a cabo por la
empresa Manpower en 41 países de todo el mundo, Brasil ocupa el segundo
lugar entre las naciones con mayores dificultades para encontrar
profesionales cualificados, detrás solo de Japón.
Entre los empresarios brasileños entrevistados
para el estudio el 71% afirmaron que no habían sido capaces de encontrar
en el mercado las personas adecuadas para ciertos trabajos.
En comparación, en Argentina este porcentaje es del 45%, en México del 43% y en China de apenas el 23%.
"Al contrario que en Japón, donde el mayor
problema es el envejecimiento de la población, el problema en Brasil es
la falta de personal cualificado", asegura Márcia Almström, directora de
recursos humanos en la filial brasileña de Manpower.
El complicado "impuesto en cascada" brasileño.
De acuerdo con un estudio del Ipea (Instituto de
Encuesta Económica Aplicada), el gobierno dedicó apenas el 5% del PIB
de 2010 a educación, en contraste con el 7% dedicado de media en el
resto del mundo.
"Sufrimos la falta de profesionales técnicos, de operarios manuales y de ingenieros", comenta Almström.
En la actualidad, según datos de la consultora
McKinsey, tan solo un 7% de los trabajadores brasileños tiene un diploma
universitario, por detrás de Sudáfrica (9%) y Rusia (23%).
3-Complejo sistema tributario
Según el informe del Banco Mundial "Doing
Business" (Haciendo Negocios), las empresas medianas de Brasil requieren
2.600 horas de trabajo para pagar sus impuestos, frente a las 415 que
necesitan en Argentina, las 398 de China o las 254 de la India.
"Ya es hora de que Brasil simplifique su sistema tributario", asegura André Perfeito, economista jefe de Gradual Inversiones.
Uno de los ejemplos del complejo sistema
brasileño es el funcionamiento del Impuesto sobre Circulación de
Mercaderías y Servicios (ICMS).
Al estar presente en todas las etapas de la
cadena productiva se recoge varias veces y provoca la aparición de
impuestos sobre impuestos, fenómeno conocido como "impuesto en cascada".
"Son 27 legislaciones, una para cada estado,
además de tasas diferentes para cada producto", afirma Felipe Salto,
economista de Tendencias Consultoría.
El resultado son productos menos competitivos,
que llegan más caros a las tiendas y sufren la fiera competencia de los
productos extranjeros.
4-Baja inversión pública y privada
Históricamente, la tasa de inversiones tanto pública como privada es baja en Brasil, en torno al 18% del PIB.
La Argentina de Cristina Kirchner tiene una burocracia menos complicada que el Brasil de Dilma Rousseff.
Los especialistas consideran que para permitir
un crecimiento sustancial de la economía habría que elevar este número
hasta el 25%.
Esto se debe a que, sin inversiones, comprar
nuevas maquinarias o construir infraestructuras, por ejemplo, es menos
eficiente, y encarece y disminuye la competitividad de los productos
brasileños.
"Es preciso que el gobierno haga los ajustes
necesarios para aumentar la confianza de los empresarios y así
incentivar la inversión", asegura Salto.
5-Excesiva burocracia
Según el Banco Mundial, de 183 países Brasil
ocupa el puesto número 126 en cuanto a facilidades para hacer negocios,
por debajo de la media de América Latina (95) y detrás de países como
Argentina (115), México (53), Chile (39) y Japón (22).
Además de obtener beneficios para su negocio los
empresarios brasileños deben enfrentarse a un complejo y tedioso
proceso para abrir una empresa, que incluye 13 procedimientos en 119
días.
En Argentina son necesarios 26 días, en Chile 7 y en China 14.
Entre estos procedimientos está por ejemplo la
homologación de la empresa en diferentes órganos de supervisión, así
como el registro de funcionarios y licencias ambientales.
"Al fin y al cabo, el costo de las empresas es
extremadamente alto, antes incluso de que puedan producir un solo
centavo", concluye Salvato.
- 28 de diciembre, 2009
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