La liga genocida

El Universal

Chávez demuestra su desprecio por los derechos humanos al invitar a pisar la tierra de Bolívar a uno de los más grandes violadores, el que reprimió a los ciudadanos y estudiantes iraníes a sangre y fuego y ordenó, entre otras, la violación sexual de detenidos, lo cual obviamente terminó con las masivas manifestaciones. Se trata de Ahmadinejad, el que practica el chantaje petrolero y junto con sus socios gana millones especulando en el mercado. Imagínense la posibilidad de ganancia de quienes sabían de antemano, el oro negro subió casi 8%, de las declaraciones amenazando con cerrar el estrecho de Ormuz por donde pasa el 40% del petróleo del mundo. Su odio irracional y su manifiesto deseo de borrar del mapa a otro país por el solo hecho de estar poblado por judíos, lo colocan en una liga aparte de genocidas.

Su programa nuclear y misilístico no tiene nada que ver con el desarrollo del laborioso pueblo iraní, es solo un deseo crematístico de asumir la Jihad y sumir al mundo en la oscuridad del totalitarismo. Y Chávez ha sido uno de los grandes colaboradores de ese infame programa. Se trata ni más ni menos del nihilismo llevado a su máxima expresión, destruir solo por destruir, sin ningún plan futuro.

Luego cae la "bomba" del documental de Univisión, donde se comprueba lo que Irán hace en el continente en terrorismo y narcotráfico y claro, no podía faltar, Chávez involucrado al punto de que el imperio expulsa a la cónsul de Venezuela en Miami. El siguiente debería ser Martín Sánchez, creador de Aporrea y cónsul en San Francisco. Queda claro que parte de la plantilla consular venezolana está dedicada a espiar, planificar posibles actos de sabotaje y realizar prohibidos eventos de proselitismo político. ¡Será!