Venezuela: El tiempo que se nos fue… La crisis que se nos viene

Infolatam

Nuevamente el panorama internacional se nos viene encima. La situación de los mercados dada la crisis en EE.UU. y Europa es de pronóstico reservado. En estos días de turbulencia, los precios del petróleo se han desplomado. Eso nunca será una buena noticia en Venezuela.

Podríamos decir en resumen, que la situación económica internacional va más allá de pensar casi exclusivamente en la reducción de la calificación crediticia de la deuda de EE.UU., pues ella es parte de problemas más generales y desequilibrios que se han acumulado por años. Es, en pocas palabras, un escenario muy incierto.

De producirse una desaceleración en la economía mundial el impacto de la misma se sentirá en Venezuela por la disminución de la demanda energética, lo cual generaría precios petroleros más bajos. De hecho, al momento de escribir esta nota, el crudo WTI cotizaba por debajo de los  US$ 80 por barril. Sin embargo, debe admitirse responsablemente que aún no sabemos cuál puede ser el piso de estos precios.

El que Venezuela en un futuro inmediato enfrente precios petroleros más bajos tiene impactos significativos en variables clave como tipo de cambio, inflación, crecimiento económico y déficit fiscal.

Evidentemente, existe la posibilidad de que la corrección de la economía mundial sea más rápida que lo previsto; por ende, los precios petroleros podrían recuperarse y los efectos nocivos en Venezuela serían minimizados. Todavía hay muchos analistas que se inclinan por esta opción, lo cual queda comprobado en que la mayoría no ha realizado una modificación significativa a la baja en los precios petroleros.

Pero si se da el caso contrario, pudiésemos señalar que en lo que queda de 2011 y el próximo 2012, los venezolanos comenzamos a despertarnos de esta “ilusión de armonía”. Si la economía venezolana enfrenta una baja en los precios petroleros, la política fiscal se vuelve contractiva e influye negativamente en los niveles de crecimiento. Así mismo, por la presencia del control cambiario que ha propiciado un aumento extraordinario de las importaciones, el gobierno no tendrá más remedio que devaluar.

Lo más importante en esta etapa es la respuesta y las políticas que diseñe el Ejecutivo Nacional para enfrentar una crisis económica con precios petroleros bajos, inflación alta, fuertes demandas sociales y un Estado hipertrofiado. Sin contar que 2012 es año electoral.

Por último, quisiéramos destacar el hecho de que Venezuela parece condenada a vivir permanentemente en una especie de historia circular sin fin. Los efectos adversos de la crisis mundial no nos vienen por tener una economía insertada en la dinámica internacional, con mercados financieros desarrollados, dinamismo en el sector externo, cuentas públicas sanas, entre otras cosas. La crisis nos golpea de una forma sencilla, aunque en extremo peligrosa: a través de la caída en el precio petrolero.

Las principales economías de América Latina, a diferencia de nosotros, han aprendido de los errores pasados; comprendieron la necesidad de tener buenas políticas económicas, unido al hecho de que el mundo también ha progresado. Es por ello que la mayoría de nuestros vecinos de la región cuentan con más grados de libertad a la hora de enfrentar y sobreponerse a esta crisis El avance alcanzado por esos países en las últimas décadas en materia de tecnología, flexibilidad, integración internacional, transparencia, entre otros, ha posibilitado que hoy en día el mundo esté más preparado para afrontar la adversidad.

En Venezuela, por el contrario, sólo nos queda rezar… rezar para que los precios no caigan demasiado y nos sometan a la vorágine de una oportunidad perdida, de un progreso que se esfumó… En Venezuela no contamos con un marco de políticas que nos sitúe en una sólida posición para navegar en tiempos turbulentos. Nada nuevo bajo el sol.

Para los venezolanos, es importante destacar que los ciclos económicos (positivos o negativos) traen oportunidades. En épocas de crisis, los activos Venezolanos suelen disminuir mucho su valor, generando oportunidades muy interesantes en diferentes sectores, un punto que no debe descuidarse.