Claro mensaje de la Iglesia Católica a Daniel Ortega
Las relaciones de los gobiernos “bolivarianos” de América Latina con la alta jerarquía local de la Iglesia Católica son normalmente malas, es más están caracterizadas por una constante: el antagonismo.
Así sucede ciertamente en Bolivia, Ecuador y -como podía esperarse- también en Venezuela. En buena medida, porque sus respectivos gobiernos, cortados con la misma tijera, ven en ella a una suerte de rival en el manejo de la opinión pública. Pero también porque la Iglesia Católica tiene no sólo una imagen de honestidad, sino también de coraje, principios y una suerte de audiencia cautiva: sus fieles. No es poco.
Por esto no sorprende que en su reciente carta-pastoral del 31 de mayo pasado, la valiente Conferencia Episcopal de Nicaragua, liderada por Monseñor Leopoldo José Brenes, en oportunidad de referirse el día mismo de la Virgen María a lo que efectivamente significa el contenido de la conocida oración llamada del “Magnificat”, se haya incluido un párrafo notable, profundo, que debe haber dolido por cierto, que transcribo a continuación, porque diera lugar a todo tipo de comentarios, tan pronto fuera difundido:
“Los soberbios de corazón, los arrogantes y orgullosos que buscan sus intereses y exigen que se rinda culto a su personalidad se pierden y se dispersan por auto-divinizarse, siguiendo sus caminos y no los de Dios. Los poderosos que ejercitan el dominio de modo despótico y autoritario, consolidándose de modo prepotente y tiránico sobre los demás, actúan como si Dios no existiera y por eso Dios mismo los destrona y derriba”.
Amén. Los “sandinistas”, indignados, se dieron inmediatamente por aludidos. Como cabía esperar, naturalmente. “Touché”, diría el francés. Pese a lo indirecto y elevado de la crítica episcopal, que sin embargo fue certera y punzante. Crítica que además se formuló en momentos en los que los nicaragüenses van camino a las urnas, en lo que será una nueva elección presidencial en la que Daniel Ortega procura pasarle soberbiamente “de costado” a la doble prohibición constitucional de ser re-electo una vez más.
Hasta ahora con la “ayuda” solícita de “interpretaciones legales” torcidas que han sido formuladas por parte de funcionarios y magistrados absolutamente sumisos (como es lamentablemente práctica usual en el universo “bolivariano”) acerca de la validez de las restricciones democráticas concretas a la re-elección que surgen -y han surgido siempre- de la Carta Magna nicaragüense. Una vez más: pobre Nicaragua.
Emilio J. Cárdenas fue Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.
- 11 de agosto, 2025
- 23 de junio, 2013
- 5 de agosto, 2025
- 20 de marzo, 2018
Artículo de blog relacionados
Por Mery Vaca BBC Mundo Bolivia – Bolivia, dueña de la más importante...
2 de octubre, 2007The Wall Street Journal CARACAS. – El presidente Hugo Chávez anunció el jueves...
17 de junio, 2010La Nación Cuando falta una semana para las elecciones generales en Bolivia ,...
10 de octubre, 2020Por Jorge Castro Agenda Estratégica Estados Unidos y Francia, los adversarios en la...
15 de agosto, 2006