EE.UU.: Sindicatos gubernamentales vs. Contribuyentes americanos
El Washington Post informa hoy de que “la abrumadora montaña de deuda nacional, estatal y local en Estados Unidos alcanzará un nivel sin precedentes este año desde justo después de la Segunda Guerra Mundial y ya excede el tamaño de toda la economía, según estimaciones gubernamentales”. Pero hay un número de grandes diferencias entre nuestra deuda nacional de hoy y la deuda en 1946. El Washington Post sigue: “Los gobiernos estatales y municipales desde Sacramento a Madison, pasando por Harrisburg, han acumulado unos $2.4 billones de deuda o más del 15% del PIB”.
Incluso este total minusvalora el problema. Estudios recientes muestran que los gobiernos estatales y locales han infravalorado fuertemente sus promesas de pensiones y prestaciones sociales, incluyendo $574 mil millones de déficit en las principales ciudades del país y posiblemente $3.4 billones de déficit para los estados. La causa de estas paralizantes obligaciones de pensiones y prestaciones no es un secreto. El Post explica: “Los empleados públicos a menudo disfrutan de pensiones y beneficios de atención médica más generosos y ahí está la raíz de los problemas presupuestarios a largo plazo a los que se enfrentan muchos estados”.
¿Cómo ha podido pasar esto? ¿Por qué tantos gobiernos estatales y locales no sólo han gastado demasiado en la actualidad sino que prometen pagar futuros gastos mucho más allá de las posibilidades de los contribuyentes? Por los sindicatos gubernamentales. Y en todo el país, legisladores y gobernadores están comenzando a contraatacar.
La izquierda profesional (que incluye a los sindicatos AFL-CIO, SEIU, NEA, AFSCM, así como al reverendo Jesse Jackson y al presidente Barack Obama) intenta pintar estas batallas presupuestarias como un ataque a todos los sindicatos. Pero como ya ha explicado anoche el gobernador de Wisconsin, Scott Walker (R), que está proponiendo legislación que recorte la negociación colectiva de los sindicatos gubernamentales, esto es simplemente falso:
“La propuesta de ley no está dirigida a los trabajadores del estado, y ciertamente no es una batalla contra los sindicatos. Si lo fuera, habríamos eliminado completamente la negociación colectiva o habríamos ido tras los sindicatos del sector privado. Pero no lo hemos hecho ya que éstos son nuestros socios en el desarrollo económico. Necesitamos que nos ayuden a poner a 250,000 personas a trabajar en el sector privado en los próximos cuatro años”.
Walker está en lo cierto: los sindicatos gubernamentales son inherentemente distintos a los sindicatos del sector privado. El propósito de los sindicatos privados es que los trabajadores consigan una mayor parte de los beneficios empresariales que ayudaron a crear con su trabajo. Pero el gobierno es un monopolio y no tiene ganancias económicas. Todo lo que los sindicatos gubernamentales hacen es redistribuir más dólares del bolsillo de los contribuyentes para que vaya al de los sindicatos. La izquierda antes lo entendía. No sólo el presidente Franklin Delano Roosevelt escribió en 1937: “Todos los empleados públicos tienen que darse cuenta de que el proceso de negociación colectiva, como se suele entender, no se puede transplantar al servicio público”, sino que incluso en 1959, el Consejo Ejecutivo del sindicato AFL-CIO afirmaba que “los trabajadores del gobierno no tienen ningún derecho [a la negociación colectiva] más allá de peticionar al Congreso – un derecho a la disposición de todo ciudadano”.
El gobernador de Ohio John Kasich (R) también reconoce la diferencia clave entre sindicatos del sector privado y los gubernamentales. El lunes declaraba a Associated Press que:
“Tenemos un hueco presupuestario de $8 mil millones en Ohio. Un tercio de nuestros estudiantes universitarios abandonan Ohio después de tres años. Hemos perdido 600,000 trabajos en los últimos diez años. Sólo California y Míchigan han perdido más que esa cifra. Y parte de la razón por la que incidimos en la negociación colectiva es que, francamente, queremos dar a los administradores de nuestras comunidades locales y escuelas la capacidad de controlar los costos de forma que no tengan que subir los impuestos y empujar a más empresas a irse y que se pierdan más trabajos”.
Al conceder la negociación colectiva a los empleados públicos, los sindicatos gubernamentales han politizado completamente el servicio civil del Estado. A los empleados estatales y locales en 28 estados se les exige que paguen cuotas sindicales completas o si no que se les despida. Mediante esta coacción del gobierno, los sindicatos gubernamentales han amasado inmensos recursos financieros que utilizan para hacer campaña en busca de mayores impuestos y mayor salario para los empleados públicos. La Federación Americana de Empleados Estatales y de Condados Municipales se gastó $91 millones y por tanto fue, de los no políticos, quien más gastó en las últimas elecciones El gobernador Mitch Daniels (R–IN), que firmó una orden ejecutiva en su primer mes en el cargo acabando así con la negociación colectiva, habló en defensa de Walker ayer:
“La gente que se está manifestando y sus aliados … han arruinado ese estado… El grupo más poderoso de intereses especiales hoy en América es el sindicato gubernamental. Son los mayores contribuyentes financieros [de campañas políticas]. Tienen fuerza, muchas veces sus contratos incluyen tiempo libre en horas de trabajo para el politiqueo y el cabildeo”.
Y vaya si los sindicatos tienen capacidad de cabildeo y politiqueo. En todo el país, desde Arizona, California, Minesota, Maine hasta Nueva Jersey y más, los sindicatos gubernamentales han impulsado legislación y proposiciones a votar en las urnas para aumentar los impuestos y el gasto. Anoche en Trenton, Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie (R) resumió así la disputa:
“En Wisconsin y Ohio han decidido que no puede seguir habiendo dos clases de ciudadanos: una que recibe abundantes prestaciones de salud y en pensiones y el resto que tiene que pagarlas. Estas ideas no son rojas ni azules. Son el negro sobre blanco de la verdad”.
Los gobernadores conservadores, en toda la nación, deberían trabajar sin duda ninguna para reformar la manera en que los sindicatos públicos drenan nuestra economía. Como dijo hoy el gobernador Christie en el programa Morning Joe del canal MSNBC: “No estamos intentando reventar a los sindicatos, los sindicatos están intentando reventar a la clase media”.
La versión en inglés de este artículo se publicó en Heritage.org
- 23 de enero, 2009
- 25 de marzo, 2025
- 23 de marzo, 2025
- 25 de marzo, 2025
Artículo de blog relacionados
Infobae “Maduro es tratado como un apestado desde que comenzó su mandato”, aseguran para...
13 de octubre, 2019El País, Madrid Entrevista a Mario Vargas LLosa realizada por Juan Cruz. Peruano...
28 de marzo, 2011The Wall Street Journal Después de un largo período de auges y caídas,...
12 de septiembre, 2016Libertad Digital, Madrid Así se resume la economía española: desempleo que roza el...
26 de febrero, 2010