Venezuela: ¡Que pongan preso a Cazorla!

Exordio: Por diecisieteava vez seré acusado ante los tribunales de Barinas otra vez por el delito de difamación e injuria. Creo que los jerarcas del régimen deberían terminar por entender de que tratan estos delitos y no seguir pasando por ignorantes ante la opinión pública, algunos hasta malgastando su dinero en abogados para intentar este inútil proceso.

Es triste pero mi nuevo acusador era alguien que hasta esta semana resultó ser mi amigo, porque debo decir que tengo muchos amigos chavistas en cargos de poder y éste era uno de ellos. Se trata del Alcalde del Municipio Obispos, Alexis (alias “El chivo”) Avendaño, a quien conozco desde muchacho proveniente de una humilde pero muy honrada familia cuya madre, Alicia, la construyó quemándose el pecho en una cocina, la cocinera de mis suegros, su hermano mayor, Wilfredo, hoy lisiado por un terrible cáncer en la garganta, fue mi compañero de luchas en ese municipio por muchos años y esta relación de lucha contra la dictadura adeca de Camejo y sus secuaces me acercó a Alexis quien como adeco joven compartía conmigo la resistencia en contra de las autoridades corruptas de este partido y así,  muchas veces lo apoyé en lo que necesitaba, sobre todo en la seguridad para atender a los líderes adecos que traía de visita y hasta plata me quedó debiendo por algunos servicios; todo esto desinteresadamente ya que luego que dejó de ser adeco y ser chavista para llegar a ser Alcalde, en ningún momento, le he pedido ni las gracias y solo me he conformado con sus manifestaciones de respeto cuando me ve en cualquier lugar.

Ahora no se que se ha creído, solo Dios es perfecto, y todo funcionario público debe entender que se debe a la gente quien tiene todo el derecho de criticarlo porque realmente es la gente su jefe, quien lo pone o quien lo quita.

Otra cosa que debe aprender es que los que ejercen el periodismo y la comunicación social no difaman al publicar lo que siente la gente y los denunciantes son ellos, nosotros somos solo el medio. Para que exista difamación se requiere que exista un sentimiento de odio personal, cosa que no existe en el diccionario de mi corazón y mucho menos en este caso.

Avendaño se encolerizó por publicar unas denuncias en su contra por una basura y un supuesto contrato de un consejo comunal, que en lo absoluto lo injuria ni mucho menos lo difama, sin embargo, como lo reza la constitución, le queda su derecho a réplica, el derecho a publicar en esta misma columna el desmentido de lo que la gente cree o publica, así que no hay razón para ir a faltarme el respeto y difamarme e injuriarme en un programa de radio en Sensacional y en colocarlo en primera plana en el diario De Frente.

Fíjense que no es odio y he sido tan fiel a mis lazos de amistad que yo he recibido en esta redacción denuncias bien temerarias y horribles de Avendaño a las que me he abstenido a publicar porque realmente me negaba a creer que el hijo de Alicia fuera tan aberrante asesino o criminal.

Todos conocemos a este Alcalde como el líder del Sindicato de la Construcción al que sus detractores conocen como el “Sindicato del Crimen”, en cierta oportunidad una señora denunció que Avendaño le había solicitado a una amiga que le entregara una finca de su propiedad y que como se negó le secuestró su hijo y no se lo regresó hasta que no se la traspasó a nombre de un testaferro. Otra joven me aseguró que fue Avendaño quien ordenó asesinar a un familiar de ella en la casa sindical por revelársele y aspirarle el poder del sindicato. Otro señor de Obispos me aseguró que a un constructor que se negó pagar la vacuna que le imponía su sindicato le secuestró su hijo y que éste para recuperarlo contrató en Colombia unos sicarios que le secuestró su propia madre a quien canjeó por su hijo y luego desapareció de Barinas para evitar represalias.

Una amiga me aseguró que Avendaño había ordenado a sus sicarios a secuestrar su esposo quien era parte de su banda y que luego apareció asesinado en Portuguesa porque supuestamente se había apropiado indebidamente de un dinero producto de una extorsión a una empresa constructora. Recordamos las denuncias de su supuesta relación con Báez y con el cartel de drogas del infiernito, quienes aseguran que le habían financiado su campaña electoral.

Finalmente no podemos dejar de recordar el asalto al centro de votación de Obispos en el que se robaron una máquina del CNE y despojaron de su armamento a un oficial y unos soldados del Ejército y donde se aseguraba que fueron miembros de su sindicato y que él mismo Avendaño fue el que el que los protegió entregando el armamento robado al General chavista Henríquez quien presuntamente le echó tierra a este gravísimo delito militar. Se habla de las denuncias de VIALPA MALL en donde se presume su organización manejaba un centro de trafico de drogas y que la extorsión a sus constructores los obligó a pararla e irse de este estado. Bueno, podría continuar llenando estas páginas de denuncias de chantaje, extorsión y otros crímenes en los que involucran a Avendaño y su llamado Sindicato del Crimen pero que por la falta de pruebas, testigos directos y principalmente por su temeridad, nunca se me ocurrió publicar así como me niego a pensar que este personaje sea ese criminal al que señalan, lo que si me consta es que aquí a mi redacción jamás ha llegado una sola denuncia que lo tilde de corrupto y que yo sepa hasta el día de hoy no se le ha abierto una sola averiguación o ha sido procesado por algún hecho de estos y así lo sentiría el pueblo que votó por él y lo eligió y éste régimen quien no lo considera un antisocial porque aquí el delincuente más peligroso de Barinas es Cazorla al que si investigan y persiguen y a quien le mantiene el record de más causas abiertas en nuestro circuito judicial (17 con esta) por el solo hecho de revelarle a nuestros funcionarios públicos sus irregularidades.

Yo soy un hombre honrado con una honestidad a toda prueba quien se acuesta todas las noches con su conciencia tranquila y se levanta cometiendo el delito de amar mas a esta tierra, que no conoce ni el odio ni el rencor ni ningún otro pecado capital, ni mucho menos tengo vocación de delincuente, así que Alcalde, yo más bien le aconsejaría que rectifique su actitud, sea bolivariano, recuerde lo que dijo el Libertador “El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que produzcan los errores”. No obstante mi ex amigo si usted tiene el poder, ahí están mis vírgenes muñecas para que le ponga las esposas, ahí está mi honesta libertad para que la ponga entre rejas y mi honrada reputación para que la haga pedazos.

Denuncias: Hablando de delincuentes: Uno que parece no querer salir de esta columna es nuestro ex Presidente del CAAEZ, Martínez, esta semana está sindicado como propietario de una camioneta presuntamente involucrada en un caso de asesinatos y secuestro del propietario de un centro comercial en Barinas.

Me informan mis detectives que el Gobierno que dirige su colega Albarrán está tratando de protegerlo y aseguran que el asesinado Valecillos, el jefe de la banda de secuestradores, era su chofer e hijo de una importante dirigente chavista en este estado quien por consideración a su dolor de madre no revelaremos, por ahora, pero así será su importancia que aseguran que el Gobernador Adán Chávez asistió al sepelio del presunto delincuente. Lo que si se teje es que los funcionarios que hacían la investigación, sin conocer quién era Valecilllos, lo persiguieron manejando la camioneta de Martínez la cual chocó y posteriormente fue capturado con otro joven que andaba con él. Se dice que Valecillos y su acompañante fueron torturado por los funcionarios hasta quitarle la vida y antes de morir confesó la ubicación del plagiado a quien exitosamente rescataron pero asesinando a todos los involucrados para no dejar testigo alguno de este plagio que pudiera confesar otros autores o actores de esta banda. Se dice que para proteger a Martínez el padre de Valecillos, un importante contratista, pues apareció como comprador de la camioneta y como responsable de habérsela entregado a su hijo quien según él no sabía para que la utilizaba (dudosa coartada). Bueno esto alimentará el historial de dudosos crímenes de este estado.    

Epílogo: Hoy se cumplen 695 días desde que este gobierno me allanó mi casa, me robó mis computadoras y mis armas de trabajo con la intensión de arruinarme y me mantiene privado de mi libertad, no obstante, mientras lo decidan, esta columna se seguirá publicando. Tenemos pendiente, bajo investigación, denuncias contundentes de la Policía Municipal, unas pildoritas del Presidente del Consejo Legislativo, de VARBIALSA, de la UNELLEZ, de la Cultura, ¡Dios!, no se la pierdan.

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