Preguntas para los Demócratas
Por Cal Thomas
El “gran arreglo” acordado por la Casa Blanca para preservar las tasas de impuestos de la época de Bush, extender los pagos de desempleo durante otro año y reducir el impuesto sobre la nómina para el 2011, no llega al corazón del principal problema financiero del país: el gasto excesivo.
A los irlandeses les dijeron esta semana que van a tener que apretarse el cinturón y reducir marcadamente sus expectativas de lo que el gobierno puede hacer por ellos, al estar recortando gastos y ampliando su base impositiva. Pero los Demócratas liberales en los Estados Unidos están en otro carril: aumentando la deuda y librando una guerra de clases incesante. ¿Es que no entendieron el mensaje de las elecciones del mes pasado?
Aquí es a donde nos han llevado la satisfacción inmoderada de nuestros deseos en la década de 1960 y los excesos de la moderna Edad Dorada.
Busquemos un poco de historia, cortesía de Digital History, www.digitalhistory.uh.edu, un portal cibernético desarrollado por la Escuela de Educación de la Universidad de Houston para ayudar en la enseñanza de la historia de los EE.UU.
Fue Mark Twain quien se refirió a los finales del Siglo Diecinueve como la “Edad Dorada”- brillante en la superficie, pero corrupta por debajo. Sin embargo, esa era fue testigo del nacimiento de los modernos Estados Unidos. La frontera Oeste se cerró, los estadounidenses poblaron 430 millones de acres en el Lejano Oeste y la economía pasó de ser mayormente una sociedad agraria a una industrial, un cambio que transformó al país. Los ingresos crecieron rápidamente. Más gente prosperó.
“Estos años también vieron nacer la cruzada Populista. Agobiados por fuertes deudas y la caída de precios de los productos agrícolas, muchos campesinos se unieron al Partido Populista, que pedía un aumento en la cantidad de dinero en circulación, ayuda del gobierno para ayudar a los campesinos a pagar sus préstamos, reducciones de tarifas y un impuesto escalonado sobre los ingresos”.
La ayuda gubernamental a corto plazo, impuestos y regulación, se convirtieron en un monstruo que nos ha llevado a la dependencia del gobierno y a una deuda insostenible. Una cosa es que el gobierno cree una red de seguridad. Pero otra cosa es que el gobierno construya una hamaca.
Penalizar el éxito y a aquellos dispuestos a correr riesgos con su capital significará menos gente exitosa y menos capital. ¿Por qué los Demócratas, especialmente, parecen odiar a los exitosos, cuando tantos líderes de su partido son adinerados? ¿Por qué son sólo los Republicanos los que quieren hablar de éxito mientras los Demócratas parecen sentirse más cómodos en compañía del fracaso y la dependencia?
La semana pasada, el liderazgo Demócrata del Congreso transportó a docenas de personas que dijeron llevaban desempleadas largo tiempo para pedir más beneficios de desempleo. ¿De dónde salió el dinero para traerlos a Washington? ¿No hubiese sido mejor que la Presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, le hubiese mandado a esta gente el dinero que se gastó en su transporte, albergue y comida? Aún mejor, ¿por qué los Demócratas no les ofrecieron a las empresas que los habían despedido una ventaja en sus impuestos si volvían a emplearlos? Mientras más tiempo una persona esté recibiendo un cheque por no trabajar, menos probable es que esa persona se sienta motivada a buscar trabajo.
La idea de que uno no puede triunfar sin el gobierno debería dar lugar a varias preguntas: ¿Cuántos programas antipobreza han emancipado a los pobres de una adicción al gobierno? ¿Por qué debe confiársele más de nuestro dinero al gobierno cuando ha hecho tan mal trabajo gastando lo que ya le hemos dado? ¿En qué momento en la existencia de nuestro país han creado más prosperidad y más trabajos (a no ser empleos del gobierno), especialmente para la clase media, impuestos más altos a los negocios e individuos? Por favor no digan que “durante la Administración de Bill Clinton”, porque Clinton llegó a un excedente cortando los gastos de defensa y sin tener dos guerras y antes de que llegara la primera ola de retirados “baby boomers”. Clinton admitió durante un acto de recaudación de fondos en Houston en 1995: “Probablemente hay gente en este salón que todavía están molestos conmigo por ese presupuesto porque creen que yo subí demasiado los impuestos. Quizás les sorprenda saber que yo también creo que los subí demasiado”.
No esperemos que los Demócratas liberales se conviertan a favor de la teoría económica de que impuestos más bajos producen empleos. Esto es así porque ellos prefieren continuar con la guerra de clases, una guerra en la que ellos están peleando en el lado equivocado. A la mayoría de la gente le gustaría ser ricos, o al menos, estar en buena posición. El aumento de la deuda y actuar en la ayuda social como el equivalente de un vendedor de drogas, convirtiendo a la gente en adictos a más gobierno, no les va a ayudar a lograr ese objetivo.
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- 23 de julio, 2015
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