Los números de Chávez
El papel aguanta todo. Ahora la OEA –antes un muerto- es un organismo creíble.
El presidente Hugo Chávez exhibió ayer un informe preparado por algunos personajes latinoamericanos y auspiciados y financiados por la OEA, el PNUD y otros organismos internacionales, en donde se estudian las democracias del continente americano: “Nuestra Democracia”. Es un informe de 261 páginas, disponible en la red.
Armado de un resumen, nos enseñó un par de gráficas en las que se demuestra una disminución importante, más allá del promedio latinoamericano, de la pobreza, de la indigencia y del desempleo. Ese es tan sólo uno de los cuadros que contiene el reporte. No mostró los cuadros relativos a independencia de poderes, legislación por vía del poder ejecutivo, muertes violentas, situación carcelaria, trabajo informal y otras situaciones que empañan nuestro camino a convertirnos en una democracia modelo.
Tampoco hace referencia a que las cifras que maneja el informe son las entregadas por los organismos venezolanos a los centros de datos de los organismos internacionales. Un país que ha venido maquillando las cifras de producción petrolera, ocultando la estadística de deserción estudiantil, omitiendo la presentación de datos con relación a los ingresos de la población, no puede ser creíble en sus cifras. Un gobierno que no permite revisar las cuentas de la nación, y no avanza a la generación de un censo creíble y estructurado, no puede afirmar lo que se afirma en el informe.
El informe afirma que aproximadamente 21%de la población era indigente y vagaba por las calles en 1999 y ahora se ha reducido a 9.9 por ciento. ¿Es eso creíble? Es creíble una estadística de población estudiantil, cuando usted y yo sabemos que ahora un estudiante universitario recibe ese nombre aun cuando en algunas de sus materias no recibió en un semestre sino cuatro horas de clase.
¿Por qué no habla de la desinversión industrial y de la destrucción de la producción en nuestros campos? ¿Por qué no se da una vuelta a Charallave, Cua, la urb. Industrial San Vicente en Aragua, la Victoria o la zona industrial de Valencia? Allí encontrará el resultado que no se enseña en las estadísticas que entregamos a los organismos internacionales. Un país con más de la mitad de su fuerza laboral en condición informal. Una visita a los hospitales que regenta el gobierno le enseñará la verdadera cara de las estadísticas que nos quieren vender. El papel aguanta todo, es fácil enviar un sobre lleno de números, en un disco preparado por el gobierno, para quedar bien en los informes. La OEA, según Chávez, es un muerto internacional que debería cerrar, ahora es un organismo serio que emitió un informe que habla bonito de la revolución.
Los números de esta revolución no aguantan una auditoria. Una disminución de la pobreza a casi la mitad en una década, nos hubiese convertido en un país del primer mundo. A otro con ese cuento. Sigan aplaudiéndose y dándose palmaditas, mientras el país se desarma a su alrededor.
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