Apurando la sucesión de Lugo

ABC Digital

La enfermedad del Presidente de la República ha motivado en el ámbito político muestras de sincera solidaridad y también lamentables especulaciones que, en ciertos casos, no hacen sino confirmar la calaña de algunos que se dicen dirigentes.  

Ante la falta de perspectivas de un juicio político al mandatario hay quien está viendo la “oportunidad” de azuzar un supuesto vacío de poder que no tiene motivos valederos, dado que las previsiones sobre la sucesión presidencial están bien establecidas en la Constitución.   

Las especulaciones de estos verdaderos cuervos de la política criolla lamentablemente tienen cabida en los medios de comunicación. Aunque, tal vez sea mejor, para darnos cuenta de los buitres con que volamos.   

Uno de los planteos es más o menos así: Lugo, por su enfermedad, no puede continuar en el cargo ni un minuto más. Quien lo debe suceder, el vicepresidente Federico Franco (PLRA), no estaría interesado, por el hecho de que solamente se trata de completar un mandato de tres años y él quiere ser candidato en el 2013. Si él declina, lo debe suceder, según la Constitución, el presidente del Senado, Oscar González Daher, o el de Diputados, Víctor Bogado, en ese orden. Sin embargo, ninguno de los dos contaría con un respaldo político mayoritario y se arriesgaría la gobernabilidad, dado que ambos son del partido que perdió las elecciones en el 2008 y ahora estarían volviendo “por la ventana” al poder. Queda en la línea de sucesión el presidente de la Corte Suprema, Raúl Torres Kirmser, otro que también es colorado. Sería políticamente muy forzado que un miembro de la Corte asuma la presidencia, aunque sea por tres años. No queda otra alternativa que un “Gran” acuerdo político para ir a elecciones, pero… con un candidato único, consensuado entre todos los partidos políticos, de manera a evitar una lucha encarnizada por el poder que nadie (supuestamente) desea. La elección sería para designar a alguien que complete el periodo. ¿Quién sería el que estará dispuesto a hacer el “sacrificio por la Patria” para salvar al país de la anarquía, según los arquitectos de este disparate? Sí, adivinaron, Lino Oviedo. Aclaremos que el líder de Unace no es el propulsor de este mejunje, aunque  quienes lo idearon lo creen capaz de involucrarse en algo así.   

Obviamente que este “genial” plan ha muerto nonato. Pero, sirve de alguna manera para saber el nivel de fantasía política que tienen ciertas personas, que prefieren los atajos y las chicanas para llegar al poder, conscientes de que jamás podrían conseguirlo por vía de los votos.   

Además de una excesiva dosis de fantasía, el plan adolece de cierta subestimación de las ambiciones de algunos políticos. Nadie puede creer que Federico o González Daher o Bogado pierdan una oportunidad de llegar al poder, aunque sea por tres años. Y la amenaza de una supuesta ingobernabilidad no asusta a ningún político. Desde que Lucho González Macchi fue presidente y completó un mandato de cuatro años, se ha demostrado suficientemente  en este país que cualquiera puede sentarse en el sillón de los López por un tiempo.   

Obviamente también, los que pergeñan este tipo de maquinaciones, siguen considerando que la ciudadanía es torpe, muda, ciega y que no hará absolutamente nada mientras ellos suben al poder para saquear el Estado a su entero gusto y placer.