Voluntad Popular: la tiranía de lo social

El Universal

Me propuse dedicarle dos artículos a Voluntad Popular (VP), el Movimiento Social promovido por Leopoldo López y otros valiosos jóvenes.

Del primero salió uno adicional, no previsto y éste es el segundo. Prometo no fastidiar más.

En VP comprenden la necesidad de un Modelo Económico que les sirva de piso y con mucha audacia asumen el Mercado por más que lo llamen Economía DEMOCRÁTICA de Mercado. En todo el Documento que nos han facilitado se respira intensamente libertad individual, propiedad privada, libre empresa, competencia, rentabilidad, apertura a la globalización, etc.

Eso marca una diferencia sustancial con los partidos y políticos tradicionales que jamás pudieron entender cómo desde la caída del Muro de Berlín, el Socialismo, la Izquierda y en general "lo Social" no pueden tener un basamento económico distinto del Mercado simplemente porque no existe. ¡Porque no hay ninguna posibilidad de Segundas y menos aún de Terceras Vías!

Bellas ilusiones que hasta la quiebra del Comunismo en 1989, algún asidero tenían. VP se niega cuidadosamente a identificarse con el Capitalismo, hablan de capital social, productivo o financiero, pero no del Modelo Capitalista de Sociedad. No importa, ya asumirán que también el Capitalismo admite ADJETIVOS SUBSTANCIALES como democrático, solidario, consciente, humano y hasta espiritual.

Pero no quiero terminar los reconocimientos a VP sin uno, para mí muy valioso: la ausencia en dicho Documento de la triste fórmula de la Democracia Social, es decir, la Socialdemocracia, hoy totalmente agotada.

Ojalá que en Voluntad Popular hayan prescindido definitivamente de ella, tal como se deduce del fuerte énfasis en el Mercado, pero mucho más aún de la apelación a una idea poderosa que nos impactó: ¡"RECHAZAMOS LA NOCIÓN POPULISTA QUE PRETENDE HACER DE CADA NECESIDAD SOCIAL UN DERECHO"!

Una síntesis fulminante de lo esencial: el rechazo firme de la primacía absoluta de lo Social sobre lo Individual; la reivindicación radical -aunque sea en el límite- del Individuo frente al Colectivo; la reafirmación MÍNIMA de la Propiedad frente al peso aplastante de la Sociedad. Pero, más profundo aún, la irreductibilidad extrema del Individuo y de la Libertad Individual ante el mayor o menor peso que -¡de todas formas!- deba reconocérsele a Lo Social, a la Relación entre los Individuos. Que es la noción de LIBERTAD INDIVIDUAL ABSOLUTA, el rasgo distintivo de la Civilización Occidental MODERNA, su elevación por sobre los diversos misticismos orientales, budistas o taoístas ¡empeñados todo ellos insensatamente en negar la noción de Individuo!

A través del pequeño resquicio que aquella poderosa idea citada en el párrafo anterior abre, VP podría acercarse al verdadero problema que se le plantea a todos los que quieren armar un Proyecto de Sociedad capaz de derrotar a Chávez: el problema ético, la comprensión profunda de Lo Humano, la redefinición de lo Moral y lo Espiritual en el hombre y en la mujer.

El trabajo político montado esencialmente sobre la ética, sobre un llamado a los Seres Humanos a juzgarse, re-definirse y re-lanzarse a sí mismos. Cada quien a su nivel, desde el científico que trabaja en experimentos de clonación hasta la criada más humilde. Porque todos tenemos la hermosa posibilidad de volver la mirada de la Conciencia ¡sobre nuestra propia Conciencia! para preguntarnos ¡¿QUÉ SOY?! Para descubrir allí -aun en la clonación- la hermosa noción de Dios. Ese Ser inescrutable, absoluto e infinito que el mal informado de Nietzsche tontamente creyó muerto.