Hoja de ruta para Honduras
Por Roberto MIcheletti
(Artículo publicado en The Wall Street Jounal)
Uno de los más leales aliados latinoamericanos, Honduras, ha caído en medio de una crisis constitucional que pone en peligro su democracia. Tristemente, los hechos que indiscutiblemente propiciaron esta situación han sido a menudo ignorados por los líderes de América Latina, por lo menos en los primeros días de la crisis.
En los últimos días, la retórica de los aliados del ex presidente Manuel Zelaya también ha dominado los medios de comunicación en los EE.UU. La peor distorsión es la repetición de la falsa afirmación de que el Sr. Zelaya fue separado del cargo por los militares y por ser un "reformador". La verdad es que fue removido por un gobierno civil elegido democráticamente, porque los poderes legislativo y judicial independientes de nuestro gobierno determinaron que había violado nuestras leyes y la constitución.
Repasemos algunos hechos fundamentales que no admiten disputa:
– El Tribunal Supremo, por una votación de 15-0, encontró que el Sr. Zelaya había actuado ilegalmente al proceder con un "referendum" inconstitucional, y oredenó a las Fuerzas Armadas su arresto. Los militares ejecutaron la orden de arresto del Tribunal Supremo por que es el organismo indicado para ello de acuerdo a la legislación hondureña.
– Ocho de 15 votos del Tribunal Supremo fueron emitidos por miembros del mismo Partido Liberal de Zelaya. Es extraño que los propagandistas pro-Zelaya que hablan sobre el imperio de la ley olviden mencionar la unánime decisión del Tribunal Supremo que cuenta con una mayoría de integrantes del propio partido del Sr. Zelaya. Así pues, el Sr. Zelaya fue detenido a instancias de las autoridades civiles y constitucionales de Honduras, no militares.
– El Congreso hondureño votó abrumadoramente en favor de la destitución de Zelaya. Esta votación incluye a la mayoría de los miembros del Partido Liberal de Zelaya.
– Líderes religiosos, independientes del gobierno e instituciones, incluido el Tribunal Supremo Electoral, el Tribunal de Derecho Administrativo, el Ombubudsman de Derechos Humanos, cuatro de cinco partidos políticos, los dos principales candidatos presidenciales de los partidos Liberal y Nacional, y el Cardenal Católico de Honduras, todos estamos de acuerdo en que el Sr. Zelaya actuó ilegalmente.
– La Constitución dice expresamente en el Artículo 239 que aquel presidente que intente enemendar la constitución y extender su mandato es automáticamente descalificado y deja de ser presidente. No hay disposición expresa para un juicio político en la Constitución de Honduras. Pero la decisión unánime del Tribunal Supremo afirma que el Sr. Zelaya estaba intentando extender su mandato con su referendum ilegal. Así pues, el momento de su arresto, y según concierne al Tribunal Supremo, como una cuestión de derecho, no era presidente de Honduras.
– Días antes del arresto, Mr Zelaya tenía a su jefe de personal retirando ilegalmente millones de dólares en efectivo del Banco Central de Honduras.
– Un día antes de su arresto El Sr. Zelaya, encabezó una violenta marcha para rebasar una base de la Fuerza Aeréa para recoger las papeletas para el referendum que habían sido enviadas a Honduras por el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
– Yo sucedí al Sr. Zelaya bajo el orden de sucesión de la Constitución de Honduras (nuestro vicepresidente había dimitido antes de que empezara todo esto para poder presentarse a presidente). Este ha sido y siempre será un gobierno enteramente civil. Los militares actuaron bajo las órdenes del Tribunal Supremo, enteramente civil, para arrestar al Sr. Zelaya. Su destitución fue ordenada por un Congreso enteramente civil y elegido democráticamente. Sugerir que el Sr. Zelaya fue derrocado por un golpe militar es demostrablemente falso.
En cuanto a la decisión de expulsar al Sr. Zelaya del país la noche del 28 de junio sin un juicio, la gente razonable puede pensar que la situación podría haberse manejado de otra forma. Pero también es necesario entender la decisión en el contexto de un verdadero temor por la probada voluntad del Sr. Zelaya de violar la ley y de participar en una turba violenta.
El camino a seguir es trabajar con el presidente de Costa Rica Oscar Arias. El está proponiendo vías para garantizar que el Sr. Zelaya cumpla con la Constitución y las leyes de Honduras y permitir que la gente de Honduras elija un nuevo presidente en las elecciones del 29 de Noviembre (o quizá antes, si la fecha se adelanta como ha sugerido el presidente Arias y como lo permiten las leyes de Honduras).
Si todas las partes llegan a un acuerdo para permitir el regreso del Sr. Zelaya a Honduras- un gran "si"- creemos que no se debe confiar en él para cumplir con la ley y por lo tanto es nuestra posición que debe ser procesado con un pleno y debido proceso.
La propuesta del presidente Arias por una moratoria en el enjuiciamineto de todas las partes se puede considerar, pero nuestro Tribunal Supremo ha indicado que esta propuesta graves problemas jurídicos en virtud de nuestra constitución.
Como en América, nuestra democracia constitucional tiene tres co-iguales e independientes poderes del Estado, un hecho que el Sr. Zelaya ignoró cuando desfió abiertamente las posiciones del Tribunal Supremo y del Congreso. Pero estamos dispuestos a continuar con el debate una vez que el Tribunal Supremo, el Fiscal General y el Congreso analicen la propuesta del Presidente Arias. Esta propuesta ha sido entregado a ellos para que puedan revisar las disposiciones que afectan a su autoridad legal. Una vez que que sepamos sus posiciones jurídicas vamos a proceder en consecuencia.
El pueblo hondureño debe tener confianza en que su Congreso es un poder co-igual del Estado. Ellos deben estar seguros de que el imperio de la ley en Honduras se aplica a todos, incluso su presidente, y que las órdenes del Tribunal Supremo no serán despedidos y barridas por otras naciones como inconveniente obstáculos.
Mientrastanto, los otros elementos de la propuesta de Arias, especialmente el establecimiento de una Comisión de la Verdad para que las conclusiones de hecho y los mecanismos de aplicación internacional para velar por el cumplimiento del acuerdo por el Sr. Zelaya, son dignos de consideración.
El irresponsable intento del Sr. Zelaya de cruzar la frontera de Honduras el viernes por la tarde antes de que el presidente Arias haya obtenido el acuerdo de todas las partes -un intento que la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, describe adecuadamente como "imprudente", fue sólo otro ejemplo de por qué no se puede confiar en que el Sr. Zelaya mantenga su palabra.
Independientemente de lo que sucede, lo peor que los EE.UU. pueden hacer es imponer sanciones económicas que principalmente dañan a los más pobres en Honduras. En lugar de imponer sanciones, los EE.UU. deben seguir las sabias políticas de la Sra. Clinton. Ella está apoyando los esfuerzos del Presidente Arias para mediar en las cuestiones. El objetivo es lograr una solución pacífica que sea compatible con la legislación hondureña, en una sociedad civil en la que incluso el presidente no está por encima de la ley.
El Sr. Micheletti, ex presidente del Congreso de Honduras, ha llegado a ser presidente de Honduras tras la marcha de Manuel Zelaya. Es miembro del Partido Liberal, el mismo partido del Sr. Zelaya.
- 15 de diciembre, 2010
- 22 de febrero, 2012
- 7 de febrero, 2009
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