Cuba (I)
Las diferentes ideologías económicas, según el Premio Nobel de 1974, Federico von Hayek, forman un sistema que se adapta a ellas, estableciendo una relación directa en la forma política, legal e inclusive religiosa, gracias a lo cual la acción humana se ajusta a dicho pensamiento.
Una característica que podemos encontrar continuamente es que quienes defienden una línea filosófica económica se ciegan y sólo ven lo bueno de las acciones de quienes comparten su pensamiento y lo malo de los que piensan diferente.
Cuando alguien actúa en contra de su filosofía hacen gran escándalo y señalan lo que para ellos son errores. Asimismo defienden acciones que el sentido común indica que no están bien, ya que muchos de ellos se basan en aceptar que el fin justifica los medios.
Esta semana surgió un tema de gran impacto en la población, el otorgar por parte de nuestro gobierno la Orden del Quetzal al presidente de Cuba, Fidel Castro, y posteriormente pedir perdón por haber permitido se usara suelo guatemalteco para entrenar a los invasores de Bahía de Cochinos.
El Gobierno tiene la potestad de otorgar la Orden del Quetzal a quien considera la merece, de hecho no nos pide permiso para hacerlo. Pero es sumamente importante que tenga en cuenta al gobernar que sus acciones deben estar apegadas a cierto orden de prioridades, y que una de las principales es la búsqueda del desarrollo, a través de la unidad de los ciudadanos, para cambiar un país lleno de personas en situación de pobreza e inclusive miseria; ello sólo se logra a través de un gobierno con metas y objetivos claros, cuyo presidente tenga un liderazgo firme, apoyado por los diferentes sectores de la población.
Si una persona merece un reconocimiento nacional, especialmente si tiene proyección internacional, es tema por discutir. Se concedió a B. Musolinni, antes de la Segunda Guerra Mundial, hace tantos años que ya no podemos juzgar ese momento; se entregó al general Augusto Pinochet, y ahora al Dr. Fidel Castro. De estos dos últimos podemos decir que su pensamiento económico es contrario, pero de ambos sabemos que actuaron en contra de los derechos humanos.
Pinochet renunció a los 17 años de gobierno, dejando atrás al país más adelantado de Latinoamérica, entregando el poder a quienes tenían una ideología contraria a la suya; ni su gobierno ni los nuestros tuvieron algún tipo de interferencia, de ninguna clase, entre ellos; Fidel lleva 50 años, encontró un país con uno de los salarios más altos de Latinoamérica y un alto índice de alfabetismo; Cuba, después de 50 años, sigue siendo pobre. Debe tomarse en cuenta que su gobierno ha sufrido la intervención de EE. UU., pues económicamente ha sido bloqueado por haber expropiado propiedades de empresas norteamericanas. No renunció al poder, sino que fue retirado el año pasado por el paso del tiempo.
El gobierno del general Ydígoras sí permitió el uso de nuestra tierra para invadir Cuba, y el del comandante Castro propició y apoyó los movimientos guerrilleros en nuestro país, movimientos que debieron haber terminado la primera vez al asumir la Presidencia el Lic. Julio César Méndez o el Lic. Vinicio Cerezo en la segunda.
El quetzal simboliza libertad, no debería otorgarse la Orden del Quetzal a un dictador; en todo caso, otra.
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