La crisis económica toca la puerta de los pequeños fabricantes en China
La desaceleración global está golpeando particularmente duro a las legiones de dinámicos pequeños empresarios chinos, obligándolos a adoptar estrategias innovadoras y, a veces, desesperadas, para sobrevivir.
Ye Jianqing, como muchos otros empresarios chinos, ha visto una reducción pronunciada en pedidos de EE.UU. y Europa, que representan la mayor parte de su negocio. El año pasado, las ventas de las gafas de sol que fabrica su compañía, Wenzhou Zhenqing Glasses Co., cayeron 80% a menos de US$300.000, comparado con US$1,5 millones en 2007.
Temiendo que su empresa de ocho años no pudiera sobrevivir, Ye se ha diversificado a otros productos como llaveros y gafas de aumento. "Si uno no es innovador, es como sentarte a esperar el fin", dice.
La suerte de pequeños negocios como el de Ye ayudará a determinar cómo la tercera economía del mundo capea la presente crisis, la peor que vive China desde la crisis financiera asiática hace una década. Según pronósticos oficiales, el sector privado, constituido sobre todo por pequeños negocios, representa el 60% del Producto Interno Bruto de china, y emplea las tres cuartas partes de la fuerza laboral urbana.
Cabe aclarar que la actividad empresarial no se ha detenido. En la provincia de Guangdong, un núcleo manufacturero y comercial, 62.400 compañías cerraron en 2008, según datos gubernamentales. Pero 100.600 empresas abrieron, resultando en un incremento neto de 38.200 compañías.
Pero muchas pequeñas compañías sobreviven con el negocio de sólo unos pocos clientes, o venden productos con escaso margen de ganancia y podrían verse obligadas a cerrar si un gran cliente de pronto retrasa pedidos o si no están protegidas contra fluctuaciones de las divisas. Las empresas más grandes suelen amortiguar mejor esos efectos.
A medida que la demanda de casi todo se debilita, la legendaria flexibilidad de las pequeñas compañías no es garantía de que sobrevivan.
Muchas compañías ya han cerrado, dejando a millones de personas en China sin empleo. Los propietarios de pequeñas empresas cuyo negocio sigue en pie están dispuestos a casi todo por mantenerse a flote. Algunas veces se crean sinergias de fabricación en dichos cambios, pero otras compañías se arriesgan con productos en los que no tienen experiencia, o cuyo mercado no ha sido probado.
Chongqing Linsheng Industry & Trade Co., que ha fabricado partes de motocicletas por 13 años, está considerando lanzar una línea de mesas de mahjongg mecánicas. En Wenzhou, empleados de una fábrica de zapatos están ahora haciendo diodos emisores de luz y, en Shenzhen, un fabricante de letreros de plástico cerró durante un breve lapso y reabrió como fabricante de calcomanías festivas.
"En chino tenemos un dicho según el cual 'a los barcos pequeños les es más fácil dar la vuelta'", dice Eric Wu, gerente general de la empresa de fabricación y exportación Duolilong (H.K.) Industrial Co., con sede en Shenzhen, hasta poco un núcleo manufacturero del sur de China que estaba experimentando un auge.
La compañía de 11 años ya había cambiado completamente de productos una vez: hace unos años, cuando el mercado de ventiladores se redujo, se convirtió en un fabricante de cargadores de pilas. Ahora, los ejecutivos van a hacerlo de nuevo, y planean lanzar una nueva línea de herramientas eléctricas de bajo consumo de energía. "Si no cambiamos estamos perdidos", dice Wu.
La importancia de las pequeñas empresas chinas está siendo reconocida por el gobierno. Funcionarios han solicitado a los bancos que les presten más a las pequeñas empresas.
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