Paraguay: Incógnitas que se trae este 2009

ABC Digital

¿Se convertirá el Paraguay en una República Socialista o se afirmará como República Bananera? ¿Entraremos en una situación de caos y anarquía y añoraremos al apatucador que se fue? ¿Irán presos todos los corruptos que esquilmaron al país durante décadas?, ¿la Corte será integrada por gente honesta y proba o cada ministro dictará justicia con el quepis de su partido? ¿Resurgirá el Partido Colorado de sus cenizas como el “gato Félix” o acabará por hundirse en sus peleas internas? ¿El PLRA definirá si es oficialismo, oposición o todo lo contrario?

Las expectativas para este 2009 son muchas y variadas, luego de los primeros meses del gobierno de Lugo que fueron, para decirlo en términos boxísticos, una suerte de “round de estudio”. La pelea en serio viene ahora.

Según quién sea el actor político consultado, hay quien está deseoso y hay quien teme que se confirmen ciertas líneas o rumbos que se perfilaron en estos primeros meses.

Aunque muchos reclaman en particular al Ejecutivo mayor iniciativa en todos los campos, lo cierto es que todos los partidos o movimientos políticos deberán asumir este año decisiones que les marquen un rumbo.

Lugo, por ejemplo, deberá definir si baja de vez en cuando a “ensuciarse” en el ruedo político o si continúa en el cómodo “altar” de las indefiniciones. Deberá aclarar si lo que está dejando de hacer es porque no puede, no quiere o no sabe cómo hacer.

El PLRA, en tanto, deberá asumir si se considera aliado o enemigo de Lugo. Aunque tal vez elija continuar con su interminable internismo y encontrarse así, dentro de cinco años, de nuevo en el papel al que se acostumbró por tanto tiempo: ser opositor al gobierno de turno.

La ANR deberá decidir si continúa el duelo por el poder perdido, si puede despegarse de los lastres que lo llevaron a la derrota, si logra sobrevivir a la certeza de que la adhesión a sus líderes ya no dependerá más de la cantidad de cargos públicos que pueda repartir y, especialmente, “masticar” bien sus dirigentes que ya no les estará permitido cualquier cosa “por ser colorados”.

El Unace deberá evaluar si es capaz de ir más allá de las conspiraciones en las sombras como método para llegar al poder y si puede promover a dirigentes cuya virtud no sea únicamente la obediencia perruna hacia el “líder”.

Patria Querida deberá averiguar si hay vida después de Fadul y si es posible que la coherencia y los gestos principistas se traduzcan alguna vez en votos.

La “izquierda” y los movimientos sociales deberán investigar seriamente por qué si todos ellos quieren supuestamente lo mismo y coinciden a favor de quienes están y contra qué luchan, no pueden ponerse de acuerdo ni siquiera para sacar una declaración conjunta.

De lo que decidan o dejen de decidir los dirigentes políticos, de la participación de la ciudadanía para controlar, criticar o acompañar resultará finalmente este 2009. Ojalá sea para que le vaya mejor al país.