Democracia o mentalidad de rebaño
La Prensa, Panamá
Según Alexis de Tocqueville, “…la democracia busca la igualdad en libertad, mientras que el socialismo busca la igualdad en restricción y servidumbre”. Simón Bolívar, nuestro primer líder con proyecciones y dimensiones continentales, dijo: “Los militares honraban los cuarteles y envilecían las democracias”.
¿Existe democracia en los países latinoamericanos? ¿Cuál es la democracia que tenemos en Panamá? Desde Chile hasta México hay diferencias sustanciales en lo que respecta al sistema. Se mide, principalmente, por el grado de participación de la gente; el conocimiento que tienen los ciudadanos respecto al sistema. Es vital el estado o situación de las instituciones que defienden y representan al sistema democrático; entran aquí los partidos políticos, el Órgano Electoral, corporaciones de justicia, el Ejecutivo (completito) y el Legislativo.
Es de vida o muerte el comportamiento de cada uno de los personeros del gobierno respecto al rol que juegan al frente de las instituciones. Y ¿dónde dejamos a la Iglesia? ¿No tienen nada que ver o que sumar? Hay que sumar la influencia de los medios de comunicación en la vida del individuo orientando su conducta en lo político, lo cultural, lo religioso, lo ético, lo económico, lo social, lo ecológico, lo educativo, etc. Todos estos aspectos están inscritos en la Constitución política; carta magna de la nación.
El aspecto educativo es sumamente importante. Depende de cómo perciben los docentes lo que es la democracia o como la venden o instruyen a loseducandos. ¡Qué risa! Creo que disciplinas como la educación cívica se han descartado dentro del plan de estudio de la educación en Panamá. Sin duda, tenemos la democracia que hemos podido construir, a fuerza de golpes, a fuerza de hachazos y otras amargas experiencias.
Pero veamos los análisis de personas preocupadas por la democracia en Panamá y América Latina. El sociólogo colombiano, Antonio García dice: el problema de la democracia en América Latina, hay que plantearlo a partir de “una concepción estructural del atraso”, una de cuyas manifestaciones es la carencia de estructuras de participación popular. Estas aparentes democracias latinoamericanas operan “hacia atrás”, en cuanto que refuerza las estructuras tradicionales de poder y debilita las diversas formas sociales de organización popular.
El Dr. García agrega, “en el actual sistema de representación el elector vota por una persona no por un programa que condicione el mandato. “Con el acto material del sufragio, empieza y termina para el pueblo toda relación institucional y directa con sus representantes”… “Lo que hay es una lisa y llana suplantación del elector por el elegido”, hecho que degrada al pueblo, fortalece una representación omnipotente e irresponsable y hace de la actividad electoral “un sistema de manipulación política de las masas electoras”.
Pablo Steele, sacerdote y pragmático canadiense, señala: “Las personas entran a la política, en principio, para servir a su patria; servir a su propia gente. Ese es el fin y el propósito del Gobierno, servir al pueblo, particularmente a los pobres e indefensos que no pueden cuidar sus propios intereses. En una democracia, los que han sido elegidos a un cargo reciben su mandato del pueblo para servir al pueblo”. Para Steele, es valedero el dicho viejo y común: la gente tiene el gobierno que merece. “Los lideres surgen y tienen la manera de pensar y otras cualidades de la gente de la cual provienen. Si el pueblo mismo no es honrado, ¿qué derecho tiene de esperar que sus líderes sean más honrados que ellos mismos?
Hoy en Panamá, se le da una importancia superlativa a los partidos políticos, cuya fortaleza, beligerancia o simpatías, culminan con un ejercicio electoral. Hay mucha preocupación por el futuro político de nuestra nación; no basta la debacle o el desplome financiero en las principales economías del mundo. ¿Qué podemos concluir? Yo particularmente no creo en “la mentalidad de rebaño”. No concibo organizaciones políticas, que llevan a un líder a cuestas, cual murga en un alegre carnaval. Me parece, predomina la conciencia del ciudadano al momento de decidir sobre un determinado candidato (a). Sustento. El interés de la nación está por encima de cualquier persona, líder o agrupación política.
Me parece que la salvación de los panameños, sobre todo los que no tienen poder económico; receptores de sistemas anacrónicos como los del transporte colectivo, entre otros, es organizarse, exigir y plantear sus necesidades. Pero, como en todo sistema organizado, no podemos reclamar derechos, sino cumplimos con nuestras obligaciones.
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