Remesas causan revuelo

Por Eileen Truax
La Opinión, Los Angeles

Mexicanos critican opinión de Juan Camilo Mouriño

“¿Quiere que mandemos más dólares? Pues que él nos mande trabajo”. La breve y directa respuesta que Juan, jornalero de 34 años, da a las declaraciones del secretario de Gobernación de México, Juan Camilo Mouriño, bien podría sintetizar la postura de una parte de la comunidad mexicana en Los Ángeles: los migrantes están dispuestos a apoyar a su país, pero esperan lo mismo de su gobierno.

Durante una entrevista publicada ayer por La Opinión, Mouriño, segundo de a bordo del gobierno del presidente Felipe Calderón, apeló a la solidaridad de los migrantes mexicanos para que hagan llegar a su país más recursos económicos a través de remesas y de programas como el 3×1, con el fin de ayudar a sus comunidades a salir de la crisis generada por la caída de más del 2% en estos ingresos durante los seis primeros meses del año.

“En principio, creo que es bueno que el gobierno mexicano reconozca que los migrantes podemos ser parte de la solución y partícipes del desarrollo mexicano y de la generación de empleos, pero necesitamos no nada más que lo reconozcan, sino que tomen acción de manera efectiva y constante, para hacer políticas públicas encaminadas a considerar la inversión de los migrantes en proyectos productivos”, comentó Efraín Jiménez, uno de los principales promotores del Programa 3×1.

Jiménez, quien actualmente se desempeña como coordinador nacional de la Subcomisión del Programa 3×1 y Proyectos Productivos del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), consideró que el gobierno mexicano debe mostrar congruencia en su política hacia los migrantes.

“Por un lado, nos piden apoyo; y por otro, no nos dan las herramientas para poder invertir”, afirmó. Jiménez puso un ejemplo: si un migrante quiere invertir en México, lo primero que requiere es una identificación válida como la credencial de elector. También de un registro de contribuyentes para hacer trámites fiscales y una Clave Única de Registro de Población (CURP). Ninguno de estos documentos es expedido en el Consulado General de México.

“Hoy en día, en Estados Unidos exigimos que los gobiernos estatales y las ciudades nos reconozcan la matrícula consular como identificación oficial, pero en México no lo es. No existe congruencia”, agregó. “Quieren que los migrantes inviertan en México, pero no nos pueden dar identidad jurídica”.

Arturo Carmona, director ejecutivo del Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica (COFEM), organización que ahora mismo se encuentra en medio de una ruptura en su seno, señaló que el grupo concuerda parcialmente con los comentarios del secretario, en el sentido de que es importante promover la participación de los migrantes a través de los clubes y federaciones; sin embargo, estimó que el gobierno debe hacer un mayor compromiso con el desarrollo de estas organizaciones.

“El apoyo no puede ser sólo de un lado, tiene que haber apoyo mutuo. El tipo de apoyo que nosotros visualizamos es en materia técnica, de capacitación, de desarrollo organizacional. Eso ayudaría a que se pudieran hacer más proyectos de liderazgo y de entendimiento con el país”, dijo Carmona, recordando que el descenso en las remesas obedece tanto a las medidas antiinmigrantes como a las presiones económicas en EEUU.

De esto sabe Raúl Barrios, trabajador de la construcción. “Uno manda dinero depende de cómo esté trabajando; si no hay trabajo, pues uno no manda. Si yo ganaba dos mil dólares mensuales hace un año, ahora gano 800, a veces menos. Yo sé que han bajado las remesas, ellos lo notan allá porque la economía también allá se pone mal. Pero uno manda para su familia, poquito o mucho, y lo que diga el gobierno a mí me tiene sin cuidado”, afirma contundente.

Alberto Avilés, consejero consultivo del IME, considera que el llamado a la comunidad migrante por parte del secretario Mouriño “pone al descubierto el por qué en el último par de años el PAN [Partido Acción Nacional, en el gobierno] ha estado poco a poco apoderándose de las dirigencias migrantes. Yo creo que la visita de Mouriño a Los Ángeles se inscribe dentro de esta lógica”, apuntó.

Avilés también manifestó su molestia por un comentario vertido por el secretario durante la entrevista con este diario, al decir que la parte que le disgusta de su trabajo es el tiempo que le resta para disfrutar con su familia.

“Me pareció de muy poco tacto, fuera de lugar”, señaló sobre el momento de la declaración, unas horas antes de su viaje a esta ciudad. “Aquí hay millones de migrantes que están lejos de su familia… y no para desempeñar un cargo del que se van a beneficiar, sino para poder llevar algo de comida a la mesa”.