La revolución jinetera: ¿Patria libre?
Por José Raúl González
CISLE
Cuba seguirá siendo víctima de la dictadura castrista. La “revolución” ha sido hipotecada sucesivamente para sostener el régimen. Frente a la inminente muerte de Fidel la pregunta es ¿qué cambiará? Muy poco. Raúl continuará las hipotecas iniciadas por su hermano.
Los amantes de la revolución señalan los índices de educación (indoctrinamiento) y salud (médicos esclavos) de Cuba. ¿Cómo se hizo? Con mano dura y un poco de ayuda: ya en el poder, Fidel entrega la isla al servicio de los intereses estratégicos soviéticos.
La hipotecó bien porque recibió entre 4 y 6 mil millones de dólares anuales hasta 1993. Nada mal. La cifra es más de siete veces el presupuesto anual combinado de los ministerios de salud y educación en Guatemala. Además de prestar su isla para instalar misiles soviéticos, envió tropas a Angola y entrenó a los más diversos grupos terroristas (incluyendo los centroamericanos), entre otros servicios.
Pero, cuando la Unión Soviética colapsa, la revolución queda, literalmente, al desnudo. Comienza el “período especial” en el que Cuba se hace famosa por ser un destino de “turismo sexual” ante la desesperación de su población. Es allí cuando Raúl inicia un exitoso programa de privatización invitando a capitalistas extranjeros para reconstruir la isla. ¿Y el embargo norteamericano? Nunca pudo afectar una economía cerrada a la inversión y, cuando ésta se abrió, tampoco le hizo falta porque mexicanos, canadienses y europeos abarrotaron las oportunidades.
Así fue como el régimen se hipotecó, ahora, al “capitalismo salvaje” salvando la revolución, permitiendo que los cubanos probasen, por primera vez, una pizca de libertad. Algunos hasta pudieron hacerse micro empresarios para aliviar las penurias económicas y ¡el dólar norteamericano circuló libremente!
Pero Fidel sabía que libertad económica conduce a expectativas de libertad política. En el momento que pudo, revertió todo. Condenó a 75 disidentes a más de 20 años de cárcel, fusiló a tres balseros que intentaron secuestrar un barco y se entregó a la tercera hipoteca. Le tocó el turno esta vez a Hugo Chávez quien proporciona a la isla más de la mitad de sus necesidades de combustible importado.
Esa es la triste historia de la revolución cubana. Cual jinetera ha estado en los brazos del Kremlin, del “capitalismo” y ahora de la “revolución bolivariana”. Algunos se preguntan ¿quién mandará en la isla cuando muera Fidel? La respuesta está en el refrán: “el que paga la marimba pide las canciones”. Si en un comienzo fue Nikita Kruschev ahora será Hugo Chávez.
- 23 de junio, 2013
- 4 de agosto, 2025
- 30 de julio, 2025
Artículo de blog relacionados
La Nación Abro esta nota periodística con dos pensamientos, el primero es del...
29 de marzo, 2022Por Porfirio Cristaldo Ayala Diario Las Americas Asunción– ¿Por qué la mayoría de...
10 de diciembre, 2006- 26 de marzo, 2008
Economía Para Todos Infinidad de veces me han preguntado por qué el gobierno...
15 de septiembre, 2013