Rivalidades y visitas a un club de caballeros sacuden a Goldman Sachs en América Latina
Por Susanne Craig
The Wall Street Journal
El resurgimiento de la rivalidad entre dos influyentes banqueros de inversión, que han sido cruciales en las operaciones latinoamericanas de Goldman Sachs Group Inc., está agravando los problemas en la maltrecha división del grupo financiero estadounidense.
Hace poco, uno de ellos, Corrado Varoli, jefe de las operaciones de Goldman en América Latina, dejó la empresa para lanzar una firma de banca de inversión que compite con Goldman y que ya le ha quitado algunos clientes al gigante de Wall Street.
Tras la salida de Varoli, su archirrival Eduardo Centola se hizo cargo de la división en abril. Su tarea es reforzar los negocios latinoamericanos de Goldman, incluyendo los de Brasil. Desde una fallida fusión con el brasileño Banco Pactual en 2005, la filial de Goldman ha estado en problemas. Este mes, la firma estadounidense recuperó el primer lugar en las actividades de fusiones y adquisiciones en América Latina, pero en los últimos 12 meses varios banqueros han abandonado la empresa para unirse a competidores como Citigroup Inc. y Merrill Lynch & Co.
Poco después de que Centola asumiera el mando, una revisión rutinaria de los gastos de Varoli arrojó varias irregularidades. Dado los estándares de Wall Street, el monto de los gastos cuestionados es pequeño: US$600. Pero, según la revisión de Goldman, Varoli usó dos veces su tarjeta de crédito corporativa en Café Photo, un club para caballeros en São Paulo donde es posible que haya mujeres ofreciendo servicios sexuales. Goldman dice que usar las tarjetas de la empresa en clubes para adultos viola las políticas internas.
Varoli, de 45 años, dice que apenas bebió «un par de tragos» y que se fue, «nada más». El ejecutivo afirma que si pagó con la tarjeta de Goldman fue algo involuntario y que no tiene problemas en reembolsar el dinero a su ex empleador. Goldman terminó con la revisión la semana pasada y pretende exigirle la devolución del dinero, según una persona familiarizada con el asunto.
El monto que se está investigando es bajo, pero, dada la naturaleza del gasto, rápidamente comenzaron a circular historias, muchas veces exageradas. «Parece que ciertos individuos han decidido que la mejor manera de competir en este negocio es con ataques injustificados hacia mí», dice Varoli. A través de un vocero de Goldman, Centola negó ser la fuente que filtra las historias sobre Varoli. El vocero también dijo que la empresa mantiene la confidencialidad de las revisiones de gastos.
La campaña de rumores en torno a Varoli ha sorprendido a algunos clientes de Goldman. «El personal de esas firmas va y viene todo el tiempo y lo que me parece notable acerca de esta situación es que los individuos involucrados no parecen ser capaces de dar vuelta la página», afirma Francisco Gros, presidente de Fertilizantes Fosfatados SA, firma que contrató una vez a Goldman para labores financieras. Gros fue el jefe de las operaciones de Morgan Stanley en la región, conoce a Centola y es uno de los mejores amigos de Varoli.
Los negocios en América Latina sólo representan una pequeña parte de los ingresos de Goldman. Sin embargo, es una región de rápido crecimiento y Brasil se está convirtiendo en un importante centro de negocios. Thomson Financial dice que en 2005 la firma cayó al sexto lugar en la actividad de fusiones y adquisiciones, tras obtener el primer lugar el año previo. Impulsada por un importante acuerdo que se concretó la semana pasada, Goldman reconquistó el primer lugar en lo que va de 2006. El impacto de la partida de Varoli sobre estos ránkings no se conocerá hasta dentro de varios meses.
Varoli, que tiene relaciones estrechas con varias compañías, incluyendo al gigante brasileño de las comunicaciones TV Globo, ya ha logrado llevarse a varios clientes de Goldman, entre ellos la cementera CP Cimento. Goldman dice que, pese a la fallida fusión y la partida de varios ejecutivos, sus operaciones en la región siguen siendo sólidas. «Estamos en una posición de liderazgo en América Latina y nuestros negocios continúan creciendo», dice Peter Rose, un vocero de Goldman.
El banco de Wall Street lleva más de dos décadas en la región, experimentando los altibajos que caracterizan a las inversiones en los mercados emergentes. Ha utilizado exitosamente su fama de ser el principal banco asesor en actividades de fusiones y adquisiciones en el mundo para construir una fuerte marca en Brasil, pero, al mismo tiempo, ha fracasado dos veces en la formación de una empresa conjunta con un banco local.
Goldman contrató a Varoli en 1999 y poco después le pidió hacerse cargo de las operaciones latinoamericanas. Centola, de 38 años, también se unió a la firma en 1999 y durante algún tiempo, cuando estaba al mando de la división de fusiones latinoamericanas, reportaba directamente a Varoli.
Los laureles de Varoli durante su tiempo en Goldman incluyen haber ganado varios acuerdos clave. Sin embargo, varios ex empleados aseguran que Varoli muchas veces chocaba con sus subordinados, lo que llevó a que tuviera algunos problemas en la casa matriz en Nueva York.
Una de las primeras deserciones fue la de Centola, quien a fines de 2004 dejó la división de Varoli para encabezar el grupo de fusiones y adquisiciones que trabaja con los fondos de inversión de capital privado en Nueva York.
Varias personas que participaron en las negociaciones con Pactual dicen que Varoli y Centola estaban en fuerte desacuerdo respecto de fusionar las operaciones latinoamericanas con ese banco brasileño. Varoli creía que una unión complementaría las operaciones de banca de inversiones de Goldman con la fuerte presencia de banca privada y gestión de activos de la entidad brasileña.
La carrera de Varoli sufrió un fuerte bajón en 2005, cuando se estancaron las conversaciones entre Goldman y Pactual. Antes de que las negociaciones fracasaran definitivamente, Goldman y Pactual habían acordado que un 5% de la participación de la nueva empresa iría a los empleados de la firma estadounidense en la región. Según fuentes que participaron de las negociaciones, algunas personas de Goldman en Brasil se enojaron al enterarse de que un 80% de la parte que se destinaría a los empleados estaba reservada para Varoli.
La negociación fracasó a fines de 2005. En agosto de ese año, a medida que el acuerdo se desmoronaba, uno de los ejecutivos estrella de Goldman, Ricardo Lacerda, se fue a Citigroup. Se llevó consigo no sólo a varios banqueros, sino también a clientes importantes que pagan comisiones regulares, como Electricité de France SA.
Finalmente, a inicios de 2006 Varoli anunció que se iría de Goldman en julio. Su nueva firma aún no tiene nombre, pero asegura que ha sido «muy exitoso en obtener negocios».
— Paulo Trevisani Jr. contribuyó a este artículo
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